Capítulo 11: Emoción

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Narra ___:

Aún estábamos en el avión, no hacía ni 2 horas que estábamos de camino a España y yo ya me estaba quedando dormida, no como el enano hiperactivo que tengo al lado, que no para de temblar en su sitio o de removerse con ganas de correr de un lado a otro de la emoción. No hace falta decir que se hallaba hablando animadamente con Kitt López, uno de los miembros del B.C Sol que congenió muy bien con el erizo peliazul, y cada vez que este se emocionaba de más, extendía los brazos, me pegaba en toda la cara y me mantenía despierta. Ya habían sido como 5 o 6 veces y juraría que poco a poco me va dejando la cara tatuada con su mano pequeña. Y como no, aquí venía la séptima vez

-Valt, me vuelves a pegar y vas a llegar a España antes de tiempo de la paliza que te daré _comenté mientras este retiraba su mano de mi rostro tras pegarme_

-Ups, lo siento... Es que es la emoción _se excusó entre risas nerviosas_

-Seguro, la trompada que te daré también será de la emoción, pero no precisamente una positiva _amenacé haciebdo tronar mis dedos, viendo como rápidamente se quitaba el cinturón y se cambiaba de asiento, dejándome sola y en paz, sin ningún riesgo de ser golpeada si quería quedarme dormida_

De fondo escuchaba las risas de Silas, él siempre tan moderado. Tanto así que la pobre Shasa comenzaba a hartarse de escucharlo. Luego estaba Christina intentando mantener una conversación decente con Free que se quedaba dormido cada 5 minutos y esta se enfadaba e inflaba sus mofletes para luego jalarle la mejilla y despertarlo. Me dediqué a observa el peculiar paisaje plagado de nubes cuyo color se veía alterado por el resplandor del sol de la tarde, que las pintaba de un color dorado único. Poco a poco, acabé por cerrar los ojos y ceder mi cuerpo al sueño profundo de una vez.

Todo estaba tan tranquilo, de verdad que sí. Todo excepto porque Valt vino corriendo y me zarandeó tan bruscamente que yo, que no me había quitado el maldito cinturón, sentía mi cabeza impactar una y otra vez contra el asiento. Juro que algún día mataré a este enano. Después de apartarlo de una patada no muy fuerte, procedí a salir del estúpido asiento y tomar mi equipaje para largarme del avión que al fin había aterrizado. Al menos se me hizo corto el viaje tras dormirme apenas pasadas las 2 horas con 30 minutos.

No lo voy a negar, el paisaje de España era realmente bello y la ciudad lo era aún más. Las calles eran concurridas y realmente animadas. Pero como Valt y yo no podemos quedarnos quietos, nos perdimos entre la multitud y poco nos importó si debíamos ver cada rincón y nos parábamos a mirar cada mínimo detalle. Pasó un largo rato antes de que nos diésemos cuenta de que no teníamos ni idea de dónde quedaba B.C Sol, no estábamos con el grupo de Chris y nadie allí nos entendía desde que todos hablaban español y nosotros no. Perfecto, lo que nos faltaba.

-¡Nos perdimos! _exclamó Valt al borde del llanto_

-Ya cálmate, Valt, gritando no resuelves nada _le aconsejé mientras tomaba mi móvil y llamaba a Shasa con tal de explicarle lo que había pasado. Cabe decir que la susodicha casi me peta el tímpano con sus gritos de enojo y los regaños que me dio. A ella le siguió Christina y no faltaban las risas de Silas y Rixon de fondo. Después de que se callaran y pudiese al menos darles un punto de referencia para que pudieran ubicarnos, corté la llamada y me dediqué a calmar a Valt que no paraba de gritar incoherencias del pánico que sentía por haberse perdido_

Al final nos encontraron y nos dieron un buen sermón por perdernos de ese modo. Luego nos integramos al grupo y nos encaminamos al B.C Sol.

Narrador omnisicente:

Si algo estaba claro era que estos dos no aprendían la lección, aunque si bien ___ intentó detener a Valt de largarse por su cuenta para admirar las bellas instalaciones de B.C Sol, al final no se resistió a su cara de cachorro y las ganas de verlo todo cuanto antes. De todos modos, Christina los dejó ir por su cuenta, mientras estuvieran en el recinto podría hallarles pronto o mandarles a buscar con alguien.

Algo que les sorprendió a los dos nuevos en el lugar era el hecho de que no habían demasiados estudiantes para ser una escuela de gran prestigio. Como mucho hallaban dos personas en cada pasillo. Comenzaban a preocuparse de tener que estar en clases y estar llegando tarde o algo así, pero no era el caso desde que los salones estaban vacíos. Extrañados, optaron por buscar a la directora con tal de que les explicara cómo sería su protocolo en aquella escuela y lograron encontrar la oficina de la susodicha tras perderse y dar vueltas por los pasillos como retrasados. Nada más Christina les tendió las hojas con sus horarios y ya sentían sus almas dejar sus cuerpos. Se esperaban algo riguroso al ser una escuela de prestigio muy reconocida a nivel mundial, pero tampoco pensaban que sería un horario infernal. ¿Clases hasta la caída de la noche? ¿Dos horas para cada materia? ¿Qué significaba eso de "entrenamiento matutino"? Más aún, ¿cómo que a las 5:30 de la mañana? ¿Quién se levanta a esa hora?

Ninguno de los dos decía una sola palabra, si bien se dirigieron una mirada de terror, no pudieron decir absolutamente nada al respecto. Christina rió con ganas de sus reacciones y les aclaró que ellos tendrían que omitir algunas actividades hasta que se adaptaran al horario del país. Inmediatamente después de esas palabras los dos se aliviaron como si se hubiesen librado de la misma muerte, y es que se garantizaban una si tenían que lanzarse con ese horario nada más llegar. Sin nada más que aclararles, Christina les guió hacia la zona de dormitorios para que dejasen sus cosas y descansaran adecuadamente, después de todo, el tour era innecesario siendo que los dos se habían tomado su tiempo para ver todo el recinto.

Sarcastic [Free de la Hoya x Reader] ©RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora