No me puede estar pasando esto.

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Hasta ayer Jimin pensaba que su vida era de lo más normal, y que era afortunado con el trabajo que tenia. Solo que no contaba con que la invésil de su compañera armara un escándalo, luego de que el la rechazara.

La chica había llegado a la empresa, acomodada. Solo por que era la prima del jefe. Le era muy insoportable, apenas el primer día, se encargó de esparcir su aroma en todas las áreas. Y cual hombre que hubiera por ahí, caían como si de olfatear a una perra en celo hablaran.

Todos, absolutamente todos, estaban rendidos ante la señorita Lee. Cabello rojizo, delgadita, con buenas caderas, y un rostro de mujer perfectamente definida. Parecía una diosa. Pero a Jimin no le llamó la atención.

La pelirroja notó aquello. ¿Y quién demonios es el pequeño con trasero regordete? Pensó la chica.

-Debe ser un noob, obsesivo por el trabajo... Pero no es problema, tambien es hombre...- decía viendo al pelirosa muy metido en su labores.

Caminó hasta el cubículo de este y se sentó en su escritorio. Jimin observó de lado a la chica y siguió escribiendo.

-Jum, jum...- ella se aclaró la voz llamando su atención.

-Disculpa, estoy trabajando en este momento... Si necesitas algo, puedes pedírselo a la secretaria de recursos humanos...- dijo Jimin sin sacar sus ojos del monitor.

La chica sonrió de lado viendo que se resistía a sus encantos. Desabrochó uno de los botones de su camisa. Los hombres de alrededor estaban espectantes a lo que hacia la pelirroja y uno de ellos acotó algo por debajo.

-Que le vió a ese enano?... Es un maricón... Pierde su tiempo, deberia buscar un verdadero hombre...-

-Como quien, como tu?- dijo otro de los espectadores.

-Por supuesto!-

La chica miró a su alrrededor incómoda por que Jimin aun la ignoraba.

-Podrias ayudarme con este informe...?- insistió ella. Jimin bufó y dejó de trabajar para escucharla.

-Dime...- respondió y se quitó los anteojos para verla a los ojos. Ella se sintió algo emocionada y es que ese rubiecito era realmente hermoso. Verlo tan de cerca casi la deja sin aliento.

-Y-yo eeh... Es que...- tartamudeó nerviosa y tiró sus papeles en un movimiento torpe. -Ah! L-lo siento...-dijo y se hizo atras para comenzar a levantar las hojas. Jimin rodó los ojos y volvió a ponerse sus anteojos. -L-lo siento...- dijo y se largó del cubiculo.

Ese fue el dia en que se dió cuenta que estaba enamorada.

Por los siguientes 6 meses, solo lo observaba desde su cubículo y cada viernes le dejaba algunos macarrones en pequeñas cajas adornadas con notas en papeles de colores que siempre decian lo mismo. "Que tengas lindo fin de semana, Jiminie". Jimin solo lo leyó la primera vez, las siguientes solo dejó la caja a un lado y trabajó sin detenerse hasta la hora de salida. Llevaba la caja de macarrones y se los daba a un vagabundo.

Fue hasta ese viernes que los macarrones llegaron a su escritoro como cada viernes. Pero esta vez no contaba con que ella misma llegara a entregarselas.

-Buenos dias Jiminie...- dijo Lee. Jimin sin mirarla correspondió a su saludo.

-Buenos dias Señorita Lee...- un saludo muy contracturado para el gusto de la pelirroja.

-Haha, no es necesario que seas tan formal... Supongo que en estos 6 meses formamos algo de confianza como para llamarnos por nuestros nombres...-

-No, no lo creo.- respondió en seco. Ella se sintió avergonzada, pero asi era Jimin. Y ella no se daria por vencida.

Varios de sus compañeros le insistieron en que acepte salir a cenar con ellos. Pero ella queria al pelirosa noob que la ignoraba. Aunque comenzaba a perder la paciencia después de pasar medio año intentando llamar su atención. Habia cambiado su modo de vestir, ya no usaba colonias llamativas y su maquillaje dejó de ser provocativo. Ni siquiera eso sirvió. Jimin era imposible realmente.

