Wei Wuxian era el discípulo principal de la Secta YunmengJiang, era el orgullo de Yunmeng. Jiang Fengmian lo ve como un hijo, todos - excepto Madame Yu - lo aman.
Haría todo por sus seres queridos.
Entonces, ¿Por qué se siente tan mal cuando el tí...
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Su venganza.
Su muerte.
Los rumores de nuevo.
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Wen Qinq corría hacia el ala médica, Zhuliu detrás de ella y listo para destruir algo o alguien, estaba hablando con su primo sobre su esposa y el nacimiento de su bebé cuando Zhuliu técnicamente la arrastró fuera de la habitación diciéndole cómo estaba el tercer maestro y que solicitaba su presencia en el ala médica porque traía un paciente que solo ella podía atender, sin otra opción, ella simplemente siguió.
Así que aquí estaba corriendo lo más rápido posible sintiendo como si el ala estuviera más distante que nunca, cuando finalmente llegó a la habitación todos sus aprendices se sobresaltaron por el sonido de las puertas deslizándose tan agresivamente.
— Recomiendo que solo las mujeres se queden aquí para ayudarte —. Wen Qinq sabía que no era una recomendación sino una orden, pero de alguna manera eso solo la hizo sentir más curiosa.
Miró a todos sus aprendices y solo se dirigió a los hombres debajo de ella, — Salgan de la habitación, vayan a buscar algunas hierbas que ayuden con el dolor de cabeza y el dolor de parto, señoritas, necesito su ayuda aquí —, los chicos se inclinaron y se fueron sin lugar a dudas, las chicas estaban nerviosas por Zhuliu y ella también, fue cuando estaba a punto de preguntar por el paciente cuando lo vio.
Wen Shaiming descendía del cielo en su espada, un cuerpo humano envuelto en su túnica, pero el hecho de que su cabello era de la misma manera que lo usaría el tío Ruohan, y la forma en que el sol estaba en su espalda. Wen Shaiming estaba allí luciendo más que nunca como su tío, tan importante, tan poderoso.
Cuando puso un pie en el suelo, corrió hacia ella y solo entonces ella logró mantenerse neutral y ocultar su miedo.
— Wen Qing, necesito que te asegures de que ella esté bien —. ¿Ella? de nuevo siguió cuando el chico entró sin duda en la enfermería, y colocó en la cama a una chica, una violada.
Wen Qinq estaba pálida cuando preguntó, — ¿Cómo la encontraste? —. Tenía miedo, miedo de que el chico pudiera pensar que ella estaba sugiriendo que fue él quien la violó, pero también tenía miedo porque no sería extraño, Wen Chao se había obligado a sí mismo en tres o cuatro damas, que no podían decir que no sin tener miedo.
