Jennie siempre fue tratada como "la chica fea", sus familiares, amigos y conocidos solían discriminarla por su apariencia.
En los transcursos de los años aprendió a vivir con eso, mejor dicho a aceptar que era una "chica fea", pero todo será distin...
Lisa despertaba en la gran cama de Jennie tallando sus ojos, esta frunció el ceño al finalmente abrir sus ojos y ver que no estaba en su habitación.
-¿Qué? no, no, no puede ser.-dijo Lisa alzando la cobija que la cubría para revisar si estaba desnuda pero no, estaba completamente vestida.
-Bien..no me acosté con nadie mientras estaba ebria...pero...¿Dónde estoy?-se preguntó la pelinegra confundida
Esta se levantó de la cama y llevó su mano a su cabeza adolorida.
-Maldita sea...no volveré a tomar más nunca..-dijo Lisa sintiendo el fuerte dolor de cabeza.
Esta salió de la habitación mirando a todos lados en busca de respuestas pero al parecer no había nadie en la casa.
Lisa notó que había comida servida en la mesa de la cocina y se acercó encontrando una carta, esta rápidamente la tomó entre sus manos y leyó lo que decía.
Te hice el desayuno y un jugo para la resaca, sé que su sabor es asqueroso pero te va a aliviar muy rápido. Tuve que irme a trabajar, cuando salgas cierra todo muy bien.
Jennie.
-Jennie..-susurró la pelinegra después de leer la carta
-¿Como llegué hasta aquí? ¿Qué mierda sucedió anoche? no recuerdo nada...-dijo Lisa frustrada mientras pasaba sus manos por su cabello
Lisa tomó el vaso y lo llevó a su nariz, al olerlo rápidamente hizo cara de asco.
-Ugh...-susurró Lisa con asco pero al final se lo bebió todo para quitarse el malestar.
-Voy a vomitar.-dijo cuando el vaso ya estaba vacío, esta dejó el vaso en la mesa y salió corriendo hacia el baño de la habitación de Jennie.
Al entrar se abalanzó al retrete y comenzó a vomitar todo su interior.
-Oh Dios...-susurró recomponiéndose
Lisa se levantó completamente débil del suelo y se acercó al lavabo para lavar su boca, esta se miró en el espejo y soltó un suspiro.
-Tienes que dejar de tomar.-reprochó mirándose fijamente en el espejo
Lisa lavó su boca muy bien y después llevó sus manos a sus bolsillos buscando su celular, esta abrió sus ojos como platos al no sentirlo y comenzó a preocuparse.
-Mierda, mierda.-dijo corriendo hacia la cama para buscarlo
Al no encontrarlo en la cama, miró a todos lados en la habitación con la esperanza de encontrarlo y notó que estaba en el escritorio que tenía la castaña para hacer sus trabajos, esta se acercó ya más tranquila y tomó su celular entre sus manos.
La vista de Lisa no pudo evitar fijarse en las fotografías que tenía Jennie pegadas en la pared al frente de su escritorio, Lisa abrió sus ojos al ver que Jennie mantenía una foto de ellas cuando estaban más jóvenes.
Lisa dejó su celular nuevamente en el escritorio completamente embobada y tomó la foto entre sus manos sonriendo levemente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.