En mi próxima vida...

Cuando Estoy A Tu Lado

El fin de semana pareció un lunes después de todas las sensaciones que vivieron el viernes anterior.
Ya era domingo por la tarde y ambos seguían abrumados por el encuentro que les había brindado tanto alegría como incertidumbre, aún que en ese instante la chica de cabello negro que estaba parada bajó el reloj que está afuera de la estación de tren solo podía sentir las manos frías, el rostro ardiendo y mariposas en el estómago.
Unas horas antes ese mismo día había recibido un mensaje
-Hola Mikasa, ¿tienes libre hoy en la tarde? Me gustaría que continuaramos la plática en persona, ¿te gustaría ir a un café conmigo? - Eren tuvo que reunir mucho valor para poder escribir aquel mensaje, pero era justamente lo que ella deseaba leer.
Habían quedado de verse en la estación de tren que estaba a pocas calles de un café al cual decidieron ir por que no era muy frecuentado pero tenía un aire muy acogedor y rústico.
-¿Por qué siempre llegó demasiado temprano, aun faltan veinte minutos para que sea la hora que acordamos?- pensó Mikasa mientras veía pasar a las personas, se sentía fuera de lugar y observada, pero en realidad era imposible que pasara desapercibida tenía su cabello atado en una coleta alta y usaba un hermoso vestido mauve floreado con una chaqueta de mezclilla, aquel atuendo la hacía sobresalir aún que fuera sencillo por la belleza natural de ella.
Mientras ella estaba inmersa en sus pensamientos, unos pasos se acercaban a gran velocidad pero justo al salir de la estación de tren se detuvieron.
Eren se quedó congelado al ver el cabello largo y ondeante, el vestido, pero su rostro, ese rostro distraído, pintado de un tenue sonrojo. Solo dos días, dos veces la había visto pero había algo en su interior que se moría por correr a abrazarla, algo que era tan nuevo e incontrolable. A caso ¿eso era lo que se sentía estar enamorado? Y un segundo después un frío igual de intenso lo lleno, la duda, como todo adolescente se sentía abrumado por el miedo al rechazo, a la indiferencia.
Pero justo en ese momento de dualidad de Eren, la apenada Mikasa lo miró. Así que el camino hacia ella tratando de callar las voces de su interior.
-Hola, ¿has esperado mucho? -
Dijo el tratando de no dejar notar su nerviosismo. Ambos miraron el reloj y vieron que aun faltaban 15 minutos para la hora acordada.
-No, no te preocupes acabo de llegar- contestó Mikasa, agradecida por que ya no estaría allí sola parada sintiéndose incomoda.
Ambos sonrieron y se dirigieron rumbo al café.
Llegando al lugar entraron y se dirigieron a una mesa al fondo, el lugar estaba lleno del delicioso aroma a café recién molido y algunas especias de los tés que estaba sirviendo al momento, de entre todas las mesas solo estaban ocupadas otras cuatro aparte de la suya, todas de personas adultas leyendo desde libros hasta periódicos, era un ambiente mucho más tranquilo que las cafeterías de moda que se abarrotaban de jóvenes de sus escuelas que iban a conversar de cosas triviales. La mesa en la que se sentaron era de madera rodeada por dos sillones rojos bastante clásicos.
Apenas habían tomado asiento cuando una camarera se les acercó para tomarles el pedido.
-Yo quiero un chai latte- dijo Mikasa, Eren miraba el menú y pidió - A mi un latte doble y un plato de galletas para compartir-
La camarera asintió y se dirigió al mostrador.
-¿Te gusta el lugar? - preguntó Eren ya que el había sugerido el lugar ya que lo había visitado con su padre algunas veces.
- Si, me parece muy acogedor- le dije sonriendo, el respondió también con una sonrisa.
-Me alegra, este lugar me gusta mas que los lugares de moda, me parecen muy simples y efímeros. Este lugar tiene mucho tiempo y su calidad se mantiene. Sueno cómo un amargado pero creo que las cosas que atraen a los de mi edad no aportan nada, mi padre dice que la sabiduría la encuentras donde un anciano te la pueda compartir- cuando terminó de hablar yo no podía dejar de sonreír, me encantaba conocer esas partes de él - sueno raro ¿verdad? - preguntó
-No para nada, mis compañeras no entienden por qué entre al club de kendo, dicen que eso es aburrido y para hombres, pero a mi me relaja el poder encontrar algo en que concentrarme, es bueno para mi cuerpo y mi mente, aunque a las chicas de mi edad les interesa otras cosas, y esta bien, pero à mi no. Creo que es bueno encontrar a alguien que ve las cosas diferentes-
Terminando de decir aquello ambos nos sorprendimos de sentirnos tan libres de dar nuestro punto de vista sin miedo a ser juzgados y sin necesidad de fingir para encajar.
En aquel momento la camarera se acercó a nuestra mesa con las bebidas, tenía una sonrisa reluciente y parecía muy alegre.
-Aquí está el chai latte para la dama y el latte doble para el caballero, las galletas son barras de limón caseras pero estas van por la casa a mi esposo y a mi nos alegra ver a dos jóvenes que aprecien el servicio de nuestra cafetería, mi nombre es Gaby Smith y estoy para servirles- se retiro con una gran sonrisa la mujer mientras se dirigía un hombre rubio y alto detrás del mostrador, eran una pareja bastante tierna.
Eren y yo aguantamos la risa, aquella mujer había sido demasiado amable que causó una impresión en nuestra tarde, el café y las galletas eran deliciosas, realmente nunca había probado algo tan equibrado. Mientras lo disfrutábamos conversamos un poco de nuestros gustos en música, comida, pasatiempos. Fueron unos momentos bastante reconfortantes, todo fluía tan natural, como hablar con un viejo amigo, a ambos nos gustaban las películas de acción y aventura, el había ido a equitacion y yo solía montar cuando visitaba a mis abuelos al campo.
El tiempo pasó tan rápido que no nos dimos cuenta cuando ya habían pasado dos horas de que habíamos llegado. Entonces eren sacó una tablet de su mochila, casi lo habíamos olvidado, pensábamos investigar de la isla y la autora, pero nos habíamos divertido tanto que eso ya no parecía relevante.
Me acerque para ver lo que quería mostrarme pero el se levantó de donde estaba y se acercó para sentarse a mi lado ya que yo estaba en un sillón doble, justo iba a mover mi bolso cuando eren también lo tomó pero en lugar del bolso sostenía mi mano.
Voltee a ver su rostro, pero estaba muy cerca, fueron unos segundos pero pareció eterno, esa era la primera vez que estábamos tan cerca y podíamos disfrutar de ese momento sin visiones ni malestares, aun que era la segunda vez que sostenía mi mano, parecía nuevo, una sensación eléctrica que me recorrió el cuerpo, pensé que el solitaria mi mano como cualquier chico lo haría al sentirse incómodo pero eso no sucedió, dejo la tablet en la mesita y con la mano libre quito el bolso y se sentó sin soltarme la mano ni apartar la mirada. Y vi sus labios moverse.
-Tenía miedo- suspiro y continuó - tenía miedo de dejar que mis sentimientos crecieran sin saber que es lo que tu sientes, pero no puedo evitar sentirme así, y aun que tu no sientas lo mismo debo decirlo- hizo una pausa y bajo la mirada, mi corazón estaba latiendo muy fuerte y yo me sentía como embriagado por el peso de sus palabras, pero antes de que pudiera ni siquiera tratar de controlarme el volvió a. Mirarme y dijo- creo que estoy enamorandome de ti, por que cuando estoy a tu lado ya no tengo dudas, me siento feliz, me siento libre-mis ojos no podían abrirse más pero solo pude sonreír y responderle.
-Yo nunca he estado enamorada pero si eso es lo que siento por ti, no quiero que se termine y quiero seguir descubriendo estos nuevos sentimientos a tu lado-
Sin darnos cuenta ambos dejamos correr unas pequeñas lágrimas de alegría, como si algo dentro de nosotros se hubiera liberado.
Aquel día nos olvidamos a lo que habíamos ido y al irnos de allí y separarnos en la estación de tren a pesar de que crecía la distancia entre nosotros al ir a casa nuestros corazones seguían conectados en aquel sentimiento.

[nota del autor:
Me disculpo por la tardanza pero en realidad no tenía ganas de nada pero espero que este capitulo los Emocione tanto como a mi
PD. El nombre de la cafetería era Smith's, era de un extangero Alemán que vivía con su esposa Mexicana y habían abierto aquel café por el gusto de entregar sus corazónes a quienes servían, es decir que en esta realidad cumplí Mi Sueño de casarme con Erwin. Jajajaja
Los amo mucho gracias por su apoyo, trataré de seguir actualizando la historia más seguido.]