Lazo Irrompible

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Dicen que todos cargamos con recuerdos de otras vidas y que al reencontramos con las almas de quien amabamos se vuelven a conectar nuestros destinos...

Yo nunca lo crei, hasta que quel día lo conocí.

Suena alarma a lo lejos
-Adiós - decia un chico, solo vi
Sus ojos verdes que resplandecían, estaban llenos tristeza.

-Mikasa - el grito agudo perforó mis oídos y me despertó de golpe había sido mi madre gritando desde las escaleras.
Voltee a ver el reloj ya eran las 7:30 - ¡Ya desperté¡ - Grite tratando de sonar lo más claro posible para que no se diera cuenta de que ignore mi alarma por 15 minutos.
Salte de la cama rumbo al baño a lavarme la cara y ponerme el uniforme.
Al verme al espejo tuve esa sensación extraña, esa en el que al ver tu reflejo no te reconoces pero sabes que eres tu.
Me acerque al labavo y puse mi rostro a pocos centímetros del espejo, mi cara goteaba del agua fria que habia puesto en ella para refrescarme.
Ese era mi reflejo de siempre, ojos azules, cabello negro y largo.
- quizá deba cortarlo un poco, sería más fácil peinarlo- recogí la mitad de mi cabello en una coleta para no traerlo igual que siempre y al voltear a revisar que el peinado se viera bien recordé lo último de mi sueño.
Esos ojos verdes que parecían centellear y apuntó de desbordarse en lágrimas.
Me di prisa a bajar para desayunar, la escena era la de siempre la mesa con tres platos de desayuno, mi padre viendo las noticias mientras toma café, mi madre terminando de empacar los Bentos.
-¡Buenos días!- les dije antes de sentarme a devorar mi plato -¡que aproveche!- me imagino que todos decimos lo mismo pero lo que mi madre cocina es casi celestial.

En las noticias salió un comercial del gobierno promocionando el nuevo parque turístico que habían tardado años en terminar, al parecer una de las zonas arqueológicas más importantes de la historia de la que habían quedado sólo ruinas había sido reconstruida, La isla Paradis, en los libros de historia decía que allí vivieron aliados de nuestro país para la reconstruir la humanidad después del gran cataclismo hacia casi 2000 años.

Unos pasos galopaban bajando las escaleras me desconcentraron era mi hermano que de nuevo se había quedado dormido.
Al ver el televisor se rio sarcásticamente y dijo.
-Es patético que esperen que nos traguemos ese cuento de hadas solo para lucrar con las entradas y viajes de las personas a ese lugar tan aburrido -
Apenas terminó la frase se metió un pan tostado casi entero a la boca.
-ya no somos niños para que nos laven el cerebro- dijo masticando el pan y las palabras.
-¡JEAN! No hables con la boca llena- dijo mamá mientras golpeaba su espalda para salvarlo de ahogarse con el bocado.
Aguante la risa y corrí a lavar mis dientes.
Papá nos dijo desde la puerta
-ya vámonos o se hará tarde-
Aún estábamos a tiempo y la escuela estaba cerca pero a papá le obsesióna la puntualidad.
Me acerque a mi madre para tomar mi bento, la bese en la mejilla y me dijo. - nos vemos después de la práctica - sonreí y le conteste
-claro mamá-.
Al salir encontré a mi padre y a Jean en el auto pero yo prefería ir caminando así que les dije con una seña que me iría a pie, Jean torció los ojos y bajando del auto.
-A donde crees que vas debilucha, sabes que me necesitas- y caminamos rumbo a la escuela.
Siempre ha sido sobreprotector, aun que al mismo tiempo muy impulsivo, siempre termino siendo yo la que lo saca de problemas. Pero eso es lo mas lindo de nuestra relación, sabemos que podemos confiar el uno en el otro por que somos un equipo.
Además se que quería ir caminando conmigo para verla.
-¡Buenos días Mikasa!- dijeron desde la casa de la derecha por donde pasábamos. -¡Buenos días Pieck!- conteste sonriendo; la verdad no soy buena haciendo amigas pero ella y yo somos parecidas a las dos nos gusta estar solas y respetamos nuestro espacio pero también nos apoyamos y salimos de ves en cuando, pero ella al parecer no le cae muy bien alguien. - ¿Y yo que, no me vas a decir buenos días?- dijo Jean tratando de ocultar que si le afecto con un tono sarcástico. Pero Pieck lo ignoro.
-¡que alivio! Hoy es el último examen de la temporada, ya casi salimos de vacaciones- dije animada para tratar de aliviar la tensión y funcionó por que ambos comenzaron a decir cuales eran sus planes para el verano.
Faltaban diez minutos para el timbre y por fin veíamos la escuela a lo lejos había algunos autobuses pues había un evento deportivo contra una de las escuelas del distrito ese día.
Pense para mi, mientras miraba el cielo que hoy era un hermoso día.
Pero sin saber que sucedía vi todo empezar a oscurecerse como si fuera a haber un tifón, voltee a buscar a Jean y a Pieck pero no los encontré... Ya no estaba en el mismo lugar, levante mis manos para verme pero estaban bañadas en sangre, mi garganta se apretó con un gran nudo, como si quisiera gritar y llorar pero nada salía. Antes de desvanecerme escuché mi voz pero como si yo estuviera atrapada en mi mente y alguien más usará mis labios, no podía entender todo solo escuche - Hasta luego, te volveré a encontrar lo prometo-
Cai de rodillas y me deje llevar por la oscuridad.
Entre la oscuridad una luz cálida me envolvió y vi a lo lejos una colina, un árbol y el campo lleno de flores azules mecidas por el viento, no sabía dónde era pero lo había visto antes, en esa paz que me lleno ver ese lugar comencé a escuchar a Jean llamándome.
Con pesadez abrí mis ojos vi la cara preocupada de Jean y el techo de la enfermería.
-¿Que fue lo que pasó? -

En mi próxima vida... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora