1 años antes
*Madara*
Siento la cabeza caliente y por más que hago el intento mi respiración no se tranquiliza. Con rabia aparto las lagrimas que amenazan con caer de mis ojos, es raro, pero simplemente no logro reunir el coraje para alzar la mano.
Hashirama sigue en el suelo luego de haber caído a causa del incontrolable llanto, quise golpearlo, pero el solo deseo de hacerle daño a mi omega hace que el lazo queme de manera profunda. Me alejo hasta llegar a la mesa de licores destapando cualquier botella al azar y dándole un profundo trago.
El alcohol quema, pero no es mayor del dolor que siento en el pecho, en el corazón, en el lazo que no une.
Dos días, solo llegue dos jodidos días antes, decidido a por fin arreglar las cosas con mi esposo. Después de interminables meses de peleas, de reclamos debido al exceso de trabajo, por fin iba a dejar todo en manos de Fugaku por algunos meses y recorrer el mundo junto a su amado, revivir esos apasionados días de luna miel, ser de nuevo esos jóvenes que querían comerse el mundo.
Porque Madara sabía que, de no hacerlo, llegarían al divorcio y lo peor, al rompimiento de un lazo, el dolor mas grande que cualquier alfa y omega puede pasar.
Pero todo se fue a la mierda, doy una mirada al omega que no ha dejado de sollozar en el suelo, el cuerpo que creí solo mío envuelto solo en una precaria sabana, en otra situación no hubiera transcurrido ni un segundo para tomarlo en brazos y llevarlo hasta el nido que siempre estaba esperándolos en su armario, así había sido durante años.
Suelta una risa que suena mas como un sollozo, al recordar las innumerables peleas por ese maldito nido, Madara siempre contrataban arquitectos para construir un cuarto especialmente diseñado para el nido mas hermoso que pueda llegar a imaginar cualquier omega, pero Hashirama siempre terminaba despidiendo a los trabajadores, diciendo que su nido estaba perfecto y no necesitaba cambios, a pesar de las innumerables caídas que sufría el propio omega por la ubicación de este.
Ahora todo eso valía una mierda, todos los pequeños detalles de su vida, todos esos veinte años se habían ido al carajo.
El ramo que le había comprado aun se encontraba tirado en suelo, cientos de flores se esparcían por el suelo, desprendiendo un rico olor a naturaleza que no lograba opacar el olor a sexo y jazmín que había dejado el alfa al salir.
-¿Por qué Hashirama?- al fin me dejo caer sobre el sillón de la lujosa recamara del hotel, aun se arrepentía de haber ido, no puedo creer lo idiota que he sido, como no pude notar ese doloroso tirón en el lazo, o tal vez si lo sentía, pero prefería no hacer caso de su existencia-¿tanto me odias?-
Mi omega al fin alza el rostro, mirándome con sorpresa, como si hubiera dicho la mayor estupidez de mi vida, como cuando éramos niños y yo aseguraba que si tomaba mucho vuelo podría saltar de un techo a otro.
-claro que no Madara, co-como puedes preguntar eso- verlo arrastrase por el suelo hacia mi me hace querer llorar, saber que esta desnudo bajo la sabana me hace apartar las manos cuando el intenta tomarlas, doy un trago mas a la botella- yo te amo y lo sabes-
-buena forma de demostrarlo cariño- le contesto amargamente.
*Hashirama*
-Deberías invitar al chico a cenar- comento mientras paso las puntas de los dedos por las fotografías que decoran la oficina de Madara, todos nuestros hijos en diferentes edades, aprieto los labios al percatarme de la ausencia de la foto de nuestra boda.
Madara alza la mirada de los papeles, quiero reír pero me contengo ante su cara de sorpresa-¿Qué chico?-
Dejo escapar una sonrisa que, por supuesto no me devuelve, camino despacio hasta sentarme frente al imponente escritorio de caoba, donde el cenicero esta hasta el tope y miles de papeles se extienden esperando ser revisados.
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SEGUNDO OMEGA
FanfictionUzumaki Naruto se ha convertido en el segundo omega de Uchiha Madara, siendo su primer esposo Senju Hashirama. Ninguno de los tres sabe si podrá lidiar con esta situación. Pero por algo el destino los unió.