El puchero que los labios de JungKook formaban indicaba que algo iba mal, muy mal para el pequeño rubio mientras se dirigía a la mesa donde SeokJin estaba sentado esperándolo.
— ¿Bebé? — Preguntó SeokJin levantándose de su asiento para ir hacia JungKook.
— Jinnie... — JungKook suspiró abatido, dejando que los brazos del mayor se abrazaran a su pequeño cuerpo.
Ambos habían pasado ya al siguiente grado escolar que les correspondía a cada uno, y por lo tanto, un año más formaba parte de su tiempo en vida. Las vacaciones de verano que tuvieron al finalizar las clases del ciclo pasado, fueron las mejores para ambos y deseaban que hubieran más como esas en el futuro pues salían cada dos días a jugar en el parque, a sentarse debajo del gran árbol que había con un lindo picnic que las madres de ambos les preparaban.
Incluso fueron a un parque acuático y a las montañas rusas, donde casi no dejan entrar a JungKook por su estatura.
Sin embargo, era mitad de semana y las cosas comenzaban a ir mal ya que con las tareas que dejaban los profesores sin piedad alguna, el tiempo para que ambos puedan verse fuera de la escuela se vio limitado a viernes por la tarde para hacer tarea juntos y sábados junto a domingos para salir o simplemente pasarla juntos en alguna de las dos casas.
Por supuesto que ese fin de semana no iba a ser diferente, al menos, según sus planes.
— ¿Estás bien? — Preguntó SeokJin preocupado.
— No vamos a poder vernos el fin de semana. — JungKook se separó del abrazo pero mantuvo su mirada dirigida a sus zapatos.
Antes de que Jin pudiera responder, JungKook volvió a hablar.
— La profesora de ciencias nos ha informado acerca de la salida a un campamento y contará como calificación.
SeokJin lo miró sorprendido. — ¿También irás?.
JungKook levantó la mirada viendo a su novio con el ceño fruncido.
— Te iba a decir que no podríamos vernos por la misma razón, Kookie.
El rubio lo abrazó contento y comenzó a brincar dando círculos en su lugar junto al mayor, quien reía por lo que hacía Kook.
— Entonces sí estaremos juntos. — Soltó JungKook emocionado tomándolo de la mano para ir a sentarse a almorzar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El viernes llegó y con ello, cuatro estudiantes sumamente emocionados por el pequeño viaje que harían el sábado temprano. Como era costumbre, los niños se dirigieron al auto de JooHyun apenas sonó el timbre que anunciaba el término de clases.
— ¿Ya saben qué vamos a hacer? — Preguntó mirándolos por el retrovisor.
