⚘ Planetas enamorados ☸

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Louis tiene un amargo sabor de boca cuando despierta desnudo y no siente el cuerpo de Harry a su lado, no hay rastro de absolutamente nada, es cómo si nunca hubiera sucedido lo de hace un par de horas.

Se remueve un poco incomodo debido al dolor en sus piernas, revisa su reloj y al parecer han pasado tres horas terrestres. Se da cuenta que no tomó ninguna ducha y posiblemente Niall ya se haya despertado o preguntado el por qué sigue en la cama.

Frunce el ceño un poco molesto hasta que escucha el sonido de el agua en la regadera, piensa que posiblemente sea Harry que también se despertó hace unos minutos. Una sonrisa aparece en su rostro y se levanta dispuesto a hacerle compañía.

Se asegura que la puerta siga cerrada, no le importa andar desnudo por la habitación. Harry parece darse cuenta de sus intenciones que incluso le sonríe en su dirección desde la pared transparente de la ducha.

El rizado tiene las mejillas completamente sonrojadas cuando sus miradas se encuentran nuevamente y todo se siente como hace un par de horas.

Cómo si Saturno les perteneciera y de alguna manera estuvieran acostumbrados a compartir ese tipo de momentos tan íntimos.

Quizás ambos pertenecen ahí y no lo habían notado.

"Me dejaste solo en la cama" Louis lo abraza por la espalda dejando que las gotas de agua caigan por su cuerpo al mismo tiempo que reparte besos en la nuca del menor, "¿por qué no me despertaste?"

"Te veías tan cómodo durmiendo, no me iba permitir robarte horas de sueño" murmura intentando contener la respiración debido a que la cercanía del ojiazul lo pone un poco nervioso, "¿qué haces?"

"Intento ducharme yo también" susurra en el oído de Harry para después apretar las caderas de este y pegarlo al cristal transparente, "¿no quieres darte una ducha?"

"No podemos desperdiciar así el agua, Niall nos va a regañar" se ríe nervioso, "¿enserio vas a ducharte?"

"No lo sé" su mano derecha viaja por la espalda del menor y con la yema de su dedo índice limpia las gotitas que recorren sobre esta, "realmente no lo sé."

Harry gira su cuerpo por completo para poder mirar a Louis a los ojos, las manos del mayor se posicionan sobre las caderas ajenas apretando con delicadeza, le gusta hacerlo de esa manera, es como una adicción, como un imán, como una fuerza de atracción entre dos planetas.

Ambos sonríen mientras las gotas de agua caen por sus rostros. Los segundos se sienten como una eternidad entre miradas inocentes, sus entre piernas rozando en busca de más fricción, los dedos de Harry sobre el pecho de Louis viajando hasta su estomago en donde juguetea con las gotas de agua.

Harry rodea el cuello del mayor provocando que tambalee un poco debido a la sorpresa, sin embargo juntan sus labios comenzando nuevamente un beso fugaz en donde sus lenguas están haciendo colisión y las chispas de las estrellas fugaces recorren el torso de ambos.

Louis decide cerrar la regadera para que deje de salir agua porque realmente se pueden meter en problemas.

Los dos se ríen ante la acción del ojiazul porque saben lo que va suceder, están conscientes de que volverá a pasar y ninguno está dispuesto a detenerse.

Mucho menos cuando el mayor presiona su cuerpo sobre el de Harry provocando que salgan sonidos de su boca que de inmediato son sellados con la lengua de Louis.

Se tocan un poco desesperados, como si de alguna manera estuvieran conscientes de que el tiempo se les está acabando y quisieran disfrutar cada segundo juntos.

"Treinta días" Harry murmura sobre los labios ajenos, "¿estaremos así durante treinta días?"

"Solo si tú me lo permites" Louis responde con una media sonrisa.

Noches bajo la vía láctea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora