El amor es sordo

Prólogo

Supongo que ninguna vida es perfecta. Todas, en mayor o en menor medida, tienen momentos de dificultad que te hacen odiar tu vida y desear la de otros. Desgracias, desilusiones, metas inalcanzadas, o esas pequeñas cosas que te molestan y que te impiden llegar a pensar que no necesitas nada más.

Dicen que las personas conformistas al final son gente destinadas a un futuro desdichado y al fracaso. Yo no creo que sea así. Estoy feliz con mi vida. Tengo 26 años, pareja estable, piso propio y un trabajo que me gusta. No necesito más, solamente seguir avanzando día a día y progresar dentro de mis metas personales, que no son muchas la verdad. Es cierto que pretendo casarme algún día, aunque Héctor todavía no me lo haya pedido... pero seguramente estará esperando a tener un trabajo. También deseo ser madre, y un pequeño ascenso no estaría mal. Aparte de eso, no necesito nada. Que todos los días sigan las cosas tal y como están dentro de una rutina perfecta. Soy feliz. 

Soy... feliz.

Sí, no tengo ninguna duda. Está todo bien. No está mal conformarse. No soy una fracasada por conformarme con lo que tengo, solo soy una mujer que es dichosa con lo que la vida le ha dado. Todo está bien.

🎵 

"Woke up sweating from a dream"
"With a different kind of feeling"

"No... cállate"

"I was so color blind"
"We were just wasting time"

"¡Mi tiempo no está perdido! Soy feliz... he sido feliz."

"It was always you"
"Can't believe I could not see it all this time"

"¡Para! No es cierto."

"I know it was always you, always you"

🎵

Agarro los auriculares con furia y los lanzo lejos de mí, al instante me doy cuenta de lo que acabo de hacer y me muero de la vergüenza. Tapo mi cara con las manos para no mirar la expresión de incredulidad que tendrá ahora mismo. Sabía que me encantaba Maroon 5 y por eso me puso esa canción, así que seguramente mi gesto le ha desconcertado por completo, puede incluso que piense que me ha molestado, o que me he enfadado con él. Quiero decirle que no... que todo está bien. Nunca podría enfadarme con él, no después de todo lo que ha hecho por mí, pero no soy capaz de mirarle todavía. Sin embargo, como ya suponía, él no está al tanto de mis deseos, y me aparta con suavidad una de las manos de mi rostro. Me atrevo a entreabrir el ojo que ha quedado destapado, y puedo ver sus ojos avellana contemplándome con preocupación. 

"Lo siento."