Marcas Del Pasado / KookTae~

Si, Me arrepiento.

Porque me dí cuenta más tarde que nunca, que no me merecías.

Porque soy mejor de lo que crees.

Y yo sé que podría dejarte, que debería buscar a alguien que me aprecie y valore, alguien que me ame, así, cómo lo hiciste tú al principio.

Pero envés de eso, decidí seguir a tu lado como una sombra. Siempre siendo usado, siempre aferrándome a tí como si mi vida dependiera de ello.

Lo hace.

Quería significar algo para tí, quería marcar tu vida siendo algo importante, algo que no puedas ignorar, me esforcé lo más que pude, dí lo mejor de mí.

Pero no fue suficiente.

Porque cuando creí que había avanzado, me recordabas todo lo malo que había hecho y esos recuerdos me hacían retroceder.

Intente cambiar, mí físico y mi personalidad empezaban a ser distintas, ni si quiera yo podía reconocerme. Pero nada mejoró.

Te volviste distante con el tiempo, empezaste a ser distinto, ya no me hablabas y pocas veces me mirabas.

Pero yo seguía contigo.

Llegabas frustrado a casa y solías golpearme por las noches, yo te dejaba hacerlo porque si con eso te calmabas entonces al menos para eso serviría.

Si querías que fuera tu saco de boxeo, yo lo sería.

Si querías utilizarme para sexo, yo te dejaría.

Si querías gritarme y ofenderme, yo te escucharía.

Porque te amo.

Y no me importaba lo que diga la gente, no me importaba lo que decían mis amigos, no me importaba como los tuyos me agredían.

Lo único que me importaba eras tú.

Tu bienestar.

Tu felicidad.

Tu hermosa sonrisa. Esa que ya nunca más me dedicaste, esa que usabas solo con los demás, esa que  cada vez salía con menos frecuencia.

Dime, Jungkook. ¿Porque dejaste de sonreír? ¿Acaso hice algo mal?

Obedecí lo que me habías dicho. Seguí cada una de tus órdenes. Y dijiste que si cumplía con ello por fin y después de tantos años, volverías a sonreír para mí.

Dime, Jungkook. ¿Porqué estás llorando?

...

[ Seoul ]

Recuerdo la primera vez que te ví.

Eras tan hermoso ¿Porqué no podias salir de mi mente?

Estabas jugando fútbol junto a tus compañeros, tu camisa se aderia al cuerpo por el notable sudor, al igual que tu cabello yacia aferrado a tu frente.

Tenía la costumbre de detallar cada cosa de tí.

Tu piel lechosa, tus marcados músculos, tus felpos rosados, tus bruscas manos, tú sedoso cabello, tú ancha espalda, tus ojitos de bambi, tú lunar debajo de los labios y tú Sonrisa de Conejo.

Amaba verte sonreír porque me hacía sentir bien conmigo mismo, a pesar de que yo no era la causa de esa sonrisa tuya.

Solías ser muy simpático y carismático frente a las personas, siempre siendo engreído, positivo, optimista, agradable y comprensivo con las personas que te rodeaban.