Prólogo

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Nunca he tenido un rumbo que seguir, siempre seguía lo que yo creía perfecto para mí.

Él me enseñó que no todo lo que brilla es oro, y es ahí cuando comprendí como ver el mundo tal como es.

Fui una mentirosa que cuando dejó de mentir no supo que era de su vida; pero él me salvó y yo lo liberé.

El desastre que dejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora