SEGUNDO OMEGA

Fiesta de Compromiso

*Naruto*

Exasperado tomo un gran pedazo de papel higiénico en un inútil intento de detener todo el sudor que al parecer decidió ser interminable justo el día de hoy, el baño frio que tome hace solo unos minutos fue una total pérdida de tiempo. No sé a quién culpar, si a las hormonas o a los nervios, solo puedo ponerme la camisa unos segundos antes de llenarla de sudor, ahora esta descansa completamente arrugada colgada de su gancho en la puerta, lo que a su vez sumaba otro punto al ataque psicótico que está a punto de tener.

-¿Ya estas listo?- la puerta del baño se abre dejando ver la cara impaciente de Madara, se ve muy guapo en su traje color crema y con el cabello amarrado en una coleta baja-ya es tarde, debemos bajar- eso fue el remate, sin poder contenerme solté a llorar, a berrear mejor dicho.

Lo estaba arruinando todo, Hashirama se había esforzado por semanas, días en donde el omega moreno corría de un lado a otro rodeado de organizadores que le insistían por una respuesta y aunque Madara le insistiera que el omega mayor estaba acostumbrado y que durante años había sido el encargado principal de todas las festividades Uchiha, él no podía ignorar las ojeras en la cara de Hashirama al final del día cuando a pesar del cansancio le untaba aceite en la barriga, o como se levantaba incluso más temprano que antes solo para dejar toda la casa organizada para poder salir a seguir enlistando todo lo que se necesitaba para una fiesta de tal magnitud como lo es un compromiso Uchiha.

Él no había puesto un solo dedo en ayudar a organizar toda la fiesta, SU fiesta de compromiso, lo único que tenía que hacer era presentarse y sonreír, era todo, pero ahora todo estaba arruinado, el traje que hace una semana le quedaba como guante, ahora se negaba a cerrarse por completo, la camisa quedando con un precario botón que amenazaba por reventar en cualquier momento exactamente en la punta de su vientre de casi cinco meses.

Eso lo pudo haber ocultado con el saco, pero su cuerpo se negaba a dejar de sudar al pensar en todas las personas que tendría que enfrentar en la planta de abajo, una cosa era seguir a Madara en las pomposas fiestas ejecutivas, siendo mayormente ignorado por los empresarios alfa, otra cosa muy diferente era estar bajo el escrutinio de todas las esposas y esposos de la alta sociedad que fueron criados desde la cuna para ser perfectos en todos los ámbitos.

El solo pensarlo le hacía querer salir corriendo y encerrarse en su cuarto junto a su alfa y a su omega.

-¿Qué paso? Zetsu me dijo que hay una emergencia- la voz de Hashirama resonó mientras se abría paso en el baño, verlo tan arreglado, tan bonito y pulcro en su kimono crema con bordados dorados en el obi, me hizo soltar un berrido aún más fuerte contra el pecho de Madara que solo se limitaba a acariciar lentamente mi cabeza, podía sentir el creciente pánico a través del lazo, con tristeza vi la mancha de mocos y llanto en el traje de Madara, genial, otra cosa arruinada.

-¿Qué le hiciste Madara?- preguntó Hashirama con el ceño fruncido al tiempo que me arrebataba de los brazos del alfa-¿estás bien Naruto?- me interrogo ahora a mí a la vez que me acariciaba el rostro lloroso y me daba un beso en la frente.

-¡solo le pregunte si ya estaba listo!-

-no me hizo nada, solo yo...arruiné la fiesta-conseguí decir entre sollozos a la vez que dejaba que el aroma a lavanda y madera me relajara- te esforzaste tanto tebba, yo no quería arruinarlo, pero...pero ya es tarde, no puedo dejar de sudar tengo miedo de salir y la ropa no...no me queda-la última palabra salió con esfuerzo de mi boca ya que el nudo amargo del llanto volvió a llenar mi garganta.

-no digas idioteces Naruto, tu no has arruinado nada- Madara me envuelve desde atrás pasando las manos por mi vientre desnudo y el omega mayor corre a buscar una toalla húmeda con la que empieza a secar mi rostro.