No recibió respuesta, seguramente estaba dormida, salió de casa cerrando tras ella y empezó a caminar por el bosque sin prisas en principio, teniendo pequeños recuerdos o sintiendo nostalgia del pasado, así que aceleró el paso al sentir una presencia cerca, aunque seguramente era una ilusión suya por ponerse paranoica por el pensamiento que tuvo, de todas maneras no quería que la historia se repitiese, no de nuevo.
Por suerte llegó a casa de su abuela pronto, el camino era más corto de lo que recordaba, quizás fue por el camino corto inconscientemente. La saludó con gran alegría y la abrazó con fuerza, estaba ocupada cuando la vio, estaba cocinando, olía delicioso, se ve que haciendo su cena, un poco de sopa de pollo, con las gallinas y los cultivos que su abuela tenía hacia cenas o cocidos realmente apetitosos.
Compartió las galletas que llevaba encima con ella y merendaron juntas en la sala de estar, sentadas en el mullido sofá, justo cuando ella acabó de hacer la comida. Ese era el tipo de sofá en el que te hundidas y sentías que estabas en una nube, realmente la pequeña Gimaima no quería irse o levantarse, pero debía volver a casa antes del anochecer, el bosque era peligroso. Y más de noche.
Se levantó a regañadientes y se despidió de su abuela con un beso en la mejilla. Se habían acabado las galletas, seguramente su madre se enfadaría, amaba esas galletas, pero que se le va a hacer, su abuela, como recompensa por la tarde juntas, o, quizas a cambio, llenó el tapper con caldo de sopa, al menos no podría enfadarse por no llevar nada a casa tras pasar la tarde entera con su abuela.
Emprendió camino por el desolador y oscuro bosque, sus ojos se acostumbraron rápido a la luz de la luna haciéndose camino por las hojas, realmente todavía notaba la presencia de las luces de casa de su abuela, pero no iba a volver, debía aprovechar la poca luz que hacía para llegar a casa rápido. Desgraciadamente, el camino resultó mucho más lento y largo de lo que la rubia pensaba. Incluyendo el punto de que empezaba a anochecer cada vez más y más rápido y eso la ponía nerviosa, porque cada vez veía menos y tropezaba más, pero no llegaba a caerse en ningún momento. Igualmente trataba de poner el pie firme con cada paso, pero estaba nerviosa, insegura. No sabía si seguir avanzando o quedarse quieta, dormir y esperar al amanecer.
Si no tuviera tanto frío.
Siguió avanzando sin miedo a los crujidos que provocaban sus pies con las hojas y las ramas, sin darse cuenta del gran ruido que estaba haciendo. Suspiró, soltó bao, ¿Tanto frío hacía? En verdad temblaba de frío, pero no tanto como para llegar a la hipotermia o algo. Debía ir más rápido, pero no reconocía el camino, quizás se había salido de él y se había perdido.
Escuchó un leve aullido, más bien parecía un ladrido y al alzar la mirada, sobre el tronco caído que tenía en frente se alzaba una figura imponente, sentada y mirándola con amenaza, sobre su altura. No tenía expresión, era simplemente ojos amarillos penetrantes por la luz de la luna a su espalda que hacía un reflejo peculiar y sorprendente brillantes al parecer de la rubia.
Tragó saliva con miedo.
Eso era nada más y nada menos que un lobo. El cual bajó al suelo y se acercó a ella lentamente, con paso firme. Gimaima quedó paralizada, tan solo fue capaz de dar un paso atrás, pero nada más. El lobo se acercó hasta quedar delante de ella, apenas le llegaba a la barriga, se sentó ante ella y olfateó el tapper con olor a carne, evidentemente, era un caldo de pollo. Le pareció curioso el comportamiento del lobo, así que movió el tapper hacia un lado, este lo siguió con la nariz y la mirada, queriendo oler el contenido, parecía hambriento, se relamía los "labios", la boca, el morro, realmente no sabía cómo denominarlo, estaba demasiado nerviosa y sorprendida como para poder expresar algo con cordura.
- ¿Tienes hambre?- se le escapó de los labios de forma instantánea, no se dio cuenta de que era un lobo, que no le iba a responder y que lo más suave que podía llevarse era una dentellada para robarle el bote de comida. El lobo la miró con detenimiento, de arriba a abajo y se levantó alzando la mullida cola de forma alegre, quizás había dado en el clavo- ¿Sabes salir del bosque?- musitó con miedo.
El pelaje del lobo se veía mullido y suave, quizás frío por la humedad. Ella se auto abrazó por la misma al pensar en ello y suspiró profundamente, el lobo la miró con extrañeza por el bao que salía de su boca cada vez que soltaba una expiración y por lo mucho que temblaba.
Aún así empezó a andar alejándose de la muchacha un poco, ésta la miró con frío. Los ojos miel del lobo se detuvieron al encontrarla paralizada en el sitio y temblando de frío, incapaz de dar un paso. Regresó a su lado.
Se le cayó el tapper y después de esto ella se precipitó contra el suelo de rodillas, auto-abrazándose y encogiéndose en una especie de bola.
- Tengo mucho frío...- se quejó en un susurro helado. El lobo se acercó y acurrucó a su lado enternecido, movió las orejas y miró varias direcciones. Después la miró a ella y la empujó un poco con el morro, tomó parte de la ropa de con los dientes y tiró de ella sin llegar a romper la tela, era una forma de decirle que la siguiese. Gimaima hizo caso, tomó el tapper casi sin sentir sus dedos y siguió al lobo con pasos cortos y veloces dentro de la medida de lo posible, el frío no le permitía moverse más.
Llegaron a una cueva pequeña, poco profunda, pero al menos era una cueva y aquí él lobo hizo un hoyo pequeño con las patas como si quisiera desenterrar algo, pero después salió de la cueva mientras Gimaima caminaba hacia la misma y tomó ramas y piedras y cuando ella se sentó en el suelo vio que había hecho una hoguera y que ahora debía encenderla ella, pero ella no sabía hacerlo.
- yo... Lo siento, yo no sé encender la hoguera- musitó ella auto abrazándose, tenía el tapper al lado.
- ¿Quién dijo que la encendieras tu?- escuchó.
(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).
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Ayayayayayayayayayayayayayayayayayayayay
Que ganas tenía de que esta parte llegara!!!
Kya!!!~
En fin, espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
[1148 Palabras]
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7.- Caperucita roja y la loba feroz (Lésbico/Homosexual)
Werewolf¿Qué hubiera pasado si caperucita roja hubiera hecho caso a su madre y no se hubiera entretenido en el bosque recogiendo flores? ¿Qué pasaría si en vez de ser un lobo, hubiese sido una hembra, es decir, una loba? ¿Qué pasaría si al regresar a casa s...