Phoenix (The Umbrella Academy)

Capitulo 8

Una vez dentro de la gran mansión el chimpancé llamado Pogo cerró la gran puerta detrás de nosotros. Voltee a ver a mi alrededor, la mayoría de las paredes estaban hechas de madera fina, pude percibir el olor de ella y fue muy placentero. Me quedé boquiabierta viendo cada detalle del lugar.  Este señor si que tiene mucho dinero, pensé

"¿Le gusta el lugar?" dijo Pogo, que se encontraba detrás de mí mientras me observaba con una pequeña sonrisa en su rostro

"Eh...si, es grande, es..." no termine lo que iba a decir ya que comencé a escuchar carcajadas de niños

"Oh disculpe el ruido, son los hijos del señor Reginald", hijos? acaso él tenía hijos?, bueno no es como que me importe, pero por alguna razón me sorprendí al escuchar eso. "Iré a revisar que todo esté en orden con ellos"

Pogo se volteó para dirigirse a las escaleras que se encontraban detrás de él

"Espere!" grité antes de que se fuera y me dejara sola, "Como ya le dije, vine aquí por una razón, necesito hablar con Reginald Hargreeves"

"En estos momentos se encuentra ocupado mi amo, pero en cuanto se desocupe con gusto querrá hablar con usted" dijo para luego marcharse hacia la parte de arriba

Pffft, no le importo dejarme sola aquí, pensé

No quería quedarme ahí parada esperando a que me dijeran que hacer, así que decidí recorrer el lugar. Avance un poco hasta llegar a la sala de estar. Toda la decoración del lugar era tipo rústica, lo cual me hacía sentir como en casa, ya que era igual a la del instituto.

Me senté en uno de los sofás que se encontraban ahí, estaba muy cómodo a decir verdad. Seguí recorriendo la habitación con la mirada.

De repente comienzo a sentir una sensación extraña detrás de la nuca que me hizo estremecer, reconocía lo que significaba esa sensación, y era que alguien me estaba mirando.

Me puse nerviosa y gire mi cabeza al instante, me encontré con la cara de alguien demasiado cerca de la mía. Por instinto propio solté un puñetazo en la cara de quien estaba a centímetros de la mía

"Ouchhh!" grito de dolor mientras su cabeza se curvaba hacia atrás

Reconozco cuando alguien es peligroso con tan solo verlo a los ojos. El chico que estaba parado delante de mí, definitivamente no era peligroso. Parecía de mi edad, era un poco más alto que yo, ojos verdes claros, cabello café, y de estructura delgada. Definitivamente era bastante guapo

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando él dijo "¿Qué sucede contigo?!", parecía molesto

"Lo lamento" me disculpé, "¿Quién eres?"

"Yo soy quien debería preguntar eso, tu eres la extraña que está aquí en nuestra casa" dijo mientras se agarraba de la nariz, la cual estaba comenzando a sangrar por el tremendo golpe que le di, "¿Quién eres?"

"Eso no es de tu incumbencia" dije a la defensiva mientras cruzaba los brazos, comencé a analizarlo por toda la cara y noté que su nariz sangraba aún más. "Déjame ayudarte con eso", quite su mano y puse la mía apretando su nariz, para así poder detener un poco el sangrado.

Yo era experta en esto de las narices rotas, digamos que ya tenía experiencias, y no eran bastante agradables. Mi mano a los pocos segundos se llenó de la sangre que le seguía brotando por la nariz. No me dio asco, y el lo noto, me miro detalladamente mientras yo apretaba su nariz

"¿Donde esta el baño?, necesito rollo de papel y un botiquín de primeros auxilios, esto no dejará de sangrar fácilmente" dije "Lo siento..."

Se quedó callado mientras me seguía observando, después de unos segundos, contestó "Disculpas aceptadas" mientras una sonrisa aparecía en su rostro, "El baño esta por aqui, y el botiquín de primeros auxilios esta en la enfermería"

Término de analizarme el rostro y me guió hasta el baño, yo seguía con mi mano en su nariz tratando de que no muriera por toda la sangre que salía

Llegamos al baño, pero no nos detuvimos mucho tiempo ahí ya que simplemente necesitaba agarrar un poco de papel sanitario.

Después nos dirigió hacia la enfermería, entramos y él se sentó en una de las camillas que había ahí.

"Toma el papel y presiona contra tu nariz con fuerza" dije y él siguió mis indicaciones

Había bastantes cosas médicas alrededor de nosotros, muchas de ellas no las conocía, pero mis ojos buscaban un botiquín de primeros auxilios.

Después de unos minutos de estarlo buscando con la mirada, por fin lo encontré, "Bingo" murmure en silencio. Lo tome y me dirigí al chico que me seguía esperando en la camilla

Tome las cosas que necesitaba del botiquín, y comencé a hacerle un vendaje de modo que ya no sangrara. Solo tardé unos minutos, y cuando termine ya no sangraba, pero tenía la nariz hinchada que parecía una pelota.

Solté una pequeña carcajada al comparar su nariz con una pelota, pero me detuve cuando el chico me miró con el ceño fruncido

"Normalmente me gusta escuchar el chiste antes de comenzar a reír, ¿qué causa tanta gracia? dijo un poco confundido

"No es nada..." dije tapandome la boca aguantando la risa, "Bueno tu nariz parece una pelota de ping pong" dije soltando la carcajada que me aguantaba

El río conmigo, y tiene una risa muy contagiosa. Pero de repente nuestras risas se desvanecieron y se formó en un silencio incómodo

"¿Quién eres extraña?" dijo mirándome con curiosidad

Agache la cabeza, no sabía si era correcto decirle quien era, acaba de conocerlo y no le tengo confianza. Pero creí que decirle solo mi nombre, no iba a ser ningún daño. "Me llamo Noelle..., es lo unico que dire" dije estrechando mi mano

"Bueno, yo soy Klaus" dijo tomando mi mano para saludarla, "Klaus Hargreeves"

Así que él es uno de los hijos del señor Reginald Hargreeves..., pensé

Se formó otro silencio incómodo, odiaba los silencios incomodos, pero no sabia que más decir, por suerte él comenzó a hablar

"Así que...misteriosa Noelle, ¿qué hacías en la sala de mi gran mansión?" dijo con un tono burlón

"Estaba esperando para hablar con..." no pude terminar lo que iba a decir ya que alguien abrió la puerta de la enfermería

"Señorita Noelle..., el señor Reginald la espera en su oficina, acompáñeme" dijo Pogo que se encontraba parado a lado de la puerta, haciéndome una ademán para que lo siguiera

Y eso fue lo que hice, pero antes de salir de la enfermería, el chico llamado Klaus grito: "¡Suerte con el viejo!"

Le dedique una sonrisa y comencé a seguir al chimpancé 

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AAHHH AMO CON TODO MI CORAZON A KLAUS

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bonito diaaaaaa!