Hoy he salido con tiempo de casa, así que me permito el lujo de pararme en mi cafetería favorita para desayunar. Héctor se quedó a dormir finalmente, aunque no dormimos mucho la verdad. Y gracias a él he conseguido despertarme temprano, me ha vuelto a explicar la manera de configurar mis alarmas, aunque todo sería más fácil si él se viniera de una vez a vivir conmigo, estuve a punto de insinuarlo esta mañana pero preferí dejar la fiesta en paz. Sabía que sacar a la luz esa conversación de nuevo solo provocaría una discusión y habíamos hecho ya las paces sobre el tema del curso.
"Ajj, el curso". Ésta tarde es el primer día, me hubiera gustado tener más margen para prepararme mentalmente, pero no he tenido elección. Ni siquiera tengo tiempo de pasar antes por casa, ya que empieza justo a la salida del trabajo. Como es en el mismo edificio no hay problema por desplazarme pero detesto no tener si quiera media hora para despejarme, aunque en las condiciones del curso venía reflejado que hay cuarenta minutos de descanso a mitad.
Miro la hora y veo que aún me queda tiempo, me termino el café y decido pasarme por una papelería antes de dirigirme al trabajo. Seguramente necesitaría una libreta para tomar apuntes, aunque no sé que tipo de apuntes tomaría en un curso de lengua de signos, se supone que es algo demasiado visual. Pero por si acaso me decido en comprarla y sino la utilizaría para hacer bocetos en papel. Nada más adentrarme en el establecimiento, me inunda el olor tan característico de esas tiendas, un perfume a lápices de madera entremezclado con acuarelas. Me encanta ese aroma, me hace sentir confortable. Quizás por eso me empezó a gustar el arte. A veces de niña, me pasaba después del colegio por una tienda de artículos de pintura y dibujo, solamente para deleitarme en la cantidad y variedad de objetos que servían para crear ilustraciones. Hasta que un día, la vendedora me regaló unos lápices de colores y una pequeña libreta que ya iba a retirar del escaparate. Ahí comencé a dibujar, y descubrí que me apasionaba. El tener la capacidad de crear lo que tu quisieras en un papel, con los colores y la forma que desearas, me maravilló. Luché bastante con mis padres cuando les dije que me quería dedicar al arte, ellos esperaban que me dedicara a algo mas serio y prometedor. Como a la medicina o al derecho, y que el dibujar fuera simplemente un bonito hobbie. Finalmente para poder llegar a un acuerdo, ya que ellos tendrían que ayudarme al principio con los gastos de la universidad, me metí en la rama de diseñadora gráfica y así tendría más salidas laborales. Ellos se quedaron más conformes que yo, pero al menos estudié lo que me gustaba. Apenas salí de la carrera y tuve la suerte de encontrar este trabajo en la agencia. Estoy contenta, la verdad no me puedo quejar, mi trabajo consiste básicamente en hacer los diseños para las campañas publicitarias que nos piden. Como todo está informatizado, dejé el lápiz y papel para pasar a la tableta gráfica y a la pantalla. No me disgusta esta técnica, es muy interesante y no es tan fácil de utilizar como se piensa. Pero en ocasiones, echo de menos dibujar a mano alzada en un papel o en un lienzo por mí misma.
Pago en la caja por una libreta tamaño medio con tapa dura y un diseño azul con florituras doradas, y me marcho hacia la agencia. Ese día me pongo a mano con los trabajos que llevo atrasados por culpa de mis faltas. Aunque solo a mitad de la jornada ya lo había acabado. Como el único proyecto que me queda pendiente es el de la Academia de atención Sordociega, decido dejarlo para más adelante cuando haya aprendido algo más del tema en el curso. Aún así, para evitar que se me hicieran las horas eternas, decido investigar por mi cuenta el mundo de la sordoceguera, y me deprimo a mí misma cuando se abre un mundo totalmente distinto al mío, con una cantidad estrepitosa de signos y maneras diferentes de estructurar las frases.
"Dios, esto va a ser más difícil de lo que pensaba".
Sin darme cuenta, en la entrada de mi despacho estaba Pamela dando golpecitos con los nudillos en la puerta abierta para llamar mi atención.
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El amor es sordo
RomanceNos pasamos toda la vida buscando la plena felicidad. Luchamos día a día para conseguir los objetivos y metas que pensamos que nos van a proporcionar una vida plena y satisfactoria. Elena está completamente segura de que ella ya la ha encontrado. Ti...