La luz de la luna entraba por la ventana iluminando el largo cuerpo del azabache y la habitación. Los párpados se abrieron mostrando unos hermosos orbes azules de los que se derramaban gruesas lágrimas
Sintió el frío sobre su piel por lo que estiró su brazo para buscar a la persona a su lado, pero, no había nadie ni nada más que una sabana fría y el sentimiento de perdida que acompañaba la habitación. Lo había olvidado, estaba solo en esa fría cama llena de recuerdos.
Se incorporó con cansancio mientras observaba los guantes y la pequeña consola en la gastada mesa de noche, recorrió la estancia con la mirada y una profunda tristeza. Era la habitación de la persona a la que amaba pero a la vez no, ya no se sentía calidad, el aroma del de ojos rojos ya estaba desapareciendo, ya su corazón no palpitaba con rapidez y ya no estaba el calor del cuerpo del otro ni su peso sobre el colchón. Un recuerdo comenzó a venir a su cabeza y cerró los ojos para no desviarse de las imágenes que aún podía sentir y escuchar
Semanas antes
El más bajo se movió con delicadeza bajo los fuertes brazos del otro con cuidado de no tocarlo - no te muevas tanto - escucho la voz ronca
No molestes que no puedo dormir - gruñó dándole un empujón para sentarse y mirar por la ventana
Si tú no duerme yo tampoco - dijo el azabache sentándose para luego recargarse en la fría pared con la espalda desnuda - ven - dijo llamando al otro para que se acurrucarse juntos. El peliceleste no se movió, se quedo quieto observando, embelesado por la hermosa noche que se alzaba a través de la ventana. El de ojos zafiro se le acercó y lo puso con delicadeza en el agujero de sus piernas - ¿en que piensas? - le dijo en tono suave mientras le acariciaba el cabello
¿No te gustaría vivir así? - mencionó con una leve voz. Miro de reojo al azabache quien lo veía con una cara confundida - estar en paz sin preocuparte si los héroes te encuentran o si tus planes fracasan - hablo cerrando levemente los ojos
Eso me gustaría - respondió dándole un beso en el cabello - ¿y a ti, te gustaría? - preguntó recargando su cabeza en la del otro
Sí... ¿Cuando esto acabe que piensas hacer? - preguntó el de cabellos claros
Seguirte... iría tras de ti - contestó sin titubeo, estaba decidido a estar junto al otro
No sabes a donde iré - hablo con una sonrisa
No me importa a donde vallas yo iré contigo - respondió abrazándolo
¿Inclusive al infierno cuando podrías ir al cielo? - cuestionó
Iría al infierno contigo, porque el solo hecho de poderte tocar ya es como estar en el paraíso - dijo con una voz leve
Entonces iremos a una casa con un gran jardín lleno de girasoles donde podamos ver el cielo nocturno y vivir con total paz mientras tenemos a un perrito - dijo con alegría
Yo quería un gato - bromeó
Bueno tendremos a tu gato - acepto el otro rodando los ojos
Hecho, te prometo que iremos a vivir en un lugar como ese - hablo dejándose caer de lado junto al otro
Te amo Dabi - mencionó antes de cerrar lo ojos para comenzar a dormir
Yo a ti Shigaraki - hablo cubriendo a ambos con las sábanas, se acercó al oído del de mirada roja y comenzó a susurrar de forma delicada - te amo... te amo... te amo... te amo... te amo... te amo... te amo... te amo... te amo... te amo...
Presente
Lágrima se resbalaron de sus ojos mientras acariciaba el espacio vacío junto a él. Su corazón dolía y solo tenía ganas de desaparecer, de ir tras el peliceleste. Enterró su rostro el la suave almohada y dejo correr sus lágrimas llenas de dolor humedeciendo la almohada.
El pelinegro lloro hasta dormirse y soñar con Shigaraki en aquel campo de girasoles jugando y saltando como un niño junto a él, con aquella dulce sonrisa que podría calmar la tormenta más fuerte y la bestia más temible
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Repítelo mil veces
FanfictionDurante toda mi vida pensé que jamás experimentaría un dolor más grande que el que me provocaba mi propio padre ahora me doy cuanta lo equivocado que estaba, porque el dolor más grande es el de perderte... perderte es peor que la mayor tortura de la...