-Realmente me gustas Jimin, quisiera que vallamos a cenar juntos un dia, charlar de nuestras vidas y quizá comenzar una amistad...-

-Mi trabajo es todo lo que me importa, no necesito amigos y realmente siento mucho que perdieras 6 meses de tu hermosa vida comprando macarrones y papeles con notas... Pero tranquila, los macarrones tuvieron un buen provecho...-

-Te gustaron?-

-No a mi, pero al señor Cho del parque frente a la oficina supongo que si...-

La pelirroja se quedó con la boca abierta cuando supo a donde terminaron sus 5mil wons semanales. En manos de un viejo vagabungo. Se llenó de rabia, pero no demostró eso, aunque sus mejillas no pudieron evitarlo.

-Bien... Al menos se que ayudó de algo...- dijo no muy convencida. -Volveré a mi cubículo...- dijo y se marchó.

Jimin el resto de la mañana se relajó. La pelirroja no lo molestó en absoluto, pudo terminar su trabajo sin problemas y se dispuso a alistarse para marcharse. En ese momento en que ya todos salian, fué la misma Señorita Lee quien lo llamó.

-Lo siento, no quiero molestarte, pero el señor Kang me pidió que prepares estos informes para mañana...- dijo dandole unas carpetas.

-Bien, me las llevaré a casa y se los enviaré por Mail...-

-Es que el Señor Kang nos espera en su oficina, está terminando algunas cosas... Solo tienes que imprimir y firmar los permisos, puedo ayudarte si quieres...-

-Bien, vamos a imprimirlo primero...- dijo serio. "Maldita sea, tenia pensado oir mi programa de radio favorito al llegar a casa, beber una copa de vino y oir la perfecta voz del locutor, Min Yoongi"

Llegaron a la impresora y agilmente Jimin conectó los archivos del pendrive y mientras imprimia comenzó a firmar cada una de las hojas que salian.

La pelirroja miraba a todos lados asegurandose de que ya nadie estuviera cerca y sabiendo que su jefe aun estaba en la oficina decidió realizar su plan.

Se acercó a Jimin y quiso besarlo, pero este la apartó empujandola un poco por los hombros, pero ella insistió en sobrepasarse.

-Demonios Lee, alejate!- dijo Jimin.

-Entiende que me gustas Jimin... Quiero ser tuya nada mas...- dijo pero Jimin se separó y quiso salir por la puerta. -Si no regresas aqui voy a gritar, y diré que intentaste violarme...-

-Estas loca?, Jamás haria tal cosa... Me gustan los chicos enferma!- dijo saliendo de espacio de impresoras. En ese momento ella se arrancó la ropa y la falda y comenzó a llorar.

-Ayuda! Ayuda!- gritó y Jimin giró a verla asustado. Y volvió a acercarse a ella.

-Estas loca?! No hay nadie en el piso... Deja de gritar loca!-

-Auxilio!!! Me quiso violaaar!!!- gritó una vez mas y su jefe salió de la oficina espantado. Vió a la chica con toda su ropa rasgada y a Jimin intentando acercarse.

El conserje tambien llegó luego de los primeros gritos y vió aquella escena.

-Que haces Park!!!?- gritó El señor Kang. -Demonios, alejate de ella!- dijo intentando contener a Jimin.

El solo no podia creer que la maldita pelirroja lo puso en esa situacion tan bochornosa. La miró con odio y bufó. Ella simulaba estar muy asustada y cuando el Señor Kang le dio la espalda a la chica ella sonrió ladina. Jimin no lo creia.

-Oye jovencito, no estuvo bien eso...- dijo el conserje del edificio. Jimin lo miró espantado.

-Yo n-no...-

-Park! Quiero tu carta de renuncia mañana por la mañana... O de lo contrario me encargaré de que no consigas un buen trabajo en todo Seúl!!!- dijo el Señor Kang regresando a el luego de dejar a la chica en su oficina.

Y asi fué como Jimin perdió su trabajo, el cual le gustaba mucho, por el simple hecho de trabajar como contador en la empresa mas grande de Seúl.

-Odio a los malditos pelirrojos...- dijo viendo por ultima vez el edificio mientras cargaba sus pertenencias. -

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FM 6.13 °•°•°•°•[[Yoonmin]]°•°•°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora