Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDO

CAPÍTULO XII- "Espejo Negro"

Creo que estoy viviendo en un mundo paralelo: Jackson Fox me está llevando a mi casa en su auto, mi casi inexistente relación con mi madre está decayendo, al igual que mis notas y asesine a mi mejor amiga.

Una vida para nada normal. Aunque jamás tuve una, pero quise convencerme de que sí.

Jackson sigue mirándome de reojo y en cada segundo que pasa aumenta el volumen del estéreo, aunque le pedí que la apagará. Solo está intentado irritarme. Sacó mis auriculares de mi bolso y me los coloco, Conan Gray empieza a sonar, pero antes logró escuchar un gruñido. Lo ignoró, aprendí que esa técnica es muy efectiva.

Pero no con Jackson. Me arranca los auriculares, y el aire se va escapando de mis pulmones mientras el carro se va deteniendo.

— Deja de hacer eso.

Intento recuperar mis audífonos, pero los esconde atrás de su espalda.

— Devuélvemelos.

— No.

— No estoy jugando, Jackson. Dame—
No mueve un músculo y me lanzó contra él. 

De nuevo inmoviliza mis manos con sus rodillas, pero mi resistencia se mantiene mientras mi respiración y cuerpo tiemblan. Intento luchar, pero él me supera con el mínimo esfuerzo colmando mi desesperación. Logro liberar una mano y lo golpeó en el pecho mientras las lágrimas me nublan.

— ¡Te odio!, ¡Te odio! — Gritó mientras las lágrimas me inundan y mi pecho se aprieta— Ya déjame en paz, por favor...

Pero no lo hace. Me aprieta contra su cuerpo en un abrazó que se siente liberador.

— Ódiame todo lo que quieras, pero vuelve a ser tú, Lissy. 

No sé cuánto tiempo lloro contra su hombro, pero sé que sus dedos rascando mi cuero cabelludo se sienten bien.

— Me estoy consumiendo por dentro— Susurró. Mi voz es débil, como todo mi ser — No creo soportarlo.

Jackson enrosca sus dedos en mi barbilla y me hace mirarlo directamente, volviendo todo más difícil.

— Pienso en ella todos los días, en cada momento, cada segundo. Era mi amiga, pudo no haber sido la mejor, pero la extraño. Tuvo que vivir una vida que yo le arrebate...

— Entonces vívela por ella. Nada de esta autodestrucción la traerá de vuelta, nada de esto la hará estar menos muerta. Te estás jodiendo y a los que te queremos por alguien que no lo valía.

Mi barbilla tiembla por tantas emociones, pero la mantengo alta.

— Tú no eres quién para decidir quién lo vale y quién no.

— Pero a la par de tu vida, la suya no vale nada. Eres Inteligente, pequeño monstruo, lograrás grandes cosas que ella jamás pudo ni imaginar. A mí su vida me vale, pero la tuya no. Enmienda tus pecados con el mundo. Haz algo bueno: ayudas pobres, cura una enfermedad o lo que sea, porque lastimándote a ti misma solo te estancas en fracaso.

— Tú no lo entiendes...

— No lo hago, y no lo haré. Pero mi misión no es hacerlo, sino protegerte de ti misma.

Quiero alejar mi mirada de la suya me está observando como lo hace mamá, mi tía e incluso Mica. No quiero que Jackson me mire de esa forma, no quiero ser vulnerable ante sus ojos, pero mis paredes se están cayendo a pedazos con mi vida incluida, y él está cerca.

— L-lo  ssie-nnto...—Cada palabra sale atorada con llanto— No sé qué me está pasando, quiero parar. Duele, duele demasiado.

—Todo va a mejorar, Lissy. Lo juro, hare que deje de doler.

Si hace unas semanas atrás me hubieran dicho que Jackson Fox estaría en el punto más bajo de mi vida, me hubiera reído en su cara.  

[...]

Jackson me llevo de regreso a mi casa y esperé a que su auto doblara en la esquina, y comencé a correr para el sentido opuesto. Mamá regresaría hasta el anochecer, pero tendría que regresar antes de que mi tía volviera del refugio. Mi destino estaba a tres kilómetros y contaba con solo veinticinco minutos antes de que regresara Mel, pero debía hacer esto. Debo darle un cierre.

Deje escondido mi bolso en los arbustos y comencé a correr hacia el corazón del bosque.

"¡Que mierda estoy haciendo aquí?"

Esa pregunta se repetía una y otra vez por mi cabeza mientras más dejaba atrás a la civilización y la seguridad. Esta era de las ideas menos brillantes que tuve, había un caso de desaparición sin resolverse y yo estaba desembaulando sola en el bosque, para nada sospechoso.

La noche empezaba a caer y la temperatura descendía en cada minuto que transcurría, según mis cálculos aún tenía dieciséis minutos antes de que regresara mi tía. Debía apresurarme.

Poco a poco comenzaba a verse el sombrerete del pozo y mi corazón comenzaba a aprestarse. Me detuve un segundo, y dude en continuar, pero necesitaba esto, necesito darle un cierre y pedir perdón. Me siento en el borde del pozo, y aunque trate, termine mirando abajo. No se podía apreciar nada, solo oscuridad. Los susurros del viento acompañan mis lagrimas mientras dije en voz alta las palabras que rondaban por mi mente todas estas semanas.

—Perdón. Perdóname por lo que te arrebate sin darte cuenta. Perdón por lo que te hice, y lo que no puedo borrar. Perdón por no darme cuenta o entenderte- Mi voz tiembla- Pero más que nada, perdóname por no lograrlo.

Odio este lugar.

Este bosque.

 A la persona a quien le estoy llorando.

—Te ame muchísimo, April. De verdad lo siento, pero pasare la página, —Acaricio el áspero material imaginando que es ella. —Juro que lo voy a compensar, viviré por ambas. Lo prometo.

 [...]

Mi regreso a la escuela fue tal como lo esperaba. Jamás llame la atención por mi físico ya que era normal, pero si tenía muchos conocidos porque era la "señorita responsable" "la novia de Ben" "la que siempre tiene la tarea o te explica una tarea antes de la evaluación". Bueno ahora tengo a medio instituto mirándome porque ahora soy "la amiga de la que desapareció". Todos me miran con pena, hablan a mis espaldas e intentan ayudar.

No necesito su ayuda, quiero estar sola.

Con el psicólogo, mamá, mi tía y los profesores, estoy saturada.

Quiero volver a casa y dormir, encontré esa actividad placentera estos días. Te aleja de los pensamientos, de los demonios. Luego de un par de pastillas para dormir que le robo a mamá, no pienso en todo lo que sucedió. En este momento tengo planeado hacer aquello, pero mis planes se oscurecen cundo una figura masculina se acerca.

Un uniforme implacable, una sonrisa de chico bueno y un rostro agradable es el fin de toda mi mejoría. Quiero correr para el otro lado, pero no puedo moverme, viene hacia mí y comenzó a llorar.

Él sabe que no fue un accidente como quiero convencerme. Ella respiraba y yo coloque mis manos en su cuello para salvarme. Sollozo más fuerte cuando me abraza, y quiero vomitar, su presencia me asquea. Intento alejarme, pero me aprieta más contra él.

—Shh, nena, todo va a mejorar—Su voz disminuye para que yo solamente lo escuche—Aquí no, tenemos público.

Empiezo a notar que todos nos miran y esto es solo una pantalla más.

Estoy tan harta de todo esto.

Cuando creo que esto no puede ponerse peor, noto al hombre joven que se acerca del brazo de una mujer hecha pedazos.

Yumiko Suzuki, el hermano de April.

Después de mucho tiempo, alguien me mira sin pena y no se siente liberador como esperaba, sino jodidamente aterrador.

~A~

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