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CAPITULO 21

-¿Qué? –fruncí el ceño.

Ella con desinterés tomó uno de los paquetes de caramelos y lo abrió. Luego de meterse un par a la boca me miró nuevamente.

-T/N.

-No. –respondí de inmediato.

-Sí.

-No.

-Si hubieras podido ver la cara de estúpido que tenías cada vez que la veías, no podrías negarlo. – se burló.

Le lancé uno de los ositos de peluche sobre su cómoda y ella rió.

-Cállate. –dije riendo.

-¿Lo ves? ¡Te gusta! –exclamó mientras reía aún más.

Le saqué la lengua.

Ella hizo lo mismo.

-Me alegra Payton. Ella es genial. Es bonita y divertida. –hizo una pausa mientras me miraba con ternura infantil- Y te tiene como estúpido.

Me acerqué a ella y revolví su cabello mientras carcajeábamos.

-Bueno. Te tiene feliz. Se ve en tu cara Payton. Por fin te veo tranquilo y relajado...Me gusta...Me gusta que te guste. –admitió con sinceridad.

Sonreí. Faith era encantadora.

-De acuerdo. ¿Le harás espacio en tu cama a tu viejo y cansado hermano? –bromeé.

Faith rió y se corrió hacia un costado.

Me senté junto a ella y prendí la televisión de su cuarto. Vimos películas infantiles mientras comíamos los dulces que T/N había dejado para Faith.

T/N.

Salí de la casa de Payton con la esperanza de encontrar un taxi. No apareció ninguno. Comencé a caminar esperando que alguno pasara. Mientras, iba recapitulando cada momento de la noche anterior.

Dios. Había besado a Payton.

Por alguna extraña razón un pequeño cosquilleo en mi estómago apareció al recordar ese momento. Pero, ¿Por qué?

¿Por qué lo había besado? ¿Por qué había dormido con él? ¿Por qué, a pesar de la emoción, cuando llegó la hora de irme, no quería hacerlo? ¿Por qué sentía esas cosquillas cuando lo recordaba? ¿Y por qué ahora ocupaba la mayor parte de mis pensamientos? <<Payton, Payton, Payton...Odioso, frío y excitante, encantador Payton>> Si 24 horas atrás me hubiesen dicho que dormiría y besaría a Payton Moormeier, me hubiese reído en sus caras. Si 24 horas atrás hubiera sentido lo que siento ahora...Sí. Lo debía admitir, me gustaba Payton.

No hubo remedio. Caminé hasta mi casa. Al llegar, por supuesto; mis padres no estaban. Subí rápidamente hasta mi habitación. Quedaba casi media hora para que Niall llegara. Me metí a la ducha y diez minutos después salí envuelta en una toalla. Era un día caluroso así que me metí en mi vestido vaporoso color crema, me puse las sandalias cafés y tomé mi bolso a juego. Con mi cabello aun húmedo hice una coleta alta en mi cabeza. Guardé mis cosas en el bolso y tomé un cárdigan y una sombrilla, "Por si acaso". Metí todo y caminé abajo. Tomé las llaves de mi auto. Sí, tenía un auto. Regalo de mis padres en compensación por no estar nunca en casa, era el antiguo Volvo negro modelo 2010 de mi padre. Compró uno mejor y me donó este. Conducir no era mi actividad favorita, prefería ahorrarme el pedazo de estacionar, llenar el tanque, y todo eso. Subí al auto y comencé mi camino hacia el aeropuerto. Mientras me detuve en una luz roja, puse algo de brillo labial color melocotón en mis labios y máscara para mis pestañas.

LET ME LOVE YOU ☆ PAYTON MOORMEIER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora