Capítulo 6 - Preparación

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Silencio.

Silencio profundo e incómodo llenaba el lugar.

Lincoln jugaba con sus dedos mientras esperaba el castigo de su supuesto Padre, el trikru era un joven de 17 años y, en busca de la rubia, estuvo varios días lejos de su "casa", estas acciones confundía un poco al trikru, ya que al ser de una cultura diferente se sentía un poco restringido entre lo que podía y no podía hacer. En este caso, aunque suene irónico, Charles Pike era su Padre.

Él claramente se acordaba de Pike, olvidarse del hombre que lo ejecuto no era fácil, aun así el trikru controlaba sus impulsos, los cuales había cultivado a través del tiempo y con un poco de arrogancia, Pike miraba a su "hijo" creyendo educar bien al trikru.

—¿Entonces? ¿Qué excusas tienes Lincoln?

—No tengo ninguna excusa, lo siento— se lamentó el chico, Charles suspiró cansado. La historia del asesino de Lincoln era algo... Conmovedora, sí, el hombre que mató al novio de Octavia tenía sentimientos, hace 10 años, (cuando el trikru tenía 7 años) la esposa de Charles murió de un cáncer cerebral, afecto mucho al hombre quien irónicamente, sufrió como si fuera el quien tuviera la enfermedad.

—Irte cinco días de la casa, ¿no te parece suficiente? Lincoln no creo que tu comportamiento sea el adecuado, he tratado de educarte lo mejor posible... ¿Y así es como me pagas?— de vuelta el silencio incómodo, pero esta vez dejando en claro un aura de cosas no dichas. El trikru se levantó miró a su "Padre" y hablo antes de irse.

—Sé que eres un buen Padre, pero no creo que te conozco lo suficiente, Papá— y se alejó después de darle una mirada al hombre.

—Sé que eres un buen Padre, pero no creo que te conozco lo suficiente, Papá— y se alejó después de darle una mirada al hombre

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—¿A dónde vas?

—Lejos de aquí, donde tú ni nadie pueda molestarme— el trikru se fue dejando a Charles con la palabra en la boca.

[Al día siguiente]

Los rayos de sol se colaban por la ventana del habitáculo de la rubia, no había podido pegar el ojo en toda la noche, pensaba en tantas cosas que su mente estaba exhausta de tanto pensar, su imaginación cambiaba bastante frecuente de escenario, imaginándose muchas cosas. Pero en todas aparecía Lexa.

La casa era un total silencio, no se escuchaba nada así que obligándose a moverse Clarke se sentó en la cama y observo la hora del reloj; 6:56 de la mañana. De un momento a otro la rubia,  sintió unos pasos afuera de su habitación, por unos breves segundos demostró pánico en sus expresiones, pero luego pensó que sería Octavia o Jake. Sin embargo no era ninguno de ellos, era Carol.

—Eliza, ¿estas despierta?— un debate interno se formó dentro de la rubia pues no sabía si seguir durmiendo o saber por fin quien era la tal Carol. Decidió enfrentar a la esposa de su Padre.

—Eh... Sí, estoy por aquí, no pude dormir bien anoche—, silencio, Clarke no podía ver bien a Carol pues ella se encontraba en una parte demasiado oscura del cuarto. La madrastra de la rubia camino lentamente así el borde de la cama, y allí con la luz mañanera del sol, Clarke se dio cuanta que la esposa de su Padre era Anya. Un escalofrío recorrió la espalda de la gran WanHeda, ella recordó como la trikru moría en sus brazos.

Sin embargo esta nueva versión de Anya era diferente, sus facciones se notaban más limpias, no se percibía ningún signo de angustia, miedo y lo que jamás Clarke había visto en la castaña, una sonrisa de esas que se ven poco.

Para alivianar la tensión un poco Carol habló.

—Quería pedirte disculpas por no haberte esperado cuando despertaste, estaba en un viaje de trabajo y no pude venir. Pero me alegra que estés bien y por fin con nosotros— Clarke sudaba, después de esas palabras tan sinceras de Anya, la rubia sentía plenamente bien, sentía que esa disculpa por no estar el día que ella despertó, lo consideraba como un regalo de parte de Anya.

Suspiro y miro a la antigua trikru.

—No, está bien, tenías compromisos, lo entiendo. ¿Hoy empiezo de nuevo la escuela, no?

—Eh, sí, así es. Te he preparado la mochila, estará abajo— comentó la trikru mientras se paraba y caminaba con dirección a la puerta, tomó el pomo de la misma y antes de abrirla habló— Bueno te dejo, para que te prepares para el Colegio, puedes ir con cualquier tipo de ropa. Te espero abajo.— y sin más se fue, dejando a la rubia pensativa.

Luego de que Carol abandonará el lugar, la rubia salió del trance en cuál se encontraba y con ayuda del colchón de la cama se paró, lentamente sintió un escalofrío subir por su espalda haciéndola estremecerse, pero Clarke ignoró aquella sensación y se estiró los huesos lentamente, bostezo por unos segundos y sin idea de qué hacer empezó a idear un plan para saber cómo había llegado allí mientras caminaba hacia la puerta del baño propio que se encontraba en su habitación.

Entro al pequeño cuarto de baño con cuidado y cautela, miro hacia el espejo y observo sus facciones, estaba limpia, pero la culpa se acumulaba dentro de ella, WanHeda sentía que le había fallado a su gente, a su madre, a Wells y a Lexa... Pero quería olvidarse de lo que le debía a su gente, simplemente pensaba o quería pensar cómo iba a sobrellevar la situación, la muerte de Lexa corría por su mente, necesitaba abrazarla, sentirla, besarla, en el tiempo que había estado en este nuevo lugar había recapacitado de cómo perdió el tiempo acerca del tema de su relación, si es cierto que por culpa de la rubia habían atrasado el avance de su relación, pero de alguna forma tenía que consolarse.

—Bien, ¿Cómo diablos voy a sobrellevar esto?— susurró en voz baja a sí misma, decidió asearse algo rápido.

Después de haberse preparado salió del baño con una toalla al rededor de su cuerpo, su cabello mojado corría libre por su cara. Suspirando fue hacía el closet, lo abrió y observo demasiada ropa, de mucho colores y tipos. Trató de buscar algo que vaya con su estilo, pero entre tantas prendas era algo difícil aun así sacó un simple jean, una camiseta gris con un estampado de The1975, recordaba aquella banda pues su Padre solía nombrarla bastante en su estadía en el Arca, había escuchado algunas canciones, el sonido tan peculiar de esa banda le llamó la atención. Podía decir que era la primera cosa que le había gustado.

Tomó una gran bocanada de aire, agarró su mochila, buscó su móvil y salió del cuarto. Hoy iba a hacer un reto.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2021 ⏰

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