Entre siempre detrás de el. al comedor en el centro de la mesa, sobre ella una botella vieja y brillante de limo verdoso que lo cubre. al tomar asiento siento como el ambiente se pone ligeramente tenso
—¿te encuentras cómodo?
—si. Pero necesito explicar como estuvie...- fui interrumpido
—Normalmente no pediría ninguna explicación pero... la situación lo amerita... así que llebastes a ese chico pelirrojo a un love hotel...
—si -sentía que comenzaba a sudar frío
—Nunca dije que podías responderme perro
—Oh- suspire se adonde va a llevar esto. mientras trato por curiosidad de el leer la etiqueta del vino, pero el limo lo impede
—¿que pretendías al llevarlo a un sitio que ambos compartimos por mucho tiempo?-
— en ese momento no sabia como enfrentar la situación al a ver atropellado al chico ya que no quería provocarle algún problema señor. Y además el chico resulto ser muy agradable- concluyó
—entonces dices que mi presencia así a ti es una molestia
—no, no es lo que quise decir...
—¿Pretendes decir que soy un mentiroso?
En ocasiones es difícil dialogar con el en ese estado
—Por favor calmese, ainosuke-sama
—¡¿Me estas diciendo histérico?!
—Dios santo
—Callate, sabes que soy ateo - a este punto la discusión no nos llevara a ningún lado
—Matenme...
—Que iluso eres perro. ¿Acaso crees que que la muerte te salvara de esta relación? Estas atado a mi por el resto de nuestras vidas. Se lo volveré a mostrar a tu cuerpo si es necesario...
Creo que esto durara para largo...
—Ya se puso a decir cosas raras.