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Caja de Pandora

Resumen: Louis tiene una caja de sorpresas debajo de su cama que no ha abierto desde antes de conocer a Harry. Harry quiere echar un vistazo.

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Louis realmente debería haberlo sabido mejor en lugar de evitar hablar de la caja.

Hablan literalmente de todo, él y Harry, desde la escuela hasta sentimientos y cuál es el mejor tipo de queso para hacer macarrones con queso. Ambos son libros abiertos, páginas y páginas de verdades el uno para el otro que realmente nunca se callan.

Así que el hecho de que Louis no hable de la caja sobresale. Liam habla de la caja, cuando se siente malicioso y quiere hacer sonrojar al usualmente imperturbable Louis. Sin embargo, Louis nunca responde realmente, excepto para maldecir a Liam o hacer algún tipo de amenaza corporal. Tampoco habla de eso cuando él y Harry se mudan, y lo que solía residir debajo de la cama de Louis se guarda en el fondo de su armario. "No te preocupes por eso," le dice a Harry cuando se encuentra con una mirada inquisitiva. "No es tan importante."

Y no lo es. No lo es en absoluto, porque han estado juntos durante bastante tiempo y nunca antes han necesitado abrir la caja, así que si Louis se contenta con dejarla cerrada, entonces Harry no debería estar tan preocupado por eso.

Pero Harry es Harry, y por lo tanto, toma alrededor de un mes que esa caja misteriosa esté haciendo un agujero en el piso de su armario antes de que Louis llegue a casa del trabajo un día para encontrar a Harry apoyado contra la cabecera con las piernas cruzadas cómodamente a la altura del tobillo y las manos bien agarradas en su regazo con la caja a su lado en el edredón. "Tenemos que hablar sobre la caja, Louis."

Louis se congela por un segundo en la puerta y luego se obliga a comenzar a moverse de nuevo con deliberada calma. Se quita la chaqueta del traje y la arroja sobre el respaldo de una silla, luego se quita los zapatos en la dirección general de su pila de zapatos, mucho más ordenada de lo que suele ser. "¿La abriste?" pregunta tan casualmente como puede. Se siente como caminar a través de arenas movedizas, los pocos pasos hacia la cama. Se sube e imita la pose de Harry, la caja puesta inquietantemente entre ellos.

Los ojos de Harry están fijos en el rostro de Louis. "Por supuesto que no. No quería invadir tu privacidad."

"No me habría enojado," Louis se apresura a decir. "Lo que es mío es tuyo."

No viene al caso y ambos lo saben. "Quería que tú me dijeras lo que hay dentro."

"Solo algunas cosas. Cosas viejas. Mías. Ni siquiera la he abierto en como un año," Louis murmura vagamente, dedos golpeando nerviosamente su muslo. Mantén la calma, Tommo.

Hay una pausa, como si Harry estuviera esperando que Louis continúe y brinde más detalles– o cualquier detalle, según sea el caso. No llega tal información. Se aclara la garganta y vuelve a presionar. "Liam parece pensar que la caja está llena de juguetes sexuales o algo."

Louis desliza su lengua entre sus dientes y la pasa por el metal en el interior de su labio donde pasan los piercings. "Él- sí. Él tiene razón."

Otra pausa. "Tenemos mucho sexo."

"Lo tenemos."

"Nunca has dicho algo sobre juguetes sexuales, sin embargo."

"Mira, realmente no es tan importante," reitera Louis con súplica en su voz, su cara definitivamente comenzando a sonrojarse por la vergüenza. Mantén. La. Calma. "No necesitamos juguetes sexuales, tenemos sexo fantástico solo nosotros dos."