Un prisionero

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T/n) ya lleva dos meses en la gigante escuela y se ha llenado de amigos.

Sus Nakama han pasado por un "pequeño" accidente que no han querido especificar aunque últimamente todos les han escrito por separado

"¿Se habrán separado y no me quieren decir?"

A t/n le intimidaba esa idea pero poniéndose a pensarlo bien... Luffy jamás dejaría que su tripulación se separase.

T/n

Hoy han llamado a todo nuestro grupo, el 4-A, 4-B, 4-C, 4-D y el 4-E estamos en el auditorio esperando a la directora que hablará sobre un tema de bastante importancia esas dos palabras nos han hecho tener una gran curiosidad y miedo.

- Buenos días, damitas y caballeritos.- Llegó la directora hablando al escenario, llamandonos de esa manera hace que le tengamos algo de cariño.

- Seré rápida, no quiero interrumpir sus clases.- No, al contrario, por favor tarde mucho porque hoy me toca ciencias sociales y aunque la materia es fácil EL PROFESOR NO LO ES.

- Hoy llegarán barcos de la marina a nuestra isla, tomarán un pequeño descanso en nuestras instalaciones y es de suma importancia que ustedes mantengan distancia.- El silencio del auditorio desapareció cuando dijo "la marina", todos empezaron a murmurar preguntándose que harían aquí o hablando de lo genial que será toparse con algún miembro de la marina.
- Sé que no debo decirles esto pero ¿Cómo podría mentirles a ustedes, mis niños?- Es cierto, jamás nos miente y nos quiere tanto. Ella como directora general no sabe de lo traviesos que somos más, sin embargo, la subdirectora si sabe.

- Vendrá un pirata con ellos, un pirata al que pronto le quitarán la vida. Tienen que pasar por esta isla para llegar a su destino en Marineford.- Esa última palabra fue la que hizo que todos abrieran su boca hasta tocar el suelo.

Marineford... Cómo para que un hombre vaya a ese lugar significa que ese pirata debe ser un gran, gran pirata.

Sin comentarios, las clases empezaron y al parecer no estamos tan afectados, nadie piensa en acercarse a la puerta donde entrarán esos marinos.

Las clases acabaron y yo tenía planeado ir a comer pero llegó la marina y tenía una gran curiosidad

"La curiosidad mató al gato"

Esa frase dicha por mi madre, Yuyuki-Sama. Daba vueltas por mi cabeza, en cada paso que daba.

Pero el gato murió sabiendo, ¿No?

Así que con mucho miedo, me escabullí en los arbustos de la puerta principal donde entraría ese gran pirata.

De la tripulación de Barbablanca, escuché. Ese Barbablanca es fantástico.

Y ahí lo ví...

De cabello negro, alto, guapo, mamado

Eso lo dice Franco Escamilla.

Ah cierto.

Bueno, les decía que era

Alto, guapo, mamado, tenía pecas, un tatuaje en su espalda, en su brazo y...

Mierda es terriblemente guapo.

Gracias a mis años de experiencia, sé escabullirme en dónde quiera y cuando quiera.

No tenemos cárcel aquí en la escuela así que lo metieron en un viejo salón, lejos de las aulas de los jóvenes.

Le dejaron comida, lo dejaron libre en aquel salón.

Y entré, escondiéndome en las butacas amontonadas lo veía como comía.

- Ya terminé de comer ¿Vas a salir?- Mi saliva se fue por completo, mi piel se sentía más pálida que la de un muerto, mis ojos más abiertos que cualquier plato y mi respiración se detuvo.

- No te asustes, no voy a comerte.- Tragué grueso y seco, con cuidado salí de mi escondite en las butacas.
Me miró de pies a cabeza y sonrió.
- Una niñita no debería jugar por aquí.- Estaba sentado en el piso, de piernas cruzadas, recargandose con sus brazos hacía atrás.

- ¡No soy una ni- - No terminé la frase, en menos de un cerrar de ojos el estaba detrás de mi con su mano en mi boca.

- Me alegra que al fin digas algo pero no grites, te vas a meter en problemas.- Me Susurró eso último en el oído, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Tenía miedo, nada me aseguraba de que no vaya a matarme o a usarme para escapar.

Quitó la mano de mi boca, rápidamente me giré a verlo de pies a cabeza y el volvió a sonreírme.

- Eres atractivo.- Lo dije mirándolo a los ojos.

Se rió y se volvió a sentar de piernas cruzadas en el suelo.- ¿Eso crees?- Me miró desde abajo.

- No lo creo, de verdad lo eres.- Imité sus movimientos para sentarme frente a el.

- Que agallas, ¿Sabes quién soy? Debes saberlo y aún así vienes a verme, podría matarte o usarte.- Se acercó a mi.

- Ya había pensado en eso pero tenía que decirlo. Soy t/n.- Estiré la mano con una sonrisa de oreja a oreja.

- Ace.- Estrechó su mano con la mía y en ese mismo movimiento me jaló para terminar encima de el.
- Debo admitirte que también eres muy atractiva ¿Cuántos años tienes?

- 17- Reí, me acurruqué en su cuello y lo abracé. Sentí su marcado abdomen en mi panza, mis manos en su fuerte espalda y mi cara hundida en el olor de su cuello.

- Vaya vaya, ¿viniste en busca de amor? ¿Que es esto?- Sus manos ni si quiera me tocaban

- Digamos que eres mi crush y estoy aprovechando el momento de tenerte cerca para hacer algo...- Estando sentada sobre el aproveché para comenzar a hacer movimientos con mis caderas.

- "Hacer algo"... Enséñame eso que quieres hacer.- Y aquí comienza todo.

Tomó mi cintura, hizo que mis movimientos se restregaran en su entrepierna.
Un beso comenzó, un beso largo que en poco tiempo su lengua ya estaba con la mía en una guerra de besos, me separé de él y se deshizo de mi blusa de colegiala.
Mis pechos rebotaron en cuanto también sacó mi brassier.

Hice una mueca de dolor cuando los tocó pero unos cuantos gemidos salieron.

- ¿_____ __________?- Mierda ¿Cómo lo supo? Todo se detuvo cuando lo dijo.- ¿Segura que quieres que lo haga?

- No te detengas ahora, por favor- Me restregué sobre su erecto pene.

- No tocaré tus pechos entonces.








¿Qué le habrá dicho Ace a t/n?

Lamento que no lo sabrán en un buen tiempo.

De cristal. (One piece x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora