la calma antes de la tormenta

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Una fresca y soleada mañana se percibia por sobre las ventanas, los pájaros cantaban y el rico olor a café inundaba la casa.
James bajaba las escaleras aún dormido con el pelo negro mas abarrotado de lo normal y los anteojos medio torcidos, rodeo la cintura de Claire con sus brazos y dejo un pequeño beso en su mejilla.
- buenos dias, hermosa - saludó con voz ronca.
- buenos dias, jamie - dulcemente le tendió su café y se sentó frente a el.
-estaba viendo las paletas de colores que Lily me envió por carta. - sus amigos que hasta hace un pequeño tiempo vivian con ellos, al ver que claire estaba mejor decidieron darle espacio a la pareja, ahora que estaban ocupados con la boda y la Orden, al no tener tiempo de verse, se comunicaban por carta y si era confidencial o el ministerio no deberia de entararse, usaban los patronus - y no me decido entre cobalto o persia, mira - le tendio la paleta de colores frente a el, este se quedo mirando fijamente los cartones con el ceño fruncido.
- cariño, son exactamente los mismos colores.
- ¡claro que no! Decide por uno.
- esta bien, persia
- mmm no, el cobalto me gusta mas, si si, cobalto será.
James la quedó mirando fijamente -las mujeres son complicadas- pensó.
-esta noche tengo que ir a la noche de vigilancia ¿esta bien que te quedes sola? Lily se ofrecio a quedase cont-
-yo ire tambien - James bruscamente levanto la cabeza con los ojos bien abiertos, Claire no va a vigilar desde la muerte de sus padres.
- oh ¿estas segura?
- si.
Terminaron de desayunar, acomodaron un poco la casa y James comenzó a hacer el almuerzo ya que Claire era muy mala con la cocina.
- Orión, déjame en paz - el pequeño cachorrito no paraba de molestar a James mientras cocinaba, le saltaba, le mordia las pantuflas y no paraba de torear, Claire lo saco riendo de alli y decidió que para que James este mas tranquilo llevaria al cachorrito a dar un paseo, ato su pelo y amarro a Orión con la correa, cerro la puerta tras ella y comenzó a caminar por el vecindario en dirección a la pequeña plaza que tenia a tres cuadras, alli podria soltar a Orión y ella podria descansar las piernas.
Este recorrido lo hacia todos los fines de semana con su madre cuando era pequeña, a veces llevaban a Cruela, la antigua mascota de Claire, una gata con un rojizo pelo y anaranjados ojos, era un animal hermoso, lastimosamente falleció cuando ella tenía dieciséis años, recuerda que le habia enviado una carta a James super emocionada cuando su padre se la regaló.
Orión al ver la estructura del pequeño parque comenzó a dar vueltas persiguiendose la cola y a torear de la alegria, Claire rio ante su reacción y le solto la correa, el cachorrito corrio hasta el parque y comenzo a jugar con algunos niños y otros perros que pasaban el rato, Claire se sentó a observar con cariño como los pequeños niños jugaban con su mascota, la ternura de ver como su perro de apenas un pie de tamaño trataba de derribar a los niños de unos cinco años.
- señora ¿el perrito es de usted? - al escuchar el "señora" Claire se asombró, desde la muerte de sus padres habia descuidado su aspecto, tendria que ponerse al dia.
- si, es mio - respondio con dulzura
- es hermoso ¿como se llama? - comenzo a dar saltitos el niño, tenia un rubio cabello y unos verdes ojos.
- Orión.
- wow, que orginal ¡Orión ven aqui! - salio corriendo para volver a jugar con el perro, Claire rio y se imaginó su vida con un niño en ella, con el cabello revoltoso de James y las mismas manos pequeñas que las de ella y si fuera niña, un cabello pelirrojo igual al de ella y los ojos almendras de James, serian unos niños hermosos.
Pero ¿seria seguro traer a un niño o niña a la vida en tiempos como este?
Miro la hora, probablemente James estaria terminando el almuerzo.
- ¡Orión! ¡ven pequeño, vamos a casa! - el cachorro se despidió de los niños moviendo la colita y se dirigió hacia su ama, esta vez Claire decidió no atarlo con la correa, es un perrito muy inteligente y la estaba siguiendo a la par hacia casa nuevamente.
Llegaron y sintieron un rico olor a comida recién echa.
- mmh cariño, que rico huele.
- sientate y prueba, creo que sabe bien.
Comieron tranquilamente y charlaron sobre el futuro como si tuvieran idea, solo ellos dos.

EL ANTIDOTO - james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora