El Gran Torneo Multiversal

El Torneo...

En una dimensión llena de luz, se encontraba una pirámide egipcia, en cuyo interior se encontraba una mujer de piel blanca, armadura y alas doradas, vestido de seda egipcio, así como algunos signos en su rostro, cuando apareció un elfo anciano.

-¿Me mando llamar, reina Halakthy?-.

-Si anciano-suspiro-nuevamente ha llegado el tiempo, los 1000 años han pasado y el torneo comenzara de nuevo, es hora de reunir a los participantes-.

-¿Ya tiene los universos escogidos?-.

-Si-Halakthy le dio una lista-estos son los universos y los participantes de cada uno, estoy segura de que Drago ya está haciendo lo mismo, reuniendo a sus participantes-.

El anciano suspiro-Majestad ¿cree que este torneo termine de otra manera?-.

Halakthy se quedo en silencio-No lo sé, solo el tiempo lo dirá, pero tengo fe en los participantes que van a pelear en esta ocasión, ya que entre ellos, hay un gran guerrero-.

-Muy bien, comenzare a enviar mensajeros a las distintas dimensiones-.

-Te lo encargo-.

Las palabras de la reina eran ciertas, ya que al mismo tiempo, en una dimensión donde solo existía oscuridad y sufrimiento, una figura llena de maldad daba indicaciones, pronto podemos verlo perfectamente.

Su cabeza era muy parecida a la del legendario dragón negro de ojos rojos, su cuerpo estaba erguido como el de un humano, sus brazos tenían la misma dimensión que las de un humano, en cada una de sus manos tenía tres garras y una más en el centro de su palma, además que de ambas manos surgían dos espadas, su tamaño era el mismo que el de los dioses egipcios, su color era negro oscuro, uno más oscuro que la misma noche, sus ojos era rojos y tenían un destello lleno de maldad, poseía dos gigantescas alas un poco más grandes que las de Obelisk, su cola era larga y terminaba como un especie de látigo, y su pecho estaba cubierto por una especie de armadura en forma de V, todo en su cuerpo era negro con excepción de sus malignos ojos, y provocaba un miedo paralizante, su voz era grave y aterradora.

-Esos son los participantes que deseo para este torneo, ve y tráelos ante mí, si se niegan, tienen mi permiso para traerlos a la fuerza-.

-Sí, mi señor-.

Cuando el mensajero se retiro, la voz de una joven se escucho-Disculpe mi señor, pero yo puedo encargarme de todo sola, he salido victoriosa 5 veces, puedo volver a hacerlo-.

-No tengo dudas de eso-dijo Drago-pero ¿Dónde estaría lo divertido?-pregunto riéndose-además, con este torneo serán 6 victorias seguidas, lo que significa que al fin podré completar mi mayor objetivo, la vida en todos los universos desaparecerá finalmente-.

-Comprendo, mi lord-.

-Pero debes tener cuidado, presiento que en esta ocasión habrá un rival sumamente peligroso-.

-¿En serio? ¿Quién?-.

-No lo sé, pero puedo asegurarte que será alguien poderoso, inteligente y muy astuto-.

Mientras...

Tras reencontrarse después de 2 largos años, los mugiwaras continuaron su viaje a través del Nuevo Mundo, habían tenido muchas aventuras en esos peligrosos mares y ahora estaban a solo unos meses de Raftel, Luffy estaba muy emocionado, pues dentro de poco, se convertiría en rey pirata.

-¡Sugoi! ¡Ya casi llegamos a Raftel! ¡Nami! ¿Cuánto falta para llegar?-.

-¡Por millonésima vez...llegaremos cuando tengamos que llegar y ya deja de preguntar!-amenazo Nami con el puño.