Divorcio HeeWon - Adaptación -

- C A P Í T U L O 7 -

-¿Y cómo te fue en el parque con HeeSeung? -Sung Hoon quito su corbata, estaba en el marco de la puerta -¿Por qué vienes con esa carita rojiza bebé?-Le hablo dulcemente - ¿Te sientes mal? -Ya con su corbata fuera de su cuello se acerco a su omega y le dio un pulcro beso en los labios.

-N-no -Jake correspondió a su beso y le abrazo -Solo que vi a una persona que...realmente tenía sin verla desde hace años.

-¿Hmm? ¿Me podrías contar?- Le tomo por su cintura y caminaron hacia la cocina.

-Siéntate alfa, hice un riquísimo Kimchi, en un momento te cuento -Su alfa se sentó en una de las sillas del comedor y su omega tomo un delantal rosa para empezar a tomar cubiertos y otras cosas -Hice también agua de piña, que te encanta.

Él moreno le sonrió de una forma demasiado linda -Siempre eres muy lindo conmigo amor, te debo demasiadas mi vida.

Jake río bajito y siguió con lo suyo.

Ya cuando el alfa comía, Jake se sentó al otro extremo de la mesa, Sung Hoon estaba concentrado en su comida, pero Jake sorbio un poco su garganta.

-¿Te pasa algo bebé?

-Solo quería comentarte...tal vez te incomode, pero...-Toco con nerviosismo la marca de unión entre su hombro y cuello.

-Cuéntame amor, sabes que yo te entenderé en todo -Toco la mano de su omega dándole un poco de paz mediante su lazo.

-Es qué, este día sabes que he dejado a Taehyun en el parque...y, bueno, la persona que estaba junto con Hee era nada más ni menos que HueningKai -Sus mejillas se enrojecieron, él alfa le dejo de comer y miro a su omega- Sí, Honnie, es él alfa con quien te peleaste en la secundaría, pero...no pude evitar no abrazarle y...sabes que era mi mejor amigo.

Sung Hon asintió -No te preocupes amor, eso paso hace mucho tiempo, no tienes por que dar explicación. -Le sonrió - ¿Y le contaste sobre mi?

-¡Claro! -Contesto rápidamente -Eso se los digo a todos, estoy muy orgulloso de mi marca, mi omega y yo te amamos Sung Hoonnie.

Él alfa se levanto de su silla y se aproximo al omega para darle unos tersos besos en su cuello - Hay que divertirnos un momento.

[...]

Jung Won conducía por la lluvia, había chubascos por todas partes. Era peligrosa la situación, pero realmente tenía que ir por su hijo. No es que no confiara en HeeSeung, claro que no, sabía que él alfa era bastante responsable y que en hueco corazón existía mucho amor para su cachorro.

Ya cuando estuvo cerca de unos edificios donde estaba el departamento de HeeSeung, se estacionó en unos aparcados. La lluvia era tan intensa, que dudo en bajarse del auto y exponerse a ella, no solo eso, le daba un poco de miedo los relámpagos.

Cuando por fin apago el carro, se bajo de este no antes tomando las llaves. Cerro la puerta por detrás de él y se dirigió a las escaleras. No iba a subir por el elevador, no era recomendable menos cuando había lluvias tan intensas como las que se vivía ahora en Seúl, su capital.

Camino rápidamente hasta llegar al piso cinco. Su respiración se volvió profunda gracias a correr por las escaleras. Eran apenas las 11:00pm, cuando llego hacia el piso de su alfa, su casa anteriormente.

Se aproximó al apartamento 1315 y toco repetidas veces. No abrió nadie, hasta que escucho unos pequeños gruñidos y respiraciones agitadas desde las escaleras. Y ahí le miro a él, empapado, con Taehyun en los brazos. Le tenía tapado de todo su cuerpecito y al parecer le había comprado una pequeña cobija en la trayectoria.

El olor a menta era más intenso de lo normal, él cual se debía al reciente sudor. Él alfa se acercó a él, mirándolo de pies a cabeza.

-Estas empapado, HeeSeung -Él omega se aproximo al alfa preocupado, pero este pego un estornudo pequeño.

-Tenia que cuidar a mi cachorro, Jung Won - Esta vez el omega sintió un gran conforte en su pecho. Su marca empezó a sentir tranquilidad y su estomago a reproducir mariposas.

-Gracias HeeSeung -Sonrió un poco y le ayudo a sostener a su hijo -Te ayudare con Taehyun tu abre la puerta -Cargo al niño y él pálido saco las llaves de su bolsillo.

Jung Won miro con más detenimiento el cuerpo de su alfa. Se quedo embobado al ver cabellos en su frente, el sudor y, la lengua traviesa de su alfa sobre su propio labio, dándole una imagen demasiado sexy.

Él rubio no se dio cuenta que ya estaba abierta la puerta hasta que HeeSeung toco su hombro -Pasa Wonnie.

Él omega paso y sintió una oleada de olor a menta. Su lobo brinco por un momento felizmente, después de mucho tiempo se encontraba de nuevo en casa.

-Solo le cambiare de ropa a Taehyun y me iré...-Él alfa asintió un poco triste y se fue hacia la cocina para preparar té.

Él más bajito se dirigió al que era cuarto de su hijo y busco en el closet algún cambio cómodo. Cuando lo encontró, sin despertar a su bebé, le cambió, dejándole recostado en su camita.

Salió un momento, iba dirigirse a su armario (el de su cuarto) pero paro en seco al escuchar el sorbido de su alfa y alguno que otros estornudos fuertes.

-Diablos -Sorbio su nariz de nuevo.

Él omega se preocupó mucho y se dirigió hacia su alfa.

—Alfa ¿Te encuentras bien? —Se puso en el marco de la cocina.

—Si Jung Wonnie— Estornudo.

—No es verdad, ven aquí —Ambos quedaron estáticos por un momento pero él alfa no renegó y se acerco hasta quedar frente a su omega. Ya cuando estuvieron juntos, a centímetros, el pálido sintió la tibia mano de Jung Won en su mejilla.

—Estas resfriado —Y vio la bonita sonrisa del omega, tan hermosa y angelical como siempre. ¿En que mundo había estado todo este tiempo? —Me quedare aquí, alfa, ven. —Antes de tomarle de la mano apago la tetera y los dos se dirigieron al cuarto que compartían antes —Te cuidare, no me ire.

Entro al baño y puso agua tibia en la tina. Espero cinco minutos en una incomodidad extrema con su alfa enfermo. Sintió mucha preocupación, era su instintito. Aunque un omega no pudiera cuidar de un alfa de golpes, podría cuidarlo de enfermedades y otras cosas.

—Quítate la ropa —Él omega ordeno y HeeSeung asintió. Quito su camisa primero y después desabrocho su pantalón cuando sintió la mano de su omega sobre su brazo.

—¡N-no fre-frente a m-mi!

—No hay nada que no hayas visto, mi vida —Le guiño el ojo pícaro.