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 2:33 de la mañana.

Hace dos horas que se fue Caín, y mis ganas de dormir. Me levanto por quinta vez en la noche. Camino hacia la cocina por un vaso de agua. Me siento en la mesa y tomo mi frente.

Me ha tomado por desprevenida el cumplido pero sigo desconfiando de él, no puede ser que él este de acuerdo así tan fácil. 

Te ves linda cuando sonríes.

—¿Quién era el muchacho?—Doy un ligero brinco en el asiento e inclino la cabeza hacia abajo ocultando el rubor mientras tía Jude espera una respuesta.

¿Cómo sabe que un chico me trajo? Mi tía tiene cámaras en todos lados lo más seguro.

—Va en mi escuela.

—¿Y por qué te trajo del trabajo?

Suspiro y levanto la cabeza ante la mirada curiosa de mi tía.

—Tiene algo con la dueña, creo que es su hijo o primo, quizá esposo.

De hecho yo me he preguntado lo mismo, son muy diferentes de edad pero ella no luce como una madre.

—¿Un casado te ha traído hasta acá?—Regaña—. ¿Cuántos años tiene?

—No lo sé. Solo sé su nombre y lo que te he dicho.

—Eso espero, jovencita. 

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—¿Estás bromeando?— Niego por milésima vez. Lucia cierra su locker y comienza a observar por todos lados. Se recarga en él quedando en la misma posición que yo.

—Primero en el trabajo, y después mi casa.— Cubro mi rostro—. Estoy acabada.

Lucia guarda silencio por unos segundos, lo cual es raro ya que ella siempre tiene algo que decir. Giro mi rostro para observarla fijamente.

—Bueno, el lado positivo es que le puedes gustar y no está nada mal, es guapo y hasta te dijo linda.— Sube los hombros intentando darle sentido a lo que dijo—. Ay, no. A Linda le gusta él, no puedes quitárselo.

¿Qué? ¿Quitarle quien? A mí ni me interesa él. Recuerdo sus ojos y ese raro brillo, la sensación que hizo en mí, me sentía en paz.

—Estás babeando, Grecia.

—Claro que no.— Le doy un golpe leve en la espalda—. Apenas lo conozco, no me gusta y sí, es lindo pero hasta ahí.

Gira los ojos como siempre lo hace cuando digo una mentira.

—Como sea, debemos hacer pijamada hoy. Linda dará una fiesta y como siempre, debo salvarte para irnos temprano.

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—¿No es demasiado hermoso?— Babea Linda.

Caín se encontraba a 2 mesas de la nuestra. Su semblante serio y misterioso estaba como siempre. Picoteaba una uva con su tenedor, demasiado aburrido y pensante; espero que no sea por lo sucedido de ayer. Se toma el pelo entre sus dedos, parece demasiado preocupado.

No debo pensar en él ni en lo que dijo anoche. Como si nada hubiera pasado.

Vuelvo mi mirada a la mesa. Linda ha estado frente a nosotros con un sonrisa de oreja a oreja observando a Caín en cada cosa que hace. Toma su labial y repasa el color en sus labios. He visto a Linda sin tantas cosas encima y con un suéter, debo confesar que debajo de ese maquillaje hay una linda chica con mejillas rosas y pocas pecas que le adornan lindo el rostro.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2021 ⏰

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El desastre que dejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora