IV

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Changbin abrió sus ojos mientras sus manos se dirigían a la cintura del chico que tenía encima. Sus manos apretaron esta dejando sus dedos marcados mientras pequeños gruñidos y jadeos salían de su propia boca al tener a un chiquillo saltando sobre su miembro.

Dirigió su mirada al rostro del pálido y no pudo evitar morder su labio ante la imagen que se mostraba, era el chico que ahora vivía con él con los ojos cerrados, su boca abierta por dónde obscenos sonidos salían, el sudor cubriendo su cuerpo, todo eso hacia de esa escena algo majestuoso y que jamás querría borrar de su memoria.

Agarró nuevamente las caderas del chico e hizo que parara sus saltos para luego cambiar de posiciones, ingresó su miembro en la entrada del menor nuevamente de una sola estocada e inmediatamente empezó a moverse en su interior.

Todo iba perfecto hasta ese entonces hasta que sintió que ladraba, esperen... ¿Un ladrido?

Abrió sus ojos y se sentó en la cama bastante agitado, su mirada se dirigió a su cachorro que le ladraba desde el piso, pues es donde su cama se encontraba, y frunció el ceño, dirigiendo su vista a la erección que tenía.

¿Todo había sido un sueño? Bufó algo para nada contento y pasó sus manos por su rostro. Anoche luego de que, junto a Felix, terminaran de revisar los cuadros, le había preparado la habitación que tenía libre en su hogar y lo había dejado dormir para luego él hacer lo mismo.

Se levantó algo molesto consigo mismo por despertar con una erección y haber tenido un sueño erótico con el pálido que tenía ahora como compañero de hogar y camino hacia el baño. Salió de su habitación y sintió el olor a comida por lo que, instintivamente, camino hacia la cocina viendo a Felix servir algo en platos para luego llevarlos a la mesa.

"Oh, buenos días", saludó el demonio al ver a Changbin ahí parado y, luego de inspeccionarlo con la mirada, sonreír burlonamente. "Creo que deberías seguir con tu camino a la ducha, debe ser incómodo tener esa erección"

Changbin sintió su rostro arder y sin responderle siguió su camino hacia la ducha sin muchas ganas, le hubiera gustado admirar el cuerpo del demonio unos segundos. Se adentró al baño y empezó a regular la temperatura antes de meterse bajo el chorro de agua.

Ladeó su cabeza hacia un lado dejando que el agua tibia cayera sobre sus hombros y cuello. Agarró el jabón para luego empezar a lavar su propio cuerpo, evitando todo lo posible tocar su miembro que aún se encontraba erecto, frunció su ceño pues una ducha siempre servía cuando despertaba con erecciones mañaneras. Suspirando y algo avergonzado empezó a tocarse lentamente, cerrando sus ojos y mordiendo su labio para no hacer mucho ruido.

Inmediatamente la imagen del cuerpo del demonio que había en su hogar se vino a su mente, haciendo que imaginara cómo se sentiría que sea el chico con sus pequeñas manos fuera quien le masturbara, o con su deseable boquita le hiciera una mamada. Sin poder contenerlo un gemido ronco salió de sus labios mientras su mano seguía envolviendo su pene, no faltó mucho para que se corriera y su propio semen manchara la pared del baño y la tina, por su mente pasó la fugaz imagen de un chiquillo de piel algo morena y cabello naranja, fue durante menos de un segundo que pasó la imagen y no sabía de quién era.

Luego de limpiar el desastre que había armado terminó de bañarse y salió del baño con una toalla envolviendo su cintura y cubriendo sus partes mientras que tenía otra en su cabello, secándolo vagamente. Había pedido el día libre para poder hacer lo que le había dicho al demonio, el hecho de comprarle ropa y ayudarle a conseguir trabajo, caminó hacia su habitación y luego de ponerse un jean ajustado negro y una camiseta del mismo color, caminó hacia la cocina con una pequeña sonrisa y frunció su ceño al ver al demonio haciéndose cortes en las manos por mera diversión, ¿Cómo sabía que era diversión? Pues Felix se reía cada que un nuevo corte aparecía.

"Hey hey, si ven eso lo más probable es que te lleven inmediatamente al psicólogo", murmuró Changbin quitándole el cuchillo al pálido, quien hizo un puchero. "Recién veo bien tu rostro, ¿Tienes pecas?", preguntó levantando la mano para acariciar la mejilla del demonio, quien se alejó un poco.

"Si es esa la mano con la que te masturbaste en la ducha no me toques", Changbin se puso rojo de la vergüenza y el menor rió tiernamente mientras asentía. "Número uno, sí, tengo pecas, número dos, las paredes son muy finas, te escuché"

"No hablemos de eso por favor", pidió Changbin mientras se sentaba en una silla y agarraba el plato que tenía comida. "¿Entonces saldremos a comprar ropa hoy?", Felix asintió y se levanto, amarrandose bien los pantalones pues le quedaban algo grandes, caminó hacia la cocina y fue recién que Changbin notó la descubierta espalda del menor y dos marcas paralelas en los omóplatos, frunció su ceño y agarrando su desayuno se levanto para seguir a Lee.

"¿Qué son esas marcas en tus omóplatos?", preguntó mientras se apoyaba en el marco de la puerta y con una mano agarraba el plato mientras que con la otra comía.

"Uhm, de ahí salen mis alas cuando estoy en mí hogar", respondió tranquilo Felix mientras llevaba una de sus manos hacia una de las marcas. "Puedo ocultarlas en el mundo humano para no asustar a las personas, es decir, ¿Quién querría ver a un demonio alado en su mundo? Creerían que es algo como el juicio final, no lo sé", Changbin rió asintiendo mientras seguía comiendo de aquella forma tan extraña.

"¿Y puedes sacar tus alas? Es decir, ¿No les pasarán nada si las muestras?"

"No, pero no tengo planeada mostrarlas en mucho tiempo", respondió Felix mientras terminaba de lavar los platos y utensilios que había utilizado para preparar el desayuno.

"¿Ni para que yo las vea?", Changbin hizo un puchero mientras se acercaba a lavar su plato, plato que fue inmediatamente arrebatado por el menor que empezó a lavar nuevamente mientras negaba con la cabeza. "¿Ni una sola vez?", murmuró con su voz algo aguda para intentar convencer al demonio, quien solamente le miró mal.

"Bien, bien entendí", Felix iba a responder cuando el cachorro de Changbin, llegó hasta ellos exigiendo comida. Seo se iba a agachar a levantarlo cuando Felix colocó un pequeño plato con algo de carne en el piso. El cachorro dejó una pequeña lamida en la mano del demonio antes de empezar a comer.

Changbin vio indignado a su propio cachorro y, como buen dramático, se llevó una mano a su pecho viendo mal al pálido que se encontraba frente suyo. "¡¿Cómo te ganaste el amor de Cloud tan rápido?!", preguntó con un tono herido mientras se apoyaba en la pared. "¡Yo lo tengo hace cinco años y siempre estoy renegando para que coma! No come a menos que le dé yo en la boca", bufó Changbin viendo al cachorro comer del plato que se encontraba en el piso.

Changbin como todo un dramático fingió un sollozo antes de salir de la cocina y caminar a su habitación, haciéndole recordar a Felix cuando estaba vivo y los dramas del chico eran exactamente iguales, no había cambiado en lo absoluto.

Changbin como todo un dramático fingió un sollozo antes de salir de la cocina y caminar a su habitación, haciéndole recordar a Felix cuando estaba vivo y los dramas del chico eran exactamente iguales, no había cambiado en lo absoluto

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Sex Demon [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora