IX. EPILOGO: JUNTOS AL FIN

17.7K 1.2K 914
                                    


Antes que todo les vengo a avisar que habrá un especial con pequeños hechos que ocurrieron en la historia de nuestros personajes, tal vez en unos días lo publique asi que esperen con paciencia.

Luego de esa noche algunas cosas cambiaron bastantes.

Para los hermanos Uchihas, Sasuke por fin pudo tener a su rubio entre sus brazos, logro aclarar todo y empezar una relación con Naruto, se notaba a kilómetros su felicidad, mientras que para los otros...es otra historia.

Kushina solo había aprobado a Sasuke para salir con su pequeño hijo, pero no había aceptado a los otros dos para estar con sus adorables sobrinos, por lo que estaban en "Temporada de prueba" si la Uzumaki los encontraba dignos de sus bebés.

Uno de los primero actuar fue Itachi, quien fue en la noche a la residencia Namikaze-Uzumaki, para ser especifico fuera de la ventana de Deidara con una guitarra en las manos, se arrodillo y empezó a tocar el instrumento antes de cantar.

-¡Si hay que ser Torero, poner el arma en el ruedo!- Deidara abrió su ventana sorprendido mirando hacia abajo, encontrándose al Uchiha cantándole con una mirada coqueta, haciéndolo sonrojar -¡No me importa lo que se venga para que sepas que te quiero como un Torero!

Kushina abrió la ventana bastante molesta y de una le lanzo un zapato a la cara al azabache, derribándolo con todo y guitarra.

-¡¿Tia Kushina?!- Grito sorprendido el rubio y preocupado por el Uchiha inconsciente en su patio.

- Kushina ¿Qué ocurre?- Pregunto somnoliento Minato, quien tenia un antifaz para dormir por lo que no veía nada.

-Nada cariño, solo era un perro desafinado de la calle- Dijo como nada la pelirroja para volver a dormir junto con el rubio.

- Si preguntan, soy hijo único – Penso Sasuke mirando todo desde la ventana de Naruto junto a él, mientras que el rubio se estaba muriendo de la risa.

Luego de la "unión" un lobo tenia la necesidad de estar al lado de su compañero todo el tiempo, Sasuke se había quedado a dormir como de costumbre en la casa de Naruto, mientras que no pasara algunos límites impuestos por Kushina, era lo bueno de ser bendecido por la pelirroja.

También había tratado Sai, en unas noches más el azabache había traido una escalera para alcanzar la ventana de Gaara, el cual estaba dormido, empezó a subir lentamente para no alertar a nadie, estaba a medio camino hasta que una luz le apunto.

Se volteo encontrando a Kushina, Naruto, Deidara y hasta Sasuke, apuntándole con una linterna y con unos pequeños globos que al parecer estaban rellenos con algún liquido.

-Preparados, apunten...- Empezo Kushina levantando su brazo con el globo.

-¡LA DECEPCION, LA TRAICION HERMANO!- Grito Sai apuntando a Sasuke, quien solo le sonrio.

-¡FUEGO!

-¡AHHHHHHHHHHH!

Empezaron a tirar los globos que cayeron encima de Sai, los cuales estaban rellenos de pintura azul.

Mientras que Gaara estaba dormido en su habitación con orejeras en su cabeza.

Sai volvió a su casa cubierto en pintura azul, justo cuando Obito pasaba por la entrada saliendo por la cocina, apenas lo vio empezó a gritar.

-¡GYAAAAAAAAA! ¡UN PITUFO!- Grito Obito mientras agarraba un paragua que se encontraba cerca de la puerta y lo golpeo en la cabeza- ¡VETE A LA PITUFICHINGADA!

Izuna bajo de la escalera bastante molesto por el ruido.

-Obito ¡¿Podrias no despertarnos a la mitad de la noche con tus chillidos de niña?! – Dijo este bastante molesto.

CELO DE LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora