Parte 2. Rencor.

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-  Venga Aline, sal con nosotras esta noche –dijo la joven rubia juntando ambas palmas de las manos haciendo un gesto de súplica.

 -  Lo siento, esta noche tengo mucho trabajo.

Aline, de 24 años, se inclino hacia su escritorio para tomar su carpeta y dando media vuelta comenzó a caminar hacia el elevador.

-  Por favor, nunca tienes tiempo. Solo una noche, necesitas salir y tal vez conozcas a alguien  -hizo un énfasis en la última palabra pronunciándola un poco más alto de lo normal para darle efecto; Sin embargo, causo todo lo contrario al efecto deseado.

Aline se tenso inmediatamente al escuchar esto. La presencia varonil la inquietaba.

-  De verdad Rosie no puedo, pero muchas gracias por la invitación –le contestó con una sonrisa forzada.

Aline vivía en las afueras de la ciudad sin vecinos porque desconfía. Compra por internet y nunca sale a fiestas. Del dulce hogar al trabajo y viceversa día a día.

Llega a casa exhausta después de un largo día y se recuesta en la cama, abraza una almohada y cierra los ojos sumergiéndose en el mundo de los sueños, es entonces cuando ve a esa niña pequeña sentada en su cama cuando en un descuido siente a su padre acercarse por detrás y acariciarla por debajo de su vestido de un modo al que no está acostumbrada, la tumba entre gemidos de dolor mientras este le susurra en el oído “Tranquila, es un juego nuevo”. Aline se despierta bañada en sudor entre jadeos al notar que su sueño es su infancia reflejada. Un daño irreparable.

Tres Puntos Suspensivos ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora