Fecha desconocida
La ciudad Pico Nevado era un lugar realmente aburrido. No era conocido nada mas que por su particular arquitectura, que gravita en torno a la gran montaña en el centro de esta, atravesada por 4 tuneles que conectan la ciudad. Si bien se veía fascinante en las fotos, seguía siendo aburrida.
A pesar de tener un gran atractivo de entrada, sus pobladores eran personas sosas, su cultura era igual de plana y no habían otras atracciones aparte de los cuatro tuneles, que eran mas una necesidad para transportarse que un atractivo turístico.
Aquella ciudad era el vivo ejemplo de como puedes nacer con talento y aún así desperdiciarlo, creyendo que sin esfuerzo puedes llegar lejos.
Y lo peor de todo es que lo lograba. Lograba ser la ciudad mas turística del país.
Por eso la odiaba.
01 de enero de 2020, 11:58pm
Veía la montaña en la lejanía, que a la luz de la luna adquiría un tono místico.
Desde la cama de su habitación, podía ver toda la ciudad, aunque aquel paisaje ya no causaba nada en el. De hecho pocas cosas seguían causando algún tipo de efecto en el.
El sonido del monitor a su lado era algo molesto, cada vez que sonaba le recordaba su situación y aquello empeoraba su estado de ánimo. La habitación era blanca y el olor a alcohol y desinfectante estaba en todas partes, nada de su esencia se percibía en aquella lúgubre habitación y si no fuera por su presencia física sería fácil creer que no había nadie en ella.
Así se sentía desde hace meses, cada vez que visitaba algún lugar era como si el tiempo y el espacio le pasaran en frente, sin llegar a interactuar con nada. Veía el mundo pasar frente a sus ojos.
Pero estaba mas tranquilo, aquella noche podría darle fin a todo.
Había planeado todo cuidadosamente y cuando dieron las 12 de la noche decidió dar marcha a su plan.
Por su historial, la ventana se encontraba cerrada con llave y un enfermero se encontraba fuera de la habitación. Su primer obstáculo era salir de la cama sin que el monitor dejase de sonar, estaba anclado al suelo limitando su movimiento ya que si desconectaba los cables, dejaría de sonar alertando al enfermero.
Hace unas semanas una de las enfermeras vino a cambiar su vía, cuando se declaró código azul en el hospital. En el momento, la pobre mujer se apresuró a terminar el cambio pero dejó su teléfono atrás. Cuándo salió de la habitación se aseguró de quitar la batería del teléfono para que no pudiesen rastrearlo y lo escondió entre los colchones de su cama.
Usando el teléfono, grabó el sonido del monitor. Con mucha precisión, se dispuso a quitar los cables de su cuerpo, el movimiento debía ser exacto y calculado, para pulsar el botón de reproducir al mismo tiempo que quitaba los cables. Respiró profundamente y quitó los cables con un movimiento brusco y empezó a reproducir el audio.
Esperó unos segundos y no hubo respuesta del exterior. Si bien la calidad del audio no era perfecta, serviría para darle el tiempo suficiente.El siguiente problema era el enfermero fuera de la habitación. Había pensado varias formas de engañarlo para que le dejase salir, pero el hombre era alguien realmente avocado a su profesión, y no dejaría la mas mínima oportunidad para que el jóven se hiciese daño. Por eso debía convencerlo a la fuerza.
Tomo la jeringa que había logrado robar de las enfermeras (afortunadamente, no la misma a la que le robó el teléfono) Y se cortó la palma de la mano. El proceso era increíblemente doloroso debido a la naturaleza de la aguja. Dibujó un rastro de sangre desde su cama hasta la puerta del baño, a la derecha de la habitación.
Ahora debía empezar su jugada, se posicionó a la izquierda de la puerta y desconectó el sonido de el monitor. Tardó unos segundos pero la puerta de abrió rápidamente, quedando ocultó a la vista del enfermero. Alarmado encendió la luz y vió el rastro de sangre, cuando dió algunos pasos para acercarse al baño sintió como una aguja se ponía peligrosamente en su cuello
-Hola, Adam -Introdujo la aguja en su cuello y presionó, alarmando mas al enfermero que empezó a forcejear haciendo caer a ambos, en la caída Eden pateó la puerta cerrandola de forma estruendosa.
-¡¿Que estas haciendo?!- Exclamó alarmado Adam, el dedicado enfermero.
Eden soltó una risa por lo bajo y se separó de Adam aún en el suelo, miró al rostro descolocado de Adam y sonrió con malicia.
-¿Que me inyectaste Eden?- cuestionó tratando de conservar la calma
-Como enfermero, debes saber que los fármacos son especialmente peligrosos- empezó a relatar Eden- La dosis incorrecta en el momento incorrecto y podrías morir en cuestión de segundos.
-Eden- le interrumpió- ¿Que me inyectaste?- empezó a agitarse, justo lo que Eden quería
-¡Hey! No es agradable cuando me interrumpen mientras hablo -Hizo un puchero que terminó de colmar la paciencia de Adam
-¡Se acabó! - Exclamó Adam y empezó a buscar su beeper para avisar a las demás enfermeras, pero rápidamente Eden se abalanzó sobre el tomando ambas de sus manos y poniendolas al suelo, el movimiento tomó desprevenido a Adam y quedó preso Eden. Sus cuerpos estaban muy cerca y el rostro de Eden también.
Eden no estaba atraído para nada por aquel enfermero, pero sabía que recientemente este había tenido un desamor con cierto chico que se parecía bastante a el. Eso hacía a Adam un blanco fácil para manipular.-No quiero lastimarte, Adam -Dijo en tono lascivo- de hecho es todo lo contrario -acercó su boca a su oído, podía sentir como el corazón de Adam se aceleraba- Me encantaría ayudarte- Bajo una de sus manos por el abdomen de Adam
Lo estaba logrando, Adam se encontraba demasiado inestable podía verlo en su mirada sorprendida y en el como intentaba formular las palabras pero estas se perdían en sus labios. En ese momento de caos decidió hacer su última jugada
-Pero para eso necesito que me ayudes- se alejó un poco de su rostro- Como te decía, cualquier farmaco mal empleado podría matarte y en los casos de envenenamiento lo mas importante es saber el tipo de veneno para saber que antidoto usar- el cuerpo de Adam se tensó- Y ocurre que soy la única persona que conoce con que estas envenenado -Se río por lo bajo mientras veía como el rostro de su presa ahora empezaba a reflejar su miedo- Entonces dime Adam, ¿Colaborarás conmigo para salvar tu vida?.
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Soulmate
Short Story-Ah, parece que ha llegado el momento El chico de delgada figura extendio ambas manos al frente, con pasmosa lentitud -¿Eres tu el que acabará con mi vida? No podía entender su inesperada pregunta, menos la expresión de añoranza en su rostro. Y ahí...