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17 de Febrero

Soy el hombre más feliz de la tierra. Jungkook. ¡Jungkook! No puedo escribir. No podré dormir. ¡No importa!







No se hizo esperar, a las 3:30 en punto Taehyung lo vio descender del automóvil de sus padres, en la puerta del cine. ¡Que hermoso! ¡Que bien le quedaba aquel traje verde! Más bonito, más gracioso. Parecía un conejito en una revista para niños, en una revista en colores para niños.

- Kook

- Hola Tae, ¿Y tus amigos?

- Nos esperan adentro, están guardándonos sitio. Ya tengo las entradas.

- Gracias.

Taehyung sabía donde estaban sus amigos, avanzó hacia ellos y esperó de pie mientras Jungkook los saludaba, se sentía incapaz de hacer lo que tenía que hacer, pues temía a que él se diera cuenta de que todo aquello estaba planeado. Sin embargo Jungkook muy tranquilo y sonriente parecía ignorar lo que estaba pasando.

- No se vayan - le decía Taehyung a Mark que estaba a su izquierda, pero Mark no le hacía caso - no te vayas Bogum.

- No te eches para atrás - dijo Bogum en voz baja para que Jungkook no lo escuchara.

Las luces se apagaron y empezó la función. Taehyung sentía que golpeaban su nuca por detrás. *Es Mark*. Jungkook miraba la enorme pantalla al frente suyo y no parecía darse cuenta de nada, estaban pasando un corto de dibujos animados, faltaba aún el noticiero y luego el intermedio. Taehyung no sabía como se llamaba la película que iban a ver. Había enmudecido. Durante el intermedio Jungkook volteó a conversar con Jisoo y la novia de Mark, sentadas ambas en la fila de atrás, Taehyung por su parte, conversaba con Bogum y Mark, pensaba que todo esto era un complot contra Jungkook, y se ponía nervioso al pensar que podía descubrirlo.

Miró a Jungkook, y él le guiñó un ojo como si quisiera decirle que las cosas marchaban bien. Jungkook , muy tranquilo parecía no darse cuenta de lo que estaba pasando, de vez en cuando miraba a Taehyung y sonreía. Las luces se apagaron por segunda vez, y Taehyung se cogió fuertemente de los brazos de su asiento, no podía voltear a mirarlo, sentía que el cuello se le había endurecido y le era imposible apartar la mirada del Ecran. Era una película de guerra y ante sus ojos volaban cosas, puentes y tanques, había una bulla infernal y sin embargo todo aquello parecía muy lejano. No lograba entender muy bien lo que estaba ocurriendo, y por más que trataba de concentrarse le era casi imposible seguir el hilo de la acción.

Recordó que Mark, Bogum y sus novias se iban a marchar pronto y sintió verdadero terror, Jungkook se iba a dar cuenta, se iba a molestar, todo se iba a arruinar. En el Ecran un soldado y una mujer se besaban cinematográficamente en una habitación a oscuras.

- No veo nada - dijo Mark - voy a cambiarme de asiento.

- Yo también - agregó Bogum pidiendo permiso para salir.

*Se debe haber dado cuenta, debe estar furioso*, pensó Taehyung atreviéndose a mirarlo de reojo: sonriente Jungkook miraba al soldado que continuaba besando a la mujer en el Ecran. *Parece que no se ha dado cuenta*, pensó mientras sentía a sus amigos atrás, empezaban nuevamente a golpear su butaca. *Tengo que mirarlo*. Pero en ese instante estalló una bomba en el Ecran y Taehyung se crispó, *Tengo que mirarlo. volteó en la oscuridad, Jungkook era la persona más hermosa del mundo, *no pateen desgraciados*, pero sus amigos continuaban, continuaron hasta que vieron el brazo de Taehyung levantarse lentamente, lenta y temblorosamente. *¿Por qué no patean ahora?*, se preguntaba suplicante, se le había paralizado el brazo, no podía hacerlo descender. Se le había quedado así, vertical, como el asta de una bandera. Alguien pateó su butaca por detrás y su brazo empezó a descender torpemente, sin dirección. Taehyung lo sintió resbalar por la parte posterior de asiento que ocupaba Jungkook, hasta posarse en algo suave y blando, *la pierna de Jisso*, se dijo aterrorizado. Pero en ese instante sintió que alguien lo levantaba y se lo colocaba sobre el hombro de Jungkook, lo miró sonriente, la mirada fija sobre el Ecran, Jungkook parecía no haberse dado cuenta de todo lo que había ocurrido. La moda: formidable solución para nuestra falta de originalidad.

El parque de diversiones estaba tan de moda esos días, que no faltaba quienes hablaban de él como el *parquecito*. Hacía años que muchachos y muchachas de todas las edades, venían sábados y domingos en busca de su futuro amor, de su actual amor o de su antiguo amor. Lo importante era venir, y si uno vivía en el centro de Seúl y tenía a su amor en Daegu, lo iba a buscar hasta allá. Taehyung no comprendía eso de ir al parque de diversiones, le incomodaba estar rodeado de gente que hacía exactamente lo mismo que el, pero no le quedaba más remedio que seguir las reglas de juego, Y dar vueltas al parque con Jungkook hasta marearse era parte del juego. No podía hablarle, y tenía que hablarle antes de que se enfriara todo lo del cine. *Esperaré unos minutos más y luego le diré para regresar a casa de su amigo*, pensó, era la mejor solución, él no se opondría, pues allí lo iban a recoger sus padres y en cuanto al amigo, lo único que le interesaba era estar a solas con su enamorado. Les había prometido declararse y estaba dispuesto a hacerlo.

Jungkook había aceptado regresar a casa de su amigo y pasarían aún dos horas antes de que vinieran a recogerlo, tendrían tiempo para estar solos y conversar, Taehyung sabía que había llegado el momento de declararse, pero no sabía como empezar. Después sería fácil.

- Llegamos - dijo Jungkook

- Podemos quedarnos aquí afuera

Era una casa de cualquier estilo, o como muchas en Seúl, de todos los estilos. Un muro bastante bajo separaba el jardín exterior de la vereda, al centro un muro entre los pilares, una pequeña puerta de madera daba acceso al jardín. Taehyung y Jungkook se habían sentado sobre el muro y permanecían en silencio mientras él buscaba la palabras apropiadas para declararse y el contrario estudiaba su respuesta. Una loca idea rondaba la mente de Taeyung.

- Jungkook. ¿Me permites hacerte una pregunta?

- Todo depende de lo que sea

- Di que sí. Es una tontería

- Bueno, dime de que se trata

- ¿Lo harás?

- Si. pero dímelo

- ¿Podrías subirte un momento sobre este pilar?

Lo amaba mientras subía al muro, y le perecía que era un muchacho maravilloso porque había aceptado subir. Desde la vereda Taehyung lo contemplaba mientras se llevaba ambas manos a las rodillas.

- Ya Tae, apúrate. Nos van a ver y van a pensar que estamos locos

- Te quiero Jungkook. Tienes que ser mi novio

- ¿Para eso me has hecho subirme aquí?

Jungkook dio un salto y cayó sobre la vereda como una estatua que cae de su pedestal. Lo miró sonriente, pero luego recordó que debía ponerse muy serio.

- Kook...

- Tae - dijo Jungkook en voz muy baja y mirando hacia el suelo - mis amigos me han dicho que cuando un muchacho se te declara, debes hacerlo esperar. Dicen que debes asegurarte primero, pero yo soy distinto Tae, no puedo mentir, hace tiempo tu también me gustas y te mentiría si te dijera que..... Tú también me gustas Tae....

A las nueve de la noche los padres de Jungkook vinieron a recogerlo. Taehyung lo vio partir y luego corrió a contarles a sus amigos porque esa noche era la noche más feliz de su vida.

















¨One hand on the ropes¨ _ TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora