Allí estaba yo, con un unas tijeras, un huevo podrido y una araña de plástico en mis manos apunto de arruinar el bolso favorito de la más fresita de la escuela, jamás iba a volver a verla ya que mi papá consiguió trabajo en otro país y nos tenemos que mudar.
Pensé si afectaría en mis postulaciones a nuevas escuelas, por un momento casi no lo hago, pero no importa, quise hacerlo desde hace 8 años.
Metí el huevo podrido en su bolso, le tardaría meses en quitar el olor. Después corté las dos tiras que están a los costados,era un bolso demasiado caro. Por último puse una araña de juguete, katy (la fresa) es aracnofobica.
Se sintió tan bien..
Se que fue solo una pequeña broma, era un bolso, nadie se moriría.
Aunque sería genial que le de un paro cardíaco por la araña.
Cerré el bolso y escapé del curso para que nadie se diera cuenta, estábamos en el descanso.