Capítulo 5

947 41 5
                                    

-¿Queréis churros? Los he hecho yo- digo con una sonrisa.

-Mentirosa, los he hecho yo, tu solo te los comes- rie Jack.

-Ala idiota, me has hecho quedar mal- digo haciendo un puchero.

-Bien, dejemos todo esto de los churros, hemos venido a hablar.

El tono de Seth me hace darme cuenta de que esta conversación no va a ser para nada alegre.

-Bien, pues habla- digo subiéndome de un salto a la encimera y sentándome en forma de indio, Jack se sentó en la encimera que hacía esquina y los chicos como personas normales y civilizadas que no son se sentaron en sillas.

-¿Qué os pasa a vosotros dos?- dijo Marc cruzándose de brazos.

Miré a Jack que también me miró y me encogí de hombros.

-Nada-dije simple.

-¿Nada?- dice intentando imitar mi voz y digo intentando porque no le salió para nada bien.

-¿Podéis decirme que narices pasó ayer?- dice Seth exasperado y la verdad ni se por que.

Entre Jack y yo les contamos con todo lujo de detalles lo que pasó ayer, lo de mi enfado con el por irse, lo de Mason, lo de que casi morimos encima de una moto porque yo me caía... resumiendo, TODO.

-¡Sois unos putos bipolares!- dijo Marc haciendo aspavientos.

-No veo el motivo- dije mirando mis uñas.

-Ayer querías matar a Jack, estábais enfadados y hoy venimos y os encontramos tirados en el suelo riendo como gilipollas, ¿sigues preguntando porque sois putos bipolares?-dice Marc.

-No, ya me hago una idea- dije haciéndole una mueca extraña.

-Bien- dice Seth suspirando-¿Ahora me explicais que sois?

-Personas- responde Jack riendo por lo que suelto una enorme carcajadas.

-Gilipollas- respondo yo riendo.

-Eso lo sabíamos- dice Marc entrecerrando los ojos.

Seth resopla frustrado y pasa la mano de arriba a abajo por su cara.

-Teneis 21 años- dice por fin- no podeis seguir viviendo como si tuvieseis 17, teneis que ser adultos responsables, no gilipollas inmaduros.

-¿Y si no me da la gana?- digo de mala gana- tengo 21 años y soy responsable para decidir si quiero comportarme como una gilipollas inmadura, ¿me vas a venir tú a decir lo que yo- digo recalcando el yo y señalándome- tengo que hacer?¿No verdad? 

-Solo queremos que estéis bien y que no acabeis a ostias- exclama Marc refunfuñando.

-Somos mayorcitos Marc asúmelo- dice saliendo por la puerta de la cocina.

Mis pies se encontraban sobre la mesa de trabajo, mientras yo estaba saboreando una deliciosa piruleta, cuando de repente entró mi padre, haciéndome sobresaltar y quitar los pies.

-Te he dicho muchas veces que no pongas los pies en la mesa.

-Perdón- dije poniendo una inocente sonrisa.

-Aquí está la lista de los empleados a evaluar- dijo poniendo una carpeta en mi mesa- aquí está la lista de la maquinaria a comprar- otra carpeta más- y aquí están los gastos de este mes.

Fruncí los labios y miré las carpetas en mi mesa, así es señores, me dedicaba a evaluar empleados, a controlar el dinero gastado por la empresa y a saber cuanto dinero se gastan los técnicos en materiales, más que nada porque muchas veces antiguos técnicos se dedicaban a inflar las cuentas para robar dinero, pero gracias a súper Megan esto no volverá a pasar.

ReturnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora