Capítulo Tres: Notas

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-N

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-N. O.-

Mientras los minutos pasaban, Horacio se mantenía en caja limpiando la zona, mientras de vez en cuando daba miradas rápidas al chico de cabello grisáceo.

En ocasiones miraba su cabello, aquel estilo realmente le sentaba bien.
Otras se centraba en sus expresiones, se veía lindo en cualquiera de ellas.
También miraba sus labios rosados, se veían suaves, y ni se diga de lo apetecibles que lucían cuando tomaba un bocado del postre que había pedido... Ah, tenía que controlarse si no quería ser descubierto.

Negó repetidas veces tratando de sacar aquellos pensamientos de su cabeza, al levantar la mirada de nuevo, se encontró con la de aquel cliente, quien le dedicó una sonrisa ladina, ocasionando un ligero cortocircuito en Horacio.

Volkov apartó la mirada centrándose nuevamente en su móvil, mientras Horacio procesaba lo que había pasado.

En resumen;
Volkov lo vio negando repetidas veces sin sentido alguno...

"Ah, que vergüenza..." pensó.

Sus mejillas comenzaron a arder de la vergüenza, y tan sólo siguió con su supuesta limpieza, tratando de fingir que aquello no había ocurrido...

Volkov terminó su café y el postre, así que era hora de irse, tomó sus cosas y se levantó, para después mirar a Horacio, quien se acercó a donde él y habló

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Volkov terminó su café y el postre, así que era hora de irse, tomó sus cosas y se levantó, para después mirar a Horacio, quien se acercó a donde él y habló.

Horacio.- ¿Se retira ya?
Volkov.- Correcto, se está haciendo tarde y mañana tengo que ir al trabajo
Horacio.- Entiendo, bueno, espero que haya disfrutado de su comida
Volkov.- Por supuesto que sí, gracias
Horacio.- Que tenga buena noche
Volkov.- Igualmente.- Responde, con una sonrisa, para después salir del local, mientras Horacio le seguía con la mirada.

Una vez salió del lugar, se dispuso a limpiar la mesa. En está encontró un pequeño papelito doblado metido en el servilletero, lo tomó y dentro de este había un billete junto a un par de palabras escritas;

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