La última sonrisa de papá (Emiliaco)

2.

Años después.

Narrador.

Una pequeña niña corría al cuarto de su padre Omega.

Tenia una sonrisa de oreja a oreja, en sus regordetas mejillas sonrosadas se formaban unos lindos hoyuelos, estaba jugando en el patio de su casa pero su tía la llamó. Informándole que ya había nacido su hermanito.

- Sharon - llamó, su padre Alfa, con voz fuerte parecía enojado, se encontraba sentado en el sillón de la sala.

- ¿Sí, Mailo? - preguntó la pequeña niña, su sonrisa se había esfumado, sabía que su padre era una persona muy amargada, casi nunca sonreía y hacía llorar a su papá Omega.

- No me digas "Mailo", insolente. - dijo llamando a la atención a la pequeña castaña - anda al cuarto de tu padre, te quiere ver.

El mayor encendió un cigarrillo y la niña se retiró de la sala subiendo las escaleras.

El cuarto de sus padres estaba al lado del suyo.

Dio unos tres toquidos en la puerta que para su edad era bastante grande.

-Pase.

La pequeña abrió la puerta y vio a su padre echado en su cama, con una pequeña cosita cubierta de sábana, se acercó.

- ¿Esa cosa es un bebé? - señaló a el pequeño bulto que estaba en los brazos de su mayor.

- Si, ¿No es bonito?

- No, está muy feo - habló haciendo muecas de desagrado y asco. Como si hubiera visto un monstruo.

- Pero, si tú estabas igual cuando naciste - dijo riendo el castaño, cuando vio en la cara de la menor otra mueca graciosa mostrando "asco"

- Mentira, yo estaba más bonita - puso sus manos en su cintura, como si estuviera enojada, Sharon era muy parecida a él cuando demostraba sus emociones: enojada, feliz y triste.

- Si, amor tú estuviste más bonita - habló rendido - ven, siéntate aquí.

Hizo un espacio en la cama, para que se sentará junto a él y puedan apreciar al regordete bebé recién nacido que estaba en sus brazos aún dormido.

- Papi, te puedo hacer una pregunta

- Si, nena.

- ¿Qué comen los bebés?

- Leche

- ¿La que tomó yo?

- No, amor. Otro tipo de leche.

- Oh, papi esta abriendo sus ojitos - el bebé abrió un poco sus ojos después de una larga siesta. Sus pestañas eran largas, sus ojos eran de un color miel como de Joaquin, sus mejillas regordetas con un color carmesí, abrió su boquita bostezando y aleteó sus pestañas viendo a su hermana y a su papá.

- Hola, bebé - fingió una voz más infaltil.

- ¿Cómo se va a llamar, papi?

- Josue.

- Josue es un bonito nombre, me gusta.

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Perdón por el capítulo corto😔