27. Advertencias

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-Oh, así que era verdad

Lanzó aquella frase mientras sonreía, aquel joven tenía ojos verdes, tan preciosos que podrías mirarlos toda una eternidad sin cansarte de ellos; vestía un terno negro, demasiado elegante para alguien que busca atacar a los miembros de VIXX. Aquella vestimenta estaba decorada con una rosa roja algo marchita, ubicada en el bolsillo delantero del saco.

-Debo decir que me sorprendió el hecho que despertaras y te recuperaras tan pronto

- ¿Quién eres?- preguntó 17, tomando su arma por precaución, a pesar que su instinto le indicaba que ese joven no atacaría.

-Oh, princesa...- habló el de cabellos rubios- No pensarás en dispararme, ¿Verdad?- dijo acercándose; sin embargo, retrocedió al ver como la peliverde le quitaba el seguro a su arma y lo apuntaba con la misma- Al parecer, sí...

Park veía la escena algo distante, preparado para lo que sea que pudiese pasar y apoyar a (TN) en lo que ella necesitase. Algo que llamaba su atención era el rostro de aquel muchacho, trataba de rememorar dónde lo había visto, aunque sus recuerdos eran algo difusos en ese momento.

Por otro lado, el rubio miraba el departamento con detalle, le parecía algo simple para que sea ocupado por famosos artistas. Una parte de él se preguntaba por las habilidades de la tan nombrada 17, sabía que había sido parte de uno de los mejores equipos de la FEP; si era verdad lo que decían de ella, le parecía totalmente estúpido desperdiciar tal talento cuidando de un grupo de ídolos.

Debía admitirlo, ganas no le faltaban de probarse en un enfrentamiento con aquella chica; sin embargo, antes de que pudiese sucumbir ante sus deseos, recordó para qué había ido.

- ¿Qué es lo quieres?- la pregunta de Novata le leyó la mente.

-Solo vengo a celebrar que tus 45 días de coma terminaron... ¿Me vestí muy formal?

La peliverde lo miró confundida, cómo sabía él lo que le había pasado, pues la agencia había mantenido todo en secreto; la idea de que su madre tuviese algo que ver cruzó por su mente, aunque eso sería imposible puesto que esa señora no andaba pendiente de su vida. Vio la rosa roja que estaba casi marchita en el bolsillo del saco, sus ojos fueron a parar a aquellos ojos verdes del muchacho, sintiéndose envenenada por un momento.

No entendía nada.

-Dime algo, 17- el hecho que ese hombre supiese su nombre clave la puso nerviosa- ¿Cuántos ataques tuvo VIXX en esos 45 días?

-Qué...- mencionó ella en un susurro, incapaz de poder decir algo más.

-Solo piénsalo... Cuando te dispararon, te dejaron inconsciente en medio de la calle, pero no atacaron a VIXX- dijo el rubio, acercándose con cuidado- ¿A quiénes creen que van los ataques? ¿A VIXX? ¿O a ti?

-...

-Te dejaré esa pregunta como tarea- habló el chico una vez más, para después lanzar una bomba de humo y desaparecer con ella.

Park y 17 se cubrieron para evitar que el humo los ahogase, no sabían qué tipo de advertencia había sido esa, pero de algo estaban seguros, ese rubio les traería serios problemas. Poco a poco, el humo se esfumó, 17 se acercó y no había rastro alguno de aquel hombre, solo se hallaba aquella rosa que decoraba su terno tirada en el suelo.

La tomó entre sus manos y la miró extrañada.

¿Quién diría que aquella rosa se convertiría en su peor pesadilla?

~•~

Caminaba de un lado a otro mientras miles de pensamientos cruzaban por su mente. Dos días habían pasado desde que el rubio de ojos verdes se había aparecido en el departamento, Park le había dicho que ese mismo hombre los había visitado en el departamento cuando ella se hallaba en el hospital. Al igual que la vez anterior, había matado a un solo hombre.

GUARDAESPALDAS (VIXX Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora