El pitido de la alarma lo hace abrir los ojos, con pereza toma el celular entre sus manos para ver la hora.
—Mierda, solo son las siete de la mañana —brama con molestia, pues se le ha olvidado desactivar la alarma.
Trata de cerrar los ojos y volver a dormir, lamentablemente no logra su cometido, pues su cuerpo, acostumbrado al trabajo, le pide levantarse. Ante eso suelta una nueva maldición y se levanta de mal humor, pronto se encuentra en el baño para darse una ducha, al salir camina hasta su closet, toma algunas prendas y se viste con parsimonia, terminada su tarea sale de su cuarto y baja las escaleras para ir a la cocina.
Abre el refrigerador, nota que hay pocas cosas, por lo que chasquea la lengua, aun con eso ve que tiene lo necesario para preparar un omelette, toma los ingredientes y cierra la puerta.
En cosa de nada su desayuno está listo, pone su plato en la barra, al igual que su café y se dispone a comer, antes de dar el primer bocado su hijo mayor baja apresurado rumbo a la salida. Aquello se le hace extraño al hombre, pues Touya no es muy alguien muy afecto a levantarse temprano, por tal razón lo cuestiona.
—¿A donde vas tan temprano? —pregunta.
El menor voltea y ve a su padre con extrañez.
—Viejo, no te había visto, ¿tienes mucho tiempo despierto?
—No mucho a decir verdad, pero no omitas la pregunta, ¿a dónde vas?
El de ojos azules suspira y niega.
—Eres muy chismoso, pero bueno, que se puede esperar de un viejo. Voy a salir con una amiga, quedamos de desayunar.
—Ah, ¿la hermana de tu amigo Shigaraki, no? —cuestiona mientras da un sorbo a su café.
El ceño del menor se frunce ante la sola mención de esa persona, por tal razón sale de su casa sin siquiera despedirse.
Eso le parece extraño a Enji, pues según lo que sabe por conversaciones con Shoto, su hijo y esa muchacha estaban saliendo, honestamente no comprende las relaciones de ahora, por lo que se encoge de hombros y opta por terminar su desayuno.
Cuando ha acabado lava los utensilios que ocupo y arregla lo mejor que puede la cocina, comienza a ver que cosas faltan en su hogar, justo cuando comenzara a hacer una lista la monótona voz de su hijo menor lo distrae.
—Buenos días, te levantaste temprano —susurra.
—Si, no pude dormir más, por cierto, estás bastante arreglado siendo tan temprano, ¿vas a salir? —cuestiona.
El bicolor asiente y sonríe levemente.
—Si, hoy tengo una cita especial con Izuku.
—¿Y eso?
—Algo como un aniversario, pero sin ser aniversario, Midoriya lo llamo mesiversario, pero no creo que ese sea el término correcto —murmura.
Enji suspira y asiente.
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COSTUMBRES
FanfictionDesde que Rei lo dejo, la vida de Enji se volvió gris, triste y monótona. El buen trabajo y el dinero que empezó a ganar por montones no valía nada, pues la mujer que amaba con él no estaba. Lo único que le quedó para dar un poco de alegría a su vid...