♡Un día despertó como una princesa, tendría todo lo que podía pedir, pero... como vivir de forma tranquila cuando su padre es un emperador de sangre fría, nadie más ni nadie menos que Claude♡
✦Pero por cosas de la vida y como su salvación para sobre...
❀No hay alguna razón para que él siga ahí, pero sigue por que la curiosidad es más grande, o tal vez por que la pequeña parece tener un destino divertido para él o tal vez sea por que le gusta mirar a los humanos, por que el no lo es, es solo un sueño࿐ ☪⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛥⛧
Athanasia se encontraba leyendo mientras Merlín solo la veía, no parecía tener nada que hacer, todo lo contrario parecía estar más entretenido solo observando, Athanasia se seguía maldiciendo por haber hecho su contrato con él, ahora que tenía una ligera idea de la vida del espíritu que estaba ahí solo viéndola, quería deshacerse de él pues más que una ayuda en realidad sólo podría traerle problemas.
Ahora mismo mentalmente también repasaba su plan de supervivencia, hasta que tocó la hora de dormir, pero antes de ellos pediría ayuda a Lili por que perdirsela a Merlín podría ser perjudicial, aunque ahora que lo pensaba siempre veía a Merlín feliz y sonriente y bastante relajado, incluso cuando estuvo enfrente de su padre, el no parecía tener miedo.
Los encuentros con el emperador se harían más frecuentes, había ido de nuevo a verlo pero acompañada de Lili ya que obviamente no quería estar a solas con el, a Merlín no lo contaba ya que el en lugar de ser de ayuda podría ser su boleto a su muerte, y paso algo curioso en esa visita fue reconocida como la princesa imperial de Obelia, cosa que le pareció raro ya que en la historia original Claude nunca le presto atención a Athanasia, no solo eso si no que Felix también procuraria a la joven princesa, después de la reunión Lillian trató de tranquilizar a la joven princesa, pues sin importar que conozca la historia le sigue teniendo miedo a Claude.
✰࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏࿏✰ Un nuevo día, una nueva visita al emperador, incluso lo halago. Subieron a un bote, pues saldrían a navegar, aunque solo iba ella sola con el emperador, mientras que los demás se quedaron en la orilla, la menor se sentía algo tensa aunque evitaba demostrarlo, la corta conversación no fue la gran cosa, Athanasia miró el agua, y una flor llamó su atención en un intento por alcanzar dicha flor cayó al agua, intento pedir ayuda pero todo lo que vio fue la fría mirada del emperador, todo se había vuelto oscuro, pensó que ese sería su fin hasta que de la nada se vio en la orilla del lago, quien la llevaba era el emperador, la había salvado, pero eso no evito que ella siguiera asustada y hasta cierto punto en shock por lo que había pasado.
Regresaron al palacio Rubí, la joven princesa estaba en su habitación repasando lo que había ocurrido en el transcurso del día, esperaba no resfriarse por haber caído al agua, y Merlín solo estaba ahí en silencio observando.
Athanasia - Es tu culpa - miro al espíritu que estaba sentado en la orilla de la cama
Merlín - ¿Por qué mía? - no comprendía el por qué le había dicho eso
Athanasia - ¡Pudiste haber hecho algo para que no cayera al agua! - le dirigió una mirada acusatoria
Merlín - No niego que observe todo, pero sentí que no debía de interferir, ya que hay cosas que deben de pasar para que formes un lazo con tu padre - sonrió tan tranquilamente
Athanasia - Sabes que ese hombre me da miedo y no ayudas todo lo contrario, me traes mala suerte - se había molestado - ¡Preferiría a otro espíritu antes que a ti! - dijo molesta
Merlín - Puedo irme, solo rompe nuestro contrato y me iré de tu vida - sonrió levemente
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Athanasia - ¿De verdad si rompo este contrato te iras? - estaba un poco dudosa
Merlín - Claro que me iré y tu vida seguirá a como tenga que seguir - miro a la menor
Athanasia - ¿Podría tener a otro espíritu? - de verdad quería romper ese contrato, pero necesitaba a otro espíritu que le ayudara y uno que no fuera como Merlín
Merlín - Lo dudo mucho, necesitas un catalizador para invocar a otro espíritu y en este mundo dudo que haya algún objeto que sirva para invocar a otros espíritus heroicos como Amakusa Shirou, Gilgamesh o incluso a el mismísimo rey Arturo, si me voy te quedas sin espíritu
Athanasia - Creo que es mejor no tenerte a que estés aquí conmigo, solo traes problemas y no ayudas en nada - hizo un puchero
Merlín - Bueno me voy entonces - le sonrió
De la nada un pequeño remolino de flores había aparecido y cuando miro bien Merlín ya no estaba, no solo eso su marca había desaparecido, reviso bien su mano y nada no había nada.
Athanasia - De verdad se fue... Tal vez sea lo mejor - suspiro
Lili - Princesa es hora de que se vaya a dormir - arropó a la menor - ¿en donde esta Merlín?
Athanasia - Se fue... - dijo en un tono bajo pero aun así fue escuchada
Lili - Me imagino que se refiere a que se fue de la habitación - sonrió levemente
Athanasia - No Lili, rompí mi contrato con él y se fue - dijo algo desanimada
Lili - Princesa no se preocupe, me imagino que tuvo alguna razón para ello, mejor duerma bien, que mañana será un nuevo día - le dio un beso en la frente y salió de la habitación
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Pasaron los días, y la joven princesa seguía yendo a ver al emperador, de alguna manera no es que la relación hubiera mejorado mucho, el emperador era alguien frío, pero al menos no tenía intención de matarla que ya era un avance, incluso Claude preguntó por Merlín, cosa que la hizo cambiar su estado de ánimo, pues de alguna manera lo extrañaba, le explicó más o menos omitiendo detalles la razón del porque terminó el contrato, el emperador no preguntó más, esa simple explicación basto para él.
Pero Athanasia se sentía sola por momentos, aunque Merlín no fuera de ayuda era una buena compañía con sus ocurrencias, incluso jugaba con ella a pesar de ser un espíritu, le contaba historias, y debes en cuando incluso le enseñaba, una vez sugirió enseñarle esgrima ya que el era un experto en el uso de la espada, pero obviamente por ser una niña rechazo eso.
Ahora cuando estaba sola en su habitación dibujando o leyendo, se sentía sola, obviamente Lili y Felix la acompañaban por momentos pero en esos ratos que la dejaban sola, sentía como un vacío, como era que en cuestión de meses se acostumbrará a la compañía de alguien más y más de alguien como Merlín.
Y ahora no sabía cómo de la nada había pasado un mes sin él, se le hizo eterno ese mes, no importa como pasará el tiempo, este se le hacía eterno, ahora se preguntaba si había sido buena idea haber roto su contrato.
