III. Ámame

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Sumario Ellos aprenden.

Alguna vez escuchó que el amor era corto y eterno el olvido, maldice al autor de dichas palabras cuando se ahoga con sus propias lágrimas. Si Dios existe le pide que pare porque rogó tanto por detenerlo y ahora resurge entre los muertos; el amor arrancó de raíces sus sueños, damas elegantes bailaron sobre sus restos y un par de hombres recogieron el hábito de seguir buscando entre cenizas.

Quiere decirle a su corazón que se detenga, tenían un convenio y ninguna de las partes podía salir herida, la verdad es que había olvidado lo que era sentir, tampoco creyó que volvería de esta manera. Subió a bordo con extraños de besos amargos y caricias erráticas para pretender que podía vivir sin la necesidad del amor utópico que dormía a una habitación de la suya.

Lo había olvidado, piensa. Era cosa de su pasado, una caída desafortunada que dejó un par de heridas, él mismo se había curado entre bares y manos tentativas.

Sube la mirada y se pregunta porque no ha podido caminar lejos de aquí, debería ir de regreso al hospital porque sufrirá un derrame o tal vez un paro al corazón. Con el temblor de sus extremidades busca el teléfono entre los bolsillos de su chaqueta y marca.

—¿Louis?—escucha la voz masculina casi al instante y sonríe un poco, le hace querer seguir llorando hasta que pueda estar más desierto que el Sahara.

—Papá, sí... soy yo—tiene que respirar—¿ya llegaste a Nueva York?

—De hecho sí, estoy esperando a que Clark venga por mí.

—Puedo ir por ti —no es en realidad una oferta, esta rogando porque diga que sí, pero no sabe cómo más decir que necesita a su padre esta noche y un poco más.

—Me encantaría Louis, estoy comiendo un sandwich en el aeropuerto, tenemos tiempo —se imagina la sonrisa en su rostro—¿vendrá Harry?

Oh...—no tenía razones para que su padre creyera lo contrario— No, en realidad no. Estaba pensando que podía pasar unos días contigo, al menos hasta que te vuelvas a ir —tiene que irse en algún momento, así como él debería ser valiente algún día.

—Claro que sí hijo—responde con seguridad—¿sucedió algo?

—Solo te necesito.

Hay un doloroso silencio después de eso, espera que su padre no lo haya tomado personal, nunca lo ha culpado por faltar en numerosas ocasiones, no cuando entiende que solo podía refugiarse entre viejos papeles y contratos, él hace lo mismo al esconderse dentro de un gran salón con el espejo que no funciona, pues es incapaz de ver su reflejo.

Patrick aún con ese pequeño detalle le enseñó a prender una fogata y andar en bicicleta, Louis solo necesitaba más de él.

Contesta con un "Esta bien" y le deja entendido en qué restaurante de comida rápida se encuentra, agradece haber salido con las llaves del auto, sube una última vez la mirada al departamento y espera que Harry le haya creído cuando dijo que regresaría, preferentemente que sea con la mente fría y una respuesta.

♦️

Se lanzó a los brazos de su padre en cuanto lo vio, extraña ese mezclado aroma de perfume y tabaco para pipa, sin mencionar el toque de un lugar seguro. Lo abraza más fuerte cuando escucha a su padre decir "Aún lucen moradas" no quiere que piense en ello porque no vale la pena lamentarse por heridas físicas sin trascendencia, no dolió más que la conversación que tuvo hace unos momentos de todas maneras.

Patrick le compra comida rápida de McDonald's como cuando era pequeño y se sentía triste, Louis se pregunta si sabe algo o solamente lo conoce mejor de lo que recuerda. Suben al auto, el hombre mayor se apropia de la radio para darle lugar a Frank Sinatra y cantar, no importa si siempre es un hombre serio y poco expresivo, al final del día solo es un amante de la música y partidos de fútbol.

Si Me Conoces Como Te Conozco, Deberías Amarme || OS  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora