"El paraíso jamás será paraíso a no ser que mis gatos estén ahí esperándome."
—Atte: la persona que escribe esto
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argentina apreciaba con curiosidad a Finlandia quien miraba por la ventana
sin preocupaciones, ajeno a todo lo que pasaba y con los auriculares puestos.
el viento movía sus blancos cabellos, esos cabellos tan blancos que al sol parecían plateados, que hacían perfecto contraste con las manchas en su piel como algunas percas, unas cicatrices que puede dejar el acné, incluso manchas de sol, lo hacía ver único con el azul de sus ojos, era un azul especial, era brillante, como el zafiro, como el verdadero marsalió de su burbuja, sintió un toque en su espalda, notando que Alemania le estaba hablando mientras le picaba la espalda con la parte de atrás de la lapicera — ¿acaso me estás escuchando? —
—a-ah sí, digo, no— suspiro —perdona, ¿Qué decías ale? —
Alemania frunció levemente el ceño —estaba diciendo que a lo mejor terminemos el trabajo por separado, o con el que tenga los puntos más parecidos a los nuestros—
—¿que?, pero sin vos nadie sabe hacer nada—
—¡a eso me refiero!— protesto — siempre les hago sus trabajos es momento de que hagan de de una vez sus partes sin mi —
—yo creo que Alemania tiene razón— dijo chile
—¡vos porque estás con él!— el chileno rio ante eso sabiendo que la una razón por la cual le aceptaba era esa
al final todos terminaron aceptando porque era eso o que Alemania dejará de ayudarlos por lo que restaba del año
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Ya era la bendita hora del descanso, y Argentina fue a buscar directamente a Finlandia.
quien que para sorpresa de nadie, y costumbre de todos, otra vez estaba mirando la ventana, picando con el tenedor la comida que estaba en su mesa.
Noto como se estiraba en la sin molestarse en dejar de mirar el paisaje, a Argentina le pareció un gesto algo tierno.
Sus finos rasgos fueron iluminados por la luz del sol, se notaba su pereza de lejos, sus ojos parpadeaban lentamente juntando sus largas pestañas
fue a su banco con sigilo para tocar levemente la madera de la mesa, al parecer la acción sorprendió de más al europeo haciendo que se balanceara en la silla a punto de caer hacia atrás.
—¡ah!, ¿estás bien? —
—eh si, si, e-estoy bien— se volvió a sentar en la silla —¿tu... n-necesitabas algo?—
—si emm esto, si, te quería preguntar, ya que nuestros puntos van de la mano, si hacemos nuestras partes juntos—
Finlandia se sorprendió, y tomó aquello como una oportunidad o milagro divino que no podría tirar — claro, no tengo problemas —
—bien— argentina se dio la vuelta y estaba por salir cuando se regreso —. . . Se me olvidó preguntarte, ¿Te parece bien hoy a terminar las clases?, en mi casa mejor ya que es la que está más cerca —
con una sonrisa algo cómica el finlandés movió su cabeza en modo de aceptación, era adorable
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al momento de la salida ambos marcharon juntos a la casa de argentina
—pasa tranquilo, ¿comiste?, si queres llevo algo para picar— Finlandia asintió dando a entender que estaba de acuerdo
pasaron a la casa, el europeo miro el living de aquel apartamento, si bien había estado en su cuarto, nunca vio más que eso, era acogedor, olía a él, sus ojos se agrandaron con asombro, se sentía tan cálido aquel lugar, no entendía aquel sentimiento, es como si estuviera en casa, el calor del ambiente lo abrazo y no pudo evitar soltar un sonido con su garganta parecido al ronroneo que hacía cuando se convertía en gato
argentina con unos paquetes de galletitas en las manos dijo que lo siguiera a su cuarto, caminaron pasando por 2 puertas hasta llegar a la de su cuarto, lo invito a pasar y con cuidado se adentro en aquel lugar
otra vez su aroma lo lleno y no logró evitar esbozar una sonrisa
—perdon por el desorden, fue de improvisto el abandono de Alemania — argentina novio algunas cosas desparramadas en su escritorio, y quitó algo de ropa que estaba tirada en la silla
ambos se sentaron en el escritorio, el latino miraba para atrás de vez en cuando, en dirección a la ventana
el ambiente era más cálido en el cuarto de argentina, y eso Finlandia lo noto, con cuidado se quitó en buzo para refrescarse un poco
—¿te dio calor?, pásame tu buzo lo dejo en el perchero— le tendió su ropa y argentina la tomó para llevarlo al perchero pero algo comenzó a picar en su nariz haciendo que estornude algunas veces
—¿tenes animales en casa?— pregunto argentina, Finlandia nego
—no t-tengo, pero si que suelo acariciar muchos gatos de la calle—
—ya veo— el latino miro a la ventana, el invitado noto la constancia de argentina mirando allí
—mmm... ¿paso algo?—
argentina negó —no nada, solo qué hay un gato... un gato blanco que viene todos los días a mi ventana, y hoy no, es raro nunca falto hasta hoy —
—ya veo... ¿y lo extrañas? —pregunto con algo de interés
—bueno... no lo sé, se me hace raro y fastidioso pero tampoco quiero que le haya pasado algo—
Finlandia sonrió por eso, se sintió feliz de recibir esos halagos que argentina no sabía que daba —ya veo, lo gatos son geniales—
—¿te gustan?— asintió con la cabeza —ya veo... si, tienen algo de encanto —
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-¡Gato! de medio turno (Cancelada)
FanficArgentina tiene un leve desagrado irracional por los gatos, desgraciadamente para el, todos a su alrededor parecen ser uno, pero la intromisión constante de un felino blanco llegando a la ventana de su departamento todos los días puede cambiar su vi...