୨୧ ¡ 𝐁𝐋𝐎𝐍𝐃 𝐁𝐀𝐁𝐘 ! › ♥︎

ৎ୭. 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝖿𝗈𝗎𝗋 ﹗!

SeokJin se separó del rubio cuando un alumno entró al sanitario de caballeros. Jungkook mantuvo un notorio sonrojó durante el camino de regreso a la mesa donde estaban sentados anteriormente.

— ¿Estás bien? — Taehyung preguntó a su amigo apenas lo vio llegar. — ¡¿Qué le has hecho?! — Retó a SeokJin al tocar las mejillas del rubio y sentirlas en extremo calientes.

— ¡¿Cómo puedes pensar que he lastimado a Kookie?! — SeokJin alzó la voz obteniendo tres miradas sorprendidas. — ¡¿Cómo crees que soy, Taehyung?!.

SeokJin bufó molesto y se sentó bruscamente en su asiento al lado de Hoseok cruzando sus brazos y manteniendo el ceño fruncido junto a su boca hecha una mueca. Hoseok lo examinó con cuidado y sacó un pequeño chocolate de su bolsillo, entregándoselo lentamente pues lidiar con SeokJin enojado era todo un show.

Jin se preguntaba por qué lo miraban así; lo único que él había hecho fue seguir a JungKook, disculparse y darle un abrazo. No hizo nada malo y sin embargo, ahí estaba su mejor amigo dándole un chocolate para calmarlo.

El pelinegro giró su cabeza en dirección contraria a Hoseok, rechazando aquel dulce, dando a entender que no podía hacerlo sentir mejor con eso. JungKook miró a Taehyung que se mantenía sentado mordiendo levemente su pulgar y entendió la situación, pues fue similar a cuando en el día anterior fueron a verlo para que los ayudara en la tarea.

Cuando SeokJin abrió la puerta de su habitación, su amigo se espantó y de forma nada sutil, lo había empujado hacia el frente.

— Deberías pedirle disculpas, TaeTae. — susurró el rubio al mencionado, haciendo que lo mirara como si hubiese dicho una barbaridad.

— ¿No ves lo enojado que está? — Taehyung negó rotundamente, también susurrando. — Si le hablo ahora, será la muerte para todos. — Y sí, Taehyung estaba exagerando, pero el pequeño rubio era un poco ingenuo y no conocía realmente al mayor, por lo que ahogó un grito de miedo mientras miraba disimuladamente al mayor quien se mantenía con la cabeza hacia la dirección opuesta a ellos.

— Vamos, SeokJin. No seas una Alpaquita enojona. — JungKook rio con el tierno apodo que Hoseok había pronunciado haciendo enrojecer al mayor.

— Hoseok... — SeokJin le rogó con la mirada y la forma en que pronunció su nombre indicaba que no lo avergonzara frente al rubio.

— Oh, oh, nada de Alpaquita enojona. Quise decir... — Hoseok movía sus ojos rápidamente, buscando una solución al problema. — ¿Niño enojón?.

Hoseok quiso sonreír, pero fue más una mueca que una sonrisa y JungKook volvió a reír ante la inesperada situación en la que se vió envuelto.

SeokJin sentía que el enojo se le pasaba al escucharlo reír y pronto, se unió al rubio con una risa incómoda que terminó en una gran carcajada al darse cuenta de sus acciones anteriores.

Taehyung los miró estupefacto, pues JungKook con solamente haber reído, logró que SeokJin dejara de estar enojado. Le sorprendía mucho el hecho, pues creyó que aquella pequeña risa que soltó al principio haría enfurecer más a su hermano.

Se levantaron de la mesa unos minutos antes de volver al salón de clases. SeokJin y Hoseok acompañaron a los menores hasta su salón riendo aún. Taehyung se acercó sigilosamente a su hermano.

SeokJin le dirigió una mirada que Taehyung sabía decifrar muy bien debido a que ya habían sido varias las veces en que su hermano lo miraba de esa manera después de que hubiera causado algún problema.

Taehyung abrazó fuerte al pelinegro y al separarse sonrieron como los buenos hermanos que son. SeokJin no podría estar enojado con él, pues era cómo su fuente de energía y se alegraba tanto de tener un hermano energético que lo complementaba. Y por su parte, Taehyung sentía que no podría haber mejor hermano mayor que SeokJin, quien lo ayudaba siempre con sus tareas de matemáticas.

— Presten atención a la clase de matemáticas, pequeños. & Habló SeokJin una vez que estuvieron frente al salón de JungKook y Taehyung.

— Pero Hyuuung — Taehyung alargó la última palabra haciendo un puchero.

— Nada de pucheros, Taehyung. — Atacó Hoseok, obteniendo una mala mirada del mencionado.

— Nos vemos luego. — JungKook agitó su mano hacia los dos mayores a la vez que jalaba de la manga a Taehyung para entrar en su salón.

SeokJin y Hoseok partieron al suyo, esperando por terminar las clases de ese día pues el amigo de SeokJin iría a su casa a jugar videojuegos.

Tae esperaba en la salida a su hermano junto con JungKook, quien se encontraba contándole lo que había sucedido en el baño a la hora del almuerzo.

— Yo pensé que te había hecho algo, llegaste muy colorado y me preocupé.

Taehyung abrazó a su rubio amigo quien le pedía que lo soltara.

— Eres muy empalagoso, aléjate. — JungKook pedía intentando safarse del abrazo de su alto amigo.

— Mira, ahí viene SeokJin.

Taehyung señaló al pelinegro que se acercaba sonriendo a los dos pequeños, JungKook deseaba que esa sonrisa fuera para él.

— Hola — saludó Jungkook con una sonrisa cuando el mayor se acercó.

— Hey, Kookie. — SeokJin le sonrió mientras desacomodaba un poco el cabello del rubio.

— ¿Nos vamos? — Preguntó Taehyung.

— ¿Irás a casa, JungKook? — Cuestionó SeokJin al rubio quien asintió en respuesta, emocionado.

— Entonces vamos. — Taehyung comenzaba a avanzar pero SeokJin lo detuvo.

— Aún falta Hoseok, voy a buscarlo. — Sin más que añadir, SeokJin partió en busca de su mejor amigo quien supuestamente solo necesitaba recoger un papel en la dirección de la escuela.

JungKook frunció su ceño al ver la urgencia con la que SeokJin fue a buscar a Hoseok.

"Ojalá así hubiese ido a buscarme a mí". Pensó JungKook e inconscientemente hizo un puchero que Taehyung notó.

— ¿Sucede algo?.

— ¿Qué? Oh, no. — Se apuró a decir el rubio un poco nervioso. Taehyung asintió con un deje de duda, pero no le tomó tanta importancia.

Unos minutos después, SeokJin regresaba con el brazo al rededor de los hombros de Hoseok mientras reían de algún chiste que Jung había contado.

— ¿Qué es tan divertido?

Preguntó el hermano de SeokJin y JungKook le agradeció internamente porque él también sentía mucha curiosidad acerca de lo que les causaba gracia.

— Nada importante, ¿Cierto, Hoseok? — Y volvieron a soltar carcajadas, dejando a los menores confundidos mientras avanzaban hacia el carro de los Kim.