Entre dos males - Satoru Gojo x Lectora

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-"Otra vez te han botado?" preguntaste viendo a tu amigo de pie en la entrada de tu puerta, Satoru Gojo, completamente empapado por la lluvia a la mitad de la noche

-"Jeje~ me conoces tan bien!" dijo en una sonrisa

Suspiraste y lo dejaste entrar, le alcanzaste una toalla para que se pudiera secar.

No te sorprendía verlo así, cada vez que una chica lo echaba o lo dejaba siempre terminaba en tu casa, además tu se lo permites, ya que prefieres que acabe en tu hogar antes de que en algún bar, sabiendo que no tiene nada de tolerancia al alcohol.

Lo conocías demasiado bien, desde la preparatoria que eran amigos.

-"Oh? Satoru se va a volver a quedar aquí?" Geto dijo saliendo de la cocina para verlos a ambos

Hace un par de años que vivias con Geto en aquella casa, fue tu pareja por un tiempo pero han dejado lo formal de lado, ya que ninguno se sentía cómodo con ello, aún así siguen viviendo juntos, después de todo aún son amigos y no se llevan nada mal.

Es como si fueran compañeros de piso, y a la vez amigos con derecho, de vez en cuando si alguno de ustedes tenía algún tipo de necesidad sexual, siempre estaban para ayudarse.

-"Así es, no te molesta dormir de nuevo conmigo verdad Suguru?" le preguntaste "Así puede usar el cuarto de huéspedes"

-"Para nada, no tengo problema con ello" respondió en una sonrisa

-"Eh? Me perdí de algo acaso?" Gojo preguntó mirandolos

Ambos se quedaron mirando y luego vieron al de cabellos blancos, como no compartían demasiado su vida a los demás, nunca le habían dado mucha explicación sobre lo que eran ahora a sus amigos.

Para todos los demás ustedes seguían siendo una pareja.

-"Acaso se pelearon??? No, no es posible, ustedes siempre resuelven todo!" Satoru se veía confundido por la situación

-"Ahora tenemos algo como una relación abierta se podría decir" Geto respondió con una sonrisa

-"Somos más compañeros sexuales ahora... Más que otra cosa" aclaraste mejor haciendo reir a Geto

-"Tienes razón, eso es mejor para definir lo que somos ahora" miró a Satoru "Sin sentimientos amorosos involucrados"

-"Creo que tu lo deberías entender mejor que nadie, después de todo tu eres el que va de mujer en mujer por ahí rompiendo corazones eh?" tomaste la toalla que le habías dado "Ve a bañarte, buscaremos ropa para prestarte"

Él se veía un poco confundido al respecto aún por la noticia que acababa de recibir, para todos ustedes dos eran la pareja perfecta, nunca se hubiera imaginado que acabarían de aquella manera.

Con cierta confusión aún en la cabeza fue al baño, ya conocía el camino, sabia donde quedaba todo en tu casa por la de veces que había ido.

-"Te noto de mal humor, ocurre algo?" Geto preguntó acercándose a ti

-"Ugh es Satoru..." te quejaste apoyando tu cabeza en su pecho

-"Mm? Nunca te había visto así por él" río levemente y acarició tu espalda a manera de consuelo

-"Un día de estos le van a salir peor las cosas con las mujeres y parece que no lo entiende" te quejaste y volviste a suspirar

-"Oh oh, dos suspiros seguidos, iré a prepararte un té"

-"Gracias Sugu..." caminaste hasta el sofá y te desplomaste allí

Pero no duraste mucho tiempo, ya que Geto te cargó en brazos y te llevo a tu cuarto.

-"No soy una bebé" le dijiste mirandolo alzando una ceja

-"Entonces deja de actuar como una" sonrió "Quedate aquí y te traeré tu té, deja de preocuparte por esas cosas, Satoru va a estar bien" golpeó levemente tu frente con sus dedos y salió

Te cruzaste de brazos y reiste leve.

Lo querías mucho a Suguru, y él te quería mucho a ti, no lo iban a negar.

Pero ninguno estaba profundamente enamorado, cuando se dieron cuenta de ello dejaron de forzar aquella relación que tenían supuestamente perfecta para los demás.

Pasaste tu mano por tu rostro y volviste a suspirar.

Tú ya estabas enamorada de alguien más y lo sabías muy bien.

Y ese idiota del que te habías enamorado no era nadie más que Satoru Gojo, el mujeriego.

-"Suguru..." dijiste en un quejido

-"Oh oh, reconozco ese tono de voz" sonrió cuando te escuchó y dejó tu té en la mesa de luz "Necesitas quitar la frustración?"

Asentiste a su pregunta.

-"Está bien, te ayudaré" respondió apagando la luz del cuarto y recostandose sobre ti

Geto vivía para complacerte de cualquier manera que pudiera.

Se sentía culpable de que no podía amarte, así que hacía lo posible por hacerte feliz de otra manera.

Y siempre lo lograba. 

Agradecias que tanto el baño como el cuarto de huespedes estaba lo suficientemente lejos de tu cuarto, y que las paredes eran bastante gruesas como para que no se pudiera escuchar el acto que estaban cometiendo en ese momento.