XI

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Minutos de total silencio, Felix pudo reconocer hacia dónde se dirigían.

"¿No es algo tarde para ir a la Torre Namsan?", murmuró dirigiendo su vista hacia el pelinegro, quien solamente se encogió de hombros.

"Las vistas son hermosas, podemos subir caminando", respondió simple Seo, sonriendo nuevamente al escuchar el bufido del contrario.

"Está bien, tal vez ni siquiera esté abierto el lugar donde venden los candados", Lee hizo un puchero, acomodándose en el asiento, aprovechando el semáforo en rojo, Changbin le robó un corto beso al menor, sonriéndole.

"Entonces volveremos en un futuro cuando estén abiertos los lugares y compraremos nuestros candados para hacer nuestra promesa", ninguno volvió a responder pero ambos tenían sonrisas en su rostro, en medio de un cómodo silencio llegaron al estacionamiento que se encontraba antes de empezar a subir y los recuerdos inmediatamente invadieron a Felix.

๑๑๑

Ocho años atrás, dos meses antes de la muerte de Felix.

"¿Binnie te encuentras bien?", murmuró el pecoso morocho, quien tenía una venda cubriendo sus ojos, al escuchar los jadeos cansados de su novio. "Soy muy pesado deberías bajarme y dejarme caminar"

"Lixie, no pesas nada", respondió Changbin mientras paraba de caminar por unos segundos, sonriendo al ver que ya habían llegado al destino que él quería. "Además ya llegamos, solo falta caminar un poquitito más"

El menor aceptó resignado y se mantuvo jugando con los pelos de su novio por esos segundos, dejando algunas veces besitos en la nuca de este mientras que sentía su corazón latir como si fuera a salirse de su pecho, se sentía bastante emocionado de que su novio le llevara a un lugar por estar cumpliendo un año y diez meses de pareja, lo hacía sentirse Feliz.

"¿Puede darme dos de estos?", escuchó la voz de Changbin y frunció su ceño, ¡Él quería ver lo que su Binnie estaba comprando, bufó algo molesto en ese momento pero rápidamente se le pasó. "Muchas gracias, que tenga linda tarde"

Felix sintió como su novio empezaba a caminar otra vez y se agarró mejor de los hombros del chico, bastante sorprendido de que Changbin pudiera cargarlo tan fácilmente, salió de sus pensamientos al sentir como era bajado de la espalda de Seo para luego sentir las manos pasar por su espalda y nuca hasta llegar a la banda que tenía sobre la cabeza, que lentamente Changbin fue retirando.

"Estamos en la Torre Namsan", murmuró Seo, abrazando por la espalda a Lee y mostrando los dos candados que tenía en sus manos. "Es un lugar muy bonito y con una hermosa vista, además un lugar significativo para las parejas por estos mismos candados, vienen a hacer sus promesas aquí y ahora yo quiero hacer mis promesas contigo", explicó el más bajo y Lee sentía que podía largarse a llorar.

"Me harás llorar bobo", murmuró el de cabello rubio, sintiendo las lágrimas querer bajar sus ojos. "¿Ya te dije que te amo? Pues lo hago, muchísimo", dándose la vuelta se abalanzó hacia Changbin para dejar un beso en sus labios.

Luego de eso ambos se sentaron en unas pequeñas bancas y empezaron a escribir en los pequeños candados, Changbin había declarado que no podían ver los del otro pues corría el riesgo de que no se cumplieran, luego de dejar los candados juntos ambos siguieron paseando por ahí, sintiéndose felices con la compañía del otro y estando seguros de que sus deseos se iban a cumplir.

Candado de Felix: Espero seguir con Binnie durante mucho tiempo más hasta ser pasitas.

Candado de Changbin: Quiero volver aquí en ocho años, con un papel que confirme que estoy casado con Lix y una pequeña niña con mi apellido.

Felix bajó la cabeza ante el recuerdo, ocho años habían pasado y sí, estaba volviendo con Changbin a la torre Namsan pero no estaban casados y tampoco tenían una pequeña niña con el apellido Seo, sí, había leído ese candado pero fue después de su muerte, cuando la señora Seo, abuela de Changbin, lo invocó y lo dejó andar libre por el mundo durante unos días.

Actualidad.

"¿Te encuentras bien, Cielo?", murmuró Changbin acercándose a Felix, hace unos minutos habían empezado a subir por el gran camino y Felix se veía desanimado.

"Si, Binnie", respondió el menor, acercándose a Seo para poder abrazarlo. "Solamente estoy algo cansado, pero vamos"

No muy convencido Changbin aceptó y ambos continuaron con el camino, empezando a bromear entre ellos para aligerar el ambiente, pronto llegaron a su destino y caminaron hacia las bancas, sentándose en estas para charlar.

"¿Qué es lo que más extrañabas de estar en el mundo humano?", preguntó Changbin, sonriéndole al demonio.

"La comida, es deliciosa", el menor hizo un pequeño pucherito, pucherito que Seo no dudó en besar. "Ahora yo te tengo una pregunta", murmuró el menor suspirando. "¿Por qué intentas recuperar mis sentimientos aún cuando es... imposible?"

"Porque..." Changbin suspiró, pensando bien qué iba a decir. "Porque no es imposible, Seungmin es un demonio y está enamorado de Chan, tiene sentimientos y eso me impulsó, además..." Seo miró a Felix, sonriendo levemente. "Ya perdí a una persona que amé, no quiero perder a otra", murmuró y Felix no pudo evitar sonreír, Seo sabía que tuvo un novio que amó pero no sabía que era él, cambió de tema rápidamente y allí se quedaron hasta altas hora de las madrugadas, charlando, jugando, bromeando, conociéndose.

Se podía definir perfectamente como el comienzo de algo hermoso.

Se podía definir perfectamente como el comienzo de algo hermoso

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Sex Demon [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora