El Caminar Del Pensamiento

El Viento

Estaba sentada en la ventana mirando por ella como lo hacía cada día, pensando en la vida y en todo lo que me proponía. De un momento a otro sentí una ligera ráfaga de viento tocar mi cara y vagar por mi cabello.

Quería sentir una pequeña conexión con el, sentir libertad, paz y felicidad. En ese momento me parecía imposible llegar a tener lo que él viento tenía.

El viento sopla de un lugar a otro llevando y trayendo, ya sea la desgracia y tristeza de las personas o la felicidad que viven en ese instante. Quisiera que me llevara y volará junto con el para sentirme libre por primera vez, aunque me parece imposible no pierdo las esperanzas de que lo pueda hacer.

En realidad las personas vuelan, nosotros podemos volar, pero no lo hacemos por temor al que dirán. Nos enfocamos tanto en lo que piensa la gente que nos privamos de la libertad de poder volar tan alto para que todo el que nos hace sentir inferiores no nos pueda alcanzar.

Es muy importante que solo pensemos en volar, ser libres de vivir nuestra vida, contar nuestra historia y vivir experiencias. Solo pensar en eso nos hará sentir tan libres como el viento y así poder llegar a volar.

Cada vez que pasa por mi cuerpo siento como se me eriza la piel, siento como cada parte de mi lo disfruta, y aunque lo detestamos cuando llegan las temporadas de frío, lo amamos cuando el calor llega pues sentimos como en ese momento tan caliente nos revitaliza y nos llena de energía.

Aunque tiene sus pros y contras para todo tiene su propósito y apesar que algunos les molesta eso no lo detiene, al contrario, sigue y sigue sin parar. Demostrando a todos lo maravilloso que puede llegar a ser y también el gran poder que puede tener.

No es necesario que le tengamos miedo al viento, si no que lo disfrutemos y respetemos, porque el día en que este ya no vaya jugando por los cielos y nuestro alrededor, sabremos que lo hemos perdido.
Cuando lo podremos recuperar?
No sabemos.......... Lo único que nos queda es disfrutar su momento.