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You don't ever have to be stronger than you really are
When you're lyin' in my arms, and, honey
You don't ever have to act cooler than you think you should
You're brighter than the brightest stars

Lana Del Rey – California

Nadie dijo que sería fácil sobrevivir en un mundo impuro y deshonesto, roto, en donde los pedazos se encuentran repartidos en cada uno de los distintos países y ciudades, para ser específicos en almas que aún no han sido quebrantadas, corazones de personas que no han merecido las injusticias a las que han tenido que hacer frente, el dolor que anima a la valentía y fortaleza a proclamar a su persona como su reino y ejercer su monarquía en ella. Nadie dijo que sería fácil cumplir nuestro objetivo, armar los pedazos ya rotos por generaciones pasadas, de ese mismo mundo impuro. Nadie dijo que vivir sería fácil.

Pero, ¿qué pasa cuándo caes en un vacío y todo está oscuro a tu alrededor? Imagínate en la nada misma, miras hacia cualquier punto y no hay nada más que oscuridad. ¿A quién te aferras cuándo sientes que estás muerto en vida? ¿A quién recurres cuándo hay vacío y solo eso? ¿Acaso eres tú la luz que iluminará la oscuridad y te sacará de ese hoyo profundo, en el que llevas meses sumergiéndote, sin saber como salir?

Y es que simplemente llega un punto en el que tocas fondo, en donde la plataforma inestable en donde estabas se hunde, caes, caes, caes y sigues cayendo, hundiéndote, hasta que lo tocas, sientes el principio y el final, esa linea fina que separa la vida de la muerte, en donde decides si vale la pena seguir luchando o arrodillarte esperando tu final.

No es mi deber asegurar nada, pero probablemente la ayuda viene en camino. Puede ser un simple pensamiento en una tarde mientras reflexionas sobre una serie lo que salve tu vida. Puede ser ese pensamiento de que si mañana dejaras este mundo, definitivamente no querrías pasar tu último día hundiéndote en el vacío que tú creaste.

No obstante, estos pensamientos sólo habitan en las personas que aún conservan esperanza. Y Harry era una de ellas.

A veces solo se necesita un impulso, por más mínimo que sea, para desear salvar tu alma del vacío, para desear salvar tu vida. El impulso de Harry podría describirse con una simple palabra, devastador.

¿En sus deseos está escuchar la historia detrás de esa palabra, tan dolorosa y esperanzadora, que viene con la promesa de un futuro mejor? Si es así, aquí la tienen. Situémonos en el principio, una visita al hospital en donde trabajaba su pareja, una sola visita bastó para encontrar el motivo de seguir despierto, respirando.

Harry había conocido a Mía, una niña con un tumor cerebral. Mía amaba cantar, podía ver el brillo en sus ojos cuando pasaba tardes enteras escuchándola, alegrando los pasillos de cada hospital que visitaba, en específico, del último al que visitaría en su vida terrenal. El diagnóstico de que pudieran operar sin involucrar su capacidad del habla era nulo desde el comienzo. Los médicos habían luchado, tal como Mía se los pidió, lamentablemente sus esfuerzos habían sido en vano, por lo que solo decidió aceptar su destino y perseguir su sueño. Salió del hospital con una sonrisa en su rostro y fue directo a cantar en Broadway, dispuesta a dedicar hasta su último aliento a ser feliz.

Harry y Mía hicieron una promesa días antes de que ella se fuera, ser felices en donde quiera que estuvieran, pero en ese punto de su vida no sabía cómo serlo. Cuando te arrebatan tantos de tus motivos para ser feliz, no sabes cómo aceptarlo y encontrar uno nuevo.

Mía murió meses después.

En una conversación de los doctores de Mía, en donde su pareja era parte del equipo, mencionaron que se creó un estudio clínico, que dio pie a un tratamiento menos invasivo al operar tumores que pondrían en riesgo las capacidades del paciente.

Su tumor había salvado a más personas de las que podría imaginarse, la muerte de Mía no había sido otra más sin un propósito.

Está por demás decir que fue un golpe muy duro para él, después de haber tenido que mudarse, tras dejar atrás a la persona a la que pertenecía en cuerpo y alma por completo.

Lo único de lo que estaba seguro Harry, era de que su vida no terminaría ahí, tenía que encontrar algo a lo que aferrarse, si no quería ahogarse en la inmensidad del océano, en el que ya se encontraba.

Y es que, hay una gran diferencia entre estar y ser feliz. Harry quería volver a ser feliz.

amore mío | l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora