Estuve días completos sin dormir; pero te hice una canción.
Leerla me hace llorar más de lo que me costó escribirla. El admitirlo y aceptarlo hace que vuelva a sentirme dentro de una pesadilla.
A pesar de que la letra no se entiende por completo al estar escrito con tinta en una hoja llena de lágrimas, a Maira le gustó.
O eso me dijo de manera atropellada luego de abrazarme y llorar conmigo.
Confirmándome que el aceptar que te fuiste y no volverás jamás, es lo más doloroso del proceso.