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Capítulo 1.

Los vasos se llenaban de whisky por cuarta vez en la noche, el apartamento se inundaba de risas.

-Un brindis porque al fin nuestra vida es perfecta- dice Sofi poniéndose en pie y elevando el vaso.

-¿Perfecta?- dice Cris elevando una ceja.

-Casi perfecta- recalca Megan.

Lo cierto es que su vida no es del todo perfecta, Cris lo dejó con Seth hace unos meses, simplemente siempre discutían, siempre acababan de malas maneras, ellos siguen siendo “amigos” si se les puede llamar así, aunque las peleas entre ambos siguen, su carrera va muy bien, está estudiando magisterio infantil; Sofi ahora está en la universidad estudiando medicina, sigue con Marc y a los dos se les ve extremadamente bien y bueno; luego está Megan,  Megan ahora trabaja en la empresa de su padre dos días a la semana, los días que no tiene clase en la universidad, hace dos años comenzó la carrera de criminología , se ha mudado a un apartamento a tres manzanas de la casa de su padre, hace tres años…todo comenzó hace tres años-

Hace tres años que no lo ha visto, su vida no era perfecta pero le bastaba, de un día para otro desapareció, no se supo nada de él, pasó de verlo todo los días, a cada hora, a cada minuto, a cada segundo… y de repente…NADA, una penumbra constante se percibía en la casa, un cartel de se vende se encontraba anclado en el jardín, se fue, desapareció sin despedirse, ni una mísera nota, gracias a eso Megan encontró a Mason, el hombro que Megan siempre tuvo para apoyarse, ahora mismo era lo fundamental en su vida, aparte de su familia y amigos claro está y es que Megan cada vez que pensaba en eso no sentí ni tristeza, como lo estaba haciendo ahora mismo, mientras agitaba el vaso de whisky y lo miraba fijamente pensaba en ello, ni una lágrima derramada, ni un insulto dedicado a él… NADA, solo quería que se fuese de su mente, aparte de que se fuese de su vida.

-¿Nos estás escuchando?- preguntó Cris.

Megan levantó la cabeza en un acto reflejo y asintió.

-Vamos, que no nos estabas escuchando- dice Sofi elevando una ceja.

-Perdón estaba pensando en otra cosa- Megan se recuesta en el sofá y da un trago.

-¿Se puede saber en qué?

-En que tengo que terminar el trabajo de victimología- miente.

-Nada de universidad, ni clases, ni nada- dice Cris levantándose de golpe y haciendo aspavientos- es noche para reír, llorar y no hablar de mierdas de deberes.

-Bueno, es hora de dejar el whisky y pasar a las horas de chicas- dijo Sofi.

-¿qué son las horas de chicas?- dijo Megan fulminando a cris quien le quitó el vaso y los dejó en la cocina.

-Desde luego- Cris rodó los ojos- deberías pasar más tiempo con nosotras y no con Mason.

-¿Qué tiene eso que ver?

-Que si pasases más tiempo con nosotras sabrías que son las horas de chicas-dijo su hermana.

-Paren de hablar de las horas de chicas y explicadme de una puñetera vez que son las horas de chicas-  reclamó Megan exasperada.

-Las horas de chicas consisten en ponerte un pijama calentito y amoroso- enumeró Sofi con un dedo.

-Un peinado maltrecho- siguió Cris.

-Y…- dijo Sofi señalando tres dedos de su mano- ver películas.

-Aam- dijo Megan asintiendo- ¿y por qué un peinado maltrecho? ¿Voy mal así?- Megan pasó los dedos por su pelo ondulado.

-Sí, vas muy mal- contestó Cris.

Megan rodó los ojos y se levantó del sofá, las tres se dirigieron a la habitación de Megan, una vez en ella se quitaron la ropa y pusieron el pijama, se desmaquillaron la cara y obligaron a Megan a hacerse un moño cutre.