segundo.

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Narrador.

— Oh. Por. Dios.

La larga semana pasó como la mente de Jisung en clase de matemáticas, lenta y tortuosa.

Hyunjin y Minho peleaban a cada maldito segundo del día. Y él siempre terminaba en medio de eso.
Le sorprendía lo mucho que podía llegar a pelear Minho qué era muy tranquilo junto a él... bueno, lo insultaba de vez en cuando pero con Hyunjin era otra cosa.

Ahora, Jisung se encontraba frente a su teléfono viendo las promociones que salían en la página Otakuculiao.com, se encontró con la figura de Kusuo Saiki a un precio de 70,000 won cuando antes costaba 150,000 won.

Necesitaba el dinero sí o sí pero esa semana se había gastado lo que su madre le dio para las dos semanas que no iba a estar.

No tenía dinero, y no había nadie que le pudiera... prestar dinero...

— ¡Minho hyuuuuung!

El mencionado entró a la habitación inmerso en el juego de su teléfono, se sentó en su cama sin dejar de mirar su teléfono.

— ¿Qué quieres?

— Hoy es el último día que me quedo así qué, te voy a cobrar los días que me quedé.

Minho apagó su teléfono mirando ofendido a su mejor amigo.

— ¿Disculpa? Ya te pague, no estés jodiendo.

— ¡No me quede una semana por 50,000 won!

— ¡Sí lo hiciste! ¡y además de eso te di de desayunar, de comer y de cenar TODO lo que tú querías! ¡te compré una nieve todos los día y te regalé tres camisetas de Gucci! ¡¿qué más quieres?!

— Necesito 70,000 won.

Minho se quedo callado mirándolo, Jisung siempre era tan... gastaba dinero en todo lo que no necesitaba pero lo compraba porque se le hacia atractivo.

Por eso era pobre.

— No te voy a dar dinero.

— ¡Pero eres rico! ¡y nunca gastas en nada porque eres un tacaño!

Minho rodó los ojos — O porqué realmente no necesito gastar dinero en tantas estupideces como tú.

— ¡No llames a mis cosas otaku estupideces!

— Como sea, no voy a darte dinero.

Jisung se quejó y le lanzó su teléfono que Minho por suerte logró esquivar. Se encogió de hombros y se acosto en su cama volviendo al juego cuando supo que Jisung ya no iba a replicar más.

El rubio se volvió a sentar y quiso llorar como dramático, ¿por qué era tan difícil ser pobre?
Se mordió el labio inferior y una idea estúpidamente loca le vino a su cabeza.

— Hey...

— ¿Ahora qué, Jisung?

El rubio trago saliva mirando a su mayor y tras unos minutos, finalmente dijo lo que estaba pensando.

— Te hago una mamada si me das 70,000 won.

Minho alejó la mirada del teléfono y robóticamente la dirigio hacía el menor. Ni una pizca de duda se veia en sus ojos y oh ¿de verdad Jisung quería tanto ese dinero?

— Estas loco, Jisung.

— ¡Por favor! —Se acercó— creó que soy bueno con la boca, puedo hacer que te corras.

— No Jisung, punto.

El menor inflo más sus mofletes y se acercó a la puerta.

— Bien, de todos modos no eres el único al que le puedo pedir dinero por una mamada. Hyunjin hyung incluso me daría 100,000 won

¿𝖳𝖾 𝗁𝖺𝗀𝗈 𝗎𝗇𝖺 𝗆𝖺𝗆𝖺𝖽𝖺? | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora