Tridial

13 1 0
                                    

Sabes? cuando era pequeña solía jugar con una niña llamada Tridial, éramos mejores amigas, no había nadie tan unidas como nosotras...
Ni habrá,
Encerio, nadie.
Solíamos jugar muy de noche, pues ella decía que no podían verla durante el día, me escapaba de mi casa a los vertederos de la granja para jugar con ella,
Era una granja abandonada,
Estaba tirada en medio de la nada,
En mi pueblo nadie queria hablar de ella y mi padre me mataría si me viera acudiendo a ella,
Pero yo iba, la cobardía jamás se apoderaría de mi vida,
Ojalá lo hubiera echo.
Ojalá pudiera olvidar ese día, ese maldito día.
Había una puerta en esa granja que de todas llamaba mi atención, sentía que conocía el otro lado de ella, me daba un aire a tan familiar.
Recuerdo que estaba manchada con sangre que según Tridial era sangre de los cerdos que mataban ahí,
Pero nunca entendí porque no podía entrar ahí,
Tridial era misteriosa e intimidante, ágil y muy desafiante, así que no me atrevía a desobedecerla, su piel pálida me abrumaba,pero como dije, la cobardía nunca fue parte de mi.
Fui como a las 6:30 de la tarde a la granja,
A descubrir los secretos que aguarda,
En especial los que se hallaban detrás de La Roja puerta.
Salte los cercos como de costumbre para entrar,
Pase por el agujero y entre.
Lleve un alicate y un martillo,
Me acerqué a la puerta y la atravesé,
Detras de aquella puerta se hallaba mi desgracia,
Ahí yacía algo que parecían cabellos y algo que parecía ser una lengua y en un saco en la esquina, se encontraba mi terror...
Tridial, muerta, ensangrentada,
De repente la escena se recreó en mi mente,
Fue un hombre alto rubio, quien la asesino,
La arrastró por toda la granja de sus cabellos hasta que se los arrancó y en esa habitación con el cuchillo la desbarató, ella gritó y grito y nadie acudió
Hasta que su lengua cortó y su final le dió,
Fue duro verla ahí en ese saco, solo quedaban sus huesos y la sangre seca, nadie fue ni siquiera a limpiar aquella escena.
- Me imagino que tuvo que ser terrible señora, lo lamento mucho, de verdad.
- lo sé niña.
-Debo darle sus medicamentos señora...
mira el archivo buscando el nombre.
- me llamo Alice
- Gracias, le traigo agua enseguida.
La enfermera le comenta a su compañera.
-Algunos pacientes tienen historias muy trágicas, no puedo creer que sean verdad... en especial la de Alice.
- cual Alice?
- Alice la que está en el sillón mirando.
- ella no se llama Alice, me parece mucho que su nombre es Tridial.
-Tri...Tridial??
-si, debo ordenar, oo...oye estás bien, estás pálida
-Si estoy... estoy bien.
Ahora todo tenía sentido, todo se aclaraba aquella señora sentada en medio del hospital psiquiátrico, no tenía cabellos en su cabeza, tampoco lengua, ella nunca le había hablado y ella desvaneció, los sillones, las mesas, las enfermeras, los pacientes, todo desvaneció, el hospital ni siquiera era real, nada era real, se desesperó y gritó, gritó y gritó,
Pero su lengua faltante la traicionó,
De rodillas calló y sus cabellos jaló
Y hasta que notó que ninguno le sobró de aquella trágica historia,
Y en silencio medito aquella ahora enfermera sobre las historias que había inventado para no notar que yacía en la oscuridad de aquel saco detrás de la puerta roja, su triste y trágico final, todo fue una ilusión de su alma en pena, que vaga en realidades alternas, para evitar mirarse en el cuchillo que aún pincha rasga su hueco corazón.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 12, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Historias que no son del todo historias...Where stories live. Discover